A la persona que, en el comercio, o en diversos espectáculos, se mezcla entre el público fingiendo ser parte de él, para precisamente, apoyar al líder o actor, o que finge, confabulado con algún vendedor, ser cliente, para animar a otras personas a llevar a cabo la compra de lo que se ofrece, se le llama “PALERO”.
Del mismo modo podemos definir a las personas que acompañan a aplaudir en diversos mítines, discursos, entrevistas o conversaciones a los líderes en la política, para aparentar que se cuenta con un apoyo significativo.
Así también, están funcionado las conferencias mañaneras, en donde ya se tiene establecido los lugares para determinadas personas, periodistas de poco renombre y de noticieros completamente desconocidos, a quienes en forma algo clandestina les señalan las preguntas que deberán hacer al presidente, mismas que las envían a sus teléfonos celulares.
Resalta la participación de algunos de ellos como Bernabé Adame, quien dice que es comentarista o periodista de “Pasión México” (Que busqué por la red de internet, pero no encontré absolutamente nada con ese nombre, tal vez por la rapidez), pero que, en una sola intervención que he visto de él, solo fueron elogios de superhombre, capacidades y amor perpetuo hacia AMLO, a quien le indicaba que se la pasaba paradito en todas sus conferencias mañaneras, mientras los demás periodistas ni siquiera querían levantarse para preguntar.
Paul Velázquez, quien manifestó le habían disparado en la cabeza y acude la mayoría de las veces con un parche en el ojo, pero en ocasiones se cansa de él y se lo quita. Culpa del disparo que recibió al alcalde de Ahome, Sinaloa; quien, ante la queja, que estaban matando a los periodistas, realizada al presidente, este le respondió que pacificarían al país, que se tiene que acabar la impunidad y le prometió que no hay ningún poder en México que esté por encima de la justicia. (Bueno, eso dijo).
Otro de ellos es Carlos Pozos Soto, quien, por su aspecto físico, su forma de vestir con sacos de colores chillantes, corbata de moño, bigote pequeño pero puntiagudo, se ha ganado el mote de “Lord Molécula”. De quien se dice es el primero en llegar a las conferencias mañaneras y siempre ocupa los primeros lugares, también conocidísimo por las preguntas a modo y empalagosas realizadas, quien este pasado jueves, propuso que, el nuevo PIB, que ahora cambiará y se encargará de medir el bienestar y la felicidad, se llame AMLOVER.
Pero aparece una reciente entrevista, o mejor dicho propaganda, cómo si se estuviera aun candidateando el presidente, realizada por Epigmenio Ibarra, quien se ha distinguido por haber declarado la guerra a la derecha, quien según me he enterado, el presidente manifestó, estar llevando a cabo una revolución pacífica para transformar a México, achacando que se han encontrado con multitud de grupos que se oponen a ella, y que padecen los aguerridos ataques que les hacen los contras a su administración, sobre todo en los medios de comunicación tradicionales. (Que ahora le llaman así a la gran mayoría de los medios de información que conocemos).
En épocas pasadas llegamos a denominar “achichincles” a todos aquellos que siempre estaban cumpliendo las órdenes de sus superiores. Palabra que proviene del náhuatl “achichinqui” compuesta de “atl” agua y “chichinqui” que chupa.
Pero también viene a la memoria, de aquellas personas que tienen tendencia exagerada a más que servir y satisfacer ciegamente a una autoridad, a quienes en lugar de serviciales se les llama serviles.
El servilismo que se encuentra vinculado al sometimiento, la subordinación y la adulación, como en los casos que he mencionado de los paleros, de las mañaneras que, realizan sus preguntas, que ya se encuentran preparadas para una contestación efectiva e impactante, y para dar oportunidad al lucimiento y desahogo de la totalidad de delirios y traumas del manifestante.
Con relación al subsecretario de Salud, Hugo López- Gatell, de quien se señala como una persona con suma preparación, que en lo personal no lo puedo poner en duda, solo que algunas de sus explicaciones no han coincidido con la realidad, como el aplanamiento de la curva, etc., y lo que, creo cae completamente de la gracia de muchos es, la explicación que realiza del presidente, de cuál es la causa por la que el presidente podía abrazar, besar y andar con toda la gente, y señaló que “La fuerza del presidente era moral, y no es una fuerza de contagio”.
Ciertamente se había notado en las administraciones anteriores, la suma de achichincles por doquier, pero un servilismo tan marcado como en esta administración, con tanto circo, con la tendencia de buscar enemigos, señalar culpables de absolutamente todo, hasta de los errores que se cometen en la actualidad y de supuestos detractores, con un teatro muy bien entramado para la lucidez de su espectáculo, no recuerdo haberlo conocido.