OPINIÓN: La otra pandemia que viven los periodistas

La mayoría de periodistas no hemos dejado de salir a la calle a reportear y tener contacto con personas que podrían estar contagiadas.

En los primeros días de mayo el experimentado reportero Daniel Moreno Chávez, director de Animal Político, publicó en sus perfiles socio digitales un mensaje a su público para informar que había tomado una decisión difícil y que era la de reducir en 30 por ciento los salarios de sus periodistas para poder enfrentar la crisis económica ocasionada por la pandemia por Covid-19.

Fue un mensaje honesto y seguramente muy difícil de escribir.

A Daniel lo conozco en persona, nos llevamos bien y es un periodista a quien respeto y admiro y entiendo que tiene que asumir también su rol de directivo de un medio y su mensaje fue muy claro explicando que la empresa propietaria de las marcas Animal Político y Newsweek en Español, ha tenido problemas de solvencia por la baja en sus ingresos, que se ha venido agravando con la emergencia sanitaria.

Sin embargo, Daniel aclaró que esta reducción salarial no era una imposición y que cada periodista podía voluntariamente sumarse o no y además reiteró su compromiso de mantener la cobertura que han dado a la pandemia.

Animal Político no ha sido el único medio afectado. Muchos medios en el mundo enfrentan la misma situación. En México La Jornada y El Universal ya habían anunciado reducciones salariales para enfrentar la crisis económica que el coronavirus SARS-Cov2 ha ocasionado.

Son decisiones de empresas propietarias de medios, decisiones de empresarios y directivos que afectan a su plantilla laboral.

Y no solo afecta a periodistas, también afecta al personal operativo, administrativo y técnico de estas empresas; afecta a secretarias, mensajeros, prensistas, iluminadores, microfonistas, operadores de consolas, choferes, etc, etc.

Pero hay que destacar que los efectos en las y los periodistas sólo se han sumado a las de por sí precarias condiciones laborales que enfrentamos.

La falta de transparencia de las empresas de medios hace casi imposible conocer cuántos colegas tienen contratos de ley, con prestaciones, seguridad social, vacaciones, etc. No sabemos cuántos nos enfrentamos a la condición de contratos como prestadores de servicios; es decir, por honorarios y por tanto sin acceso a los beneficios que debería otorgar la ley laboral.

Más aún, al dedicarnos a una actividad esencial, la mayoría de periodistas no hemos dejado de salir a la calle a reportear y tener contacto con personas que podrían estar contagiadas por el coronavirus o ya padecer Covid-19.

Las empresas de medios no dotaron a sus periodistas de equipos de protección sanitaria para poder atender sus obligaciones de informar a la sociedad sobre esta realidad.

Al menos cinco periodistas y dos colegas que trabajan en oficinas de prensa han fallecido víctimas de esta pandemia.

En la última semana Ciro Gómez Leyva ha dicho públicamente que tres periodistas de su equipo en Radio Fórmula dieron positivo por Covid-19, pero ningún otro medio ha hecho ese ejercicio de transparencia.

Y es probable que haya colegas periodistas que puedan tener el virus en su organismo, pero no lo dicen por temor a perder su empleo, su única fuente de ingresos.

Esta es la otra pandemia que como gremio estamos enfrentando.

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