Falta de oportunidades al gobierno de Morena –el gobierno lo constituyen los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial– para demostrar que de veras quiere ser y hacer las cosas diferentes, no le han faltado.
Pero casi un año y después de que ascendió al poder, al menos en Veracruz, ha decepcionado. La ciudadanía ve cómo de la esperanza del cambio se ha caído de nuevo en lo mismo del PRI y del PAN: el contlapachismo.
Un caso ilustrativo –y tema de moda ahora, y por su oportunidad lo uso de ejemplo– es el de la encargada de la Fiscalía General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, con cuya imposición en el cargo se cayó en lo mismo por lo que se depuso a su antecesor Jorge Winckler Ortiz: la incondicionalidad como único mérito.
Este, abogado de origen oaxaqueño pero radicado en el puerto de Veracruz fue impuesto por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares porque era su amigo y le había prestado servicios profesionales; en el cargo fue un incondicional suyo a toda prueba.
Pero lo mismo había ocurrido antes con los gobiernos del PRI, donde los entonces procuradores de Justicia fueron impuestos e incondicionales de los gobernadores en turno, algunos con trayectoria, perfil y preparación para el cargo, aunque no todos, pero incondicionales al fin.
La Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave la define como un organismo autónomo del Estado, aunque esa autonomía nació muerta.
En 2015, durante el gobierno de Javier Duarte, desapareció la entonces Procuraduría y nació la Fiscalía, pero el 30 de enero de ese año el primer titular Luis Ángel Bravo Contreras rindió protesta en el Congreso local ante la ausencia de los diputados panistas.
El entonces diputado local, Julen Rementería del Puerto, a nombre de la bancada azul, dijo que no estaban de acuerdo en que hubiera sido impuesto en forma directa en lugar de que se hubiera cumplido con todo el procedimiento legal.
Cuando llegó Yunes al gobierno lo echó del cargo e incluso después lo llevó a prisión e impuso a Winckler. Con este, Morena intentó hacer lo mismo, destituirlo, lo que no logró más que por la fuerza y todavía no puede llevarlo a la cárcel aunque lo intenta.
Se esperaba que el gobierno del rayito de la esperanza diera vida por fin a la autonomía, cumpliera con toda la normativa legal y diera paso a la llegada de un jurista de fuste, con autoridad moral, con prestigio en el mundo de la judicatura, que impusiera respeto y que hiciera valer la autonomía.
Pero, ¡ay!, volvió a lo mismo. Peor, llevó al cargo a una aprendiz, sin experiencia, sin mayor trayectoria, Verónica Hernández Giadáns, originaria de Santiago Tuxtla, cuyo único mérito en la función pública fue haber sido secretaria del Ayuntamiento de Xalapa con el alcalde Rafael Hernández Villalpando y luego directora Jurídica en el gobierno de Reynaldo Escobar Pérez.
En defensa que ha hecho de ella el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha dicho que conoce a su papá y quizá ese sea el gran mérito para que la haya encumbrado, colocándola primero en la Secretaría de Gobierno como directora general Jurídica y enviándola luego a la Fiscalía como encargada, cargo que ostenta desde septiembre del año pasado.
Ahora mismo, la LXV Legislatura local convocó a un proceso de selección para designar a quien será el titular en lugar de Jorge Winckler, y de buena fe, porque seguramente creen que el nuevo nombramiento se hará con base en la preparación, la experiencia, los méritos profesionales y académicos y la trayectoria, entre otros, se inscribieron varios abogados, hombres y mujeres, para ser entrevistados como parte de los requisitos que deben llenar.
Pero al proceso lo cubre un velo de desconfianza: de antemano se da por hecho que los diputados de Morena y otros abyectos a su servicio, que responden a los intereses del Palacio de Gobierno, “elegirán” a la señora o señorita Hernández Giadáns aunque haya candidatos con mucho mejor perfil que ella.
Claro, a menos que el gobierno cuitlahuista corrija y dé muestras de que va a reencauzar su rumbo para optar por el fin de la simulación, del cuatachismo, del pleno respeto a la autonomía de la Fiscalía, a la procuración de justicia que se aleje de aquello que se atribuye a Benito Juárez de que a los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, la ley a secas, lo que se garantiza plenamente si se impone a un o a una incondicional en el cargo.
El 28 de este mes será la sesión de marras, y los veracruzanos habrán de comprobar si aunque con retraso se iniciará por fin el cambio que se ofreció en campaña, o si todo fue un engaño para atraer votos y se confirma que seguirá más de lo mismo, si Morena no es más que otra versión del PRI y del PAN, la misma gata pero revolcada.
Tengo información confiable de que a los morenos les preocupa la votación de 2021 y quieren reposicionarse, recuperar la credibilidad y la confianza que indudablemente han perdido, y están ante una gran oportunidad para incentivar al ciudadano a que les refrende su apoyo. Si imponen a toda costa a Hernández Giadáns, en caso de haber mejores aspirantes que ella a la Fiscalía, le echarán más lastre al barco moreno, que todavía no se va a pique pero cuya proa ya apunta hacia abajo; incluso pueden dañar seriamente su línea de flotación.
¿Qué vio que mejor se fue enviada de AMLO?
¿Qué la flamante comisionada del presidente López Obrador abandonó el Estado para regresarse a la capirucha?
En alcalorpolitico.com leí el lunes que doña María del Rocío García Pérez, flamante directora nacional del DIF, subrepticiamente se fue a la Ciudad de México (CDMX). Había llegado apenas el 12 de mayo.
En su conferencia mañanera del 8 de mayo, el presidente anunció que la enviaba para que viniera a coordinar las “acciones de reforzamiento” ante el incremento de casos de covid-19.
El portal dijo que de acuerdo a fuentes informativas del gobierno, tuvo síntomas sospechosos, y que aunque ni se había confirmado ni descartado que tuviera coronavirus, prefirió irse para aislarse.
¿No sería que lo usó como pretexto para salir de pelada ante lo que vio o encontró en Veracruz?, ¿un posible desastre de Roberto Ramos Alor y dijo yo con este muerto no cargo?
Habría durado menos de una semana en la delicada tarea que le había encomendado su jefe. ¿Se dará información oficial en el Gobierno del Estado para parar cualquier especulación? ¿O ella misma desde la CDMX emitirá un video para esclarecer la especie?
El gobernador de Puebla ¡aprobó ya a todos los alumnos!
Hasta ahora no he visto que se lo critiquen, pero el gobernador poblano (de Morena), Luis Miguel Barbosa Huerta, decretó el sábado pasado dar por concluido el ciclo escolar en junio, por lo que estudiantes de educación básica regresarán a las aulas hasta el 7 de septiembre. Aplicará para 15 mil escuelas públicas y privadas. ¿Y qué cree? En conferencia de prensa virtual anunció que ¡todos están aprobados! Ya me imagino el griterío de alegría de la chamacada y de la muchachada poblana.
¿No le hará falta algo similar al gobernador Cuitláhuac García Jiménez para ganar algunos puntos?