La crisis petrolera y La crisis sanitaria del coronavirus

Pláticas en el encierro 4*

Entrevista al Dr. Edgar Ocampo Téllez

Crónicas Ausentes

Lenin Torres Antonio

-México entre dos crisis, la sanitaria y la petrolera, por lo que se hace necesaria una reflexión seria e información cierta tanto de las condiciones en que México afronta la crisis sanitaria del coronavirus como la crisis petrolera. La historia de México no se puede concebir sin el tema petrolero. Últimamente paralelamente a la crisis sanitaria del COVID19 se ha venido hablando de la crisis petrolera que vive el mundo, desde esta perspectiva Dr. Edgar, que por cierto es un académico reconocido, que por mucho tiempo ha investigado el tema petrolero, ¿qué significado tienen la crisis petrolero para México?:

-Para poner en contexto la situación, hay que entender que es una crisis global, una crisis planetaria, el petrolero mueve todo, no es una crisis que le pegue únicamente a los países productores de petróleo, es una crisis que le pega al sistema de esta sociedad moderna, somos una sociedad que fue creada con base en la explotación intensiva de los hidrocarburos, fundamentalmente del petróleo. Todo el transporte mundial depende del petróleo, , y lo que el covid19 le está haciendo es afectando a la movilidad mundial, todos los autos están parados, todos los aviones están parados. El problema que tenemos, es como dos trenes que están en la misma vía a velocidades muy altas, exactamente en la dirección opuesta, por un lado, tenemos a una sociedad que fue creado con base en el petróleo, que todo funciona en base al petróleo, en general, los combustibles fósiles dominan como fuentes de energía a nivela planetario, aportan el 80% de la energía mundial, de ahí tenemos el 7% la madera utilizada de forma tradicional en regiones rurales, la hidráulica aporta el 4% y la nuclear que aporta el 2%, entonces la movilidad está basada en el petróleo y el covid19 está afectando a la movilidad, justamente es a la industria petrolera a la que más está afectado el covid19, todos los autos están parados, todos los aviones están en el suelo, los barcos ya no están cruzando los mares como lo estaban haciendo, los trenes tampoco están en movimiento, y eso implica una reducción en el consumo de los combustibles, como las gasolinas, las naftas, la turbosina para los aviones, el diesel que se utiliza en el transporte pesado, las refinerías no puede colocar ese tipo de combustibles en el mercado, no tienen ya donde almacenarlo, por lo tanto, han parado la recepción de crudo, y esto conlleva que los países productores en este momento no tienen dónde colocar su petróleo, y cerrar la producción petrolera no es tan fácil, no es así cómo lo hacemos en nuestras casas qué vamos cerrar la llave y lo hacemos y se acabo, no es tan fácil, implica inversiones muy fuertes, de largo plazo, de largo aliento que no pueden ser cerradas tan fácilmente. Lo vimos es que en estas primeras semanas de inmovilidad, la capacidad de almacenamiento de crudos y de combustibles permitió más o menos controlar los primeros momentos de la angustia del mercado petrolero, pero en el mes de abril se volvió crítica la situación, por eso vimos que el 20 de abril en Cushing Oklahoma el precio del barril de petróleo llegó a un nivel  nunca antes visto, menos cuarenta dólares, o sea los tenedores de futuros del barril de petróleo de West Texas International tenían que pagar 40 dólares para deshacerse de sus títulos, porque el martes 21 de abril, lo que ocurrió ahí es un simulacro de lo que va a ocurrir en las próximas semanas. La reducción, este paro brutal de la movilidad, porque todo el mundo está en casa, nadie sale, nadie viaja, nadie se mueve, ha implicado una reducción, una contracción de la demanda de petróleo de más o menos 30 millones de barriles al día, el mundo consumía más o menos en noviembre de 2019 100 millones de barriles de petróleo todos los días, de esos 100 millones, Estados Unidos aportaba 13 millones diarios, Rusia 10 millones diarios, Arabia Saudita 10 millones diarios, y así tenemos una serie de países, Irak, Irán, Kuwait, etc., que aportaban entre 3 y 4 millones de barriles de petróleo diariamente, una reducción tan rápida, tan brutal en un lapso tan corto no le permite a la industria petrolera ajustarse rápidamente, México es de los países petroleros menos afectados porque no tenemos una gran producción de petróleo, no tenemos ese problema de colocar en el mercado el petróleo volúmenes tan impresionante como lo hace Arabia Saudita, Rusia o los Estados Unidos, entonces tenemos una dinámica un poco diferente. Pero en sí el covid19 está afectado a la movilidad mundial, y está afectado a la industria más, aunque no nos guste ni estemos a favor de esta industria malévola, importante que es la industria petrolera, que nos provee la movilidad a nivel planetario, y ese es el problema. En México estamos sintiendo los efectos un poco después de lo que se está viviendo en los otros mercados, sin embargo toda esta disrupción que ocurrió en los mercados internacionales provocó el desplome de todos los crudos, el crudo mexicano está en 6 dólares, el canadiense está en 2 o 3 dólares, cuando en realidad el costo de producción está por arriba de los 25 dólares a nivel general, es decir las regiones más baratas del mundo cuesta 25 dólares y las más caras, como en Canadá, cuesta entre 60 o 70 dólares producir un barril de petróleo, en estos momentos la industria petrolera se está demoliendo, está siendo totalmente abatida, se está derrumbando, y es justamente la que provee la posibilidad de la movilidad.

-Dr. Edgar Ocampo, cuando nos habla de la dependencia y consumo que tiene el mundo del petróleo, que rondaba entre los 100 barriles diarios, y la contracción que ha sufrido la demanda de petróleo de más o menos 30 millones de barriles al día provocada por la inmovilidad planetaria a causa de la crisis sanitaria del coronavirus, son elementos que ignoramos cuando se habla de la crisis petrolera, y que además ésta es una crisis global, en ese sentido, ¿estamos hablando que un mundo se puede colapsar y puede entrar en recesión económica a partir de una crisis petrolera?

-Sí, es un escenario que debe ser considerado, en estos momentos no podemos desestimar ningún escenario, me parece que todas las naciones deberían establecer protocolos de reacción ante éste tipo de escenarios de colapso, el paro de la movilidad a nivel planetario en un breve tiempo de dos o tres meses le está afectando al sector petrolero de manera brutal, lo va a destruir, más o menos entre el 30% o 40% de esta industria petrolera, que nos permite la movilidad, va a quedar totalmente destruida, y estoy siendo mesurado en mis cálculos, podría ser hasta el 50%. El problema que tenemos es que cuando la pandemia pase y la economía mundial retome su vigor, la industria petrolera no esté a la altura, entonces haya un déficit o una escases brutal de petróleo, y ese es un riego muy grave, porque todo depende del petróleo. Uno de los sectores que más me preocupa en su dependencia con el petróleo, es el sistema agroalimentario, todo el sistema agroalimentario mundial es básicamente una máquina que transforma las calorías del petróleo en alimentos, desde que tu mueves el suelo, desde que tu lo fertilizas, entran en juego máquinas que consumen combustibles fósiles, que están hechas a base de derivados de combustible fósiles, mangueras, empaques, aceites, fluidos, llantas, todo tiene que ver con el petróleo, luego cosechar, luego transportar los alimentos requieren cantidades colosales de petróleo, refrigeración, el hecho que se puedan transporte los alimentos a los supermercados, los puntos de ventas, donde la gente con automóviles que también consume derivados del petróleo, vayan a comprarlos a y regresen a sus casas, y que tengamos refrigeradores para poderlos almacenar, y luego gas para poderlos cocinar, todo el sistema agroalimentario es básicamente una maquina que transforma calorías del petróleo en calorías de alimentos, se requiere más o menos 10 calorías de petróleo por cada caloría de alimentos que llega a nuestra mesa, ese es el sector que más me preocupa y que más puede ser afectado. Cómo está leyendo la industria petrolera la situación, la industria petrolera como no está siendo apoyada, va a ser apoyada en su momento, pero en este momento no la están apoyando, la industria está tomando medidas, la industria piensa toda la capacidad mundial de almacenamiento de crudo y de combustible está totalmente saturada, y ese almacenamiento que ronda los 4500 millones de barriles va a quedar ahí después de la crisis, y esa cantidad de almacenamiento va a tener que regresar al mercado y va a ser una competencia fuerte con los productores de petróleo, entonces los productores de petróleo no pueden meter el acelerador hasta que se agoten sus inventarios, en estos momentos son sobre inventarios, ese es por un lado, y por otro lado, las empresas petroleras están analizando que la crisis del covid19, esta terrible pandemia, y todas las medidas, van a afectar brutalmente la economía, por lo tanto la economía va a caer, no va haber tanto consumo de combustible, por lo tanto, no va haber tanta demanda de petróleo, entonces las empresas petroleras están haciendo ajustes muy rápidos, están despidiendo de forma masiva al personal, están recortando inversiones, están cancelando proyectos, y están parando las actividades, quiere decir que si la economía mundial llegará a tener una respuesta después de esta emergencia hacia el crecimiento, es muy probable que la industria petrolera no esté ahí para acompañarla, entonces tengamos un segundo golpe que va a ser un incremento brutal de los precios del petróleo, porque las compañías están pensando que la demanda va a estar baja y están tomando medidas muy drásticas, desde mi punto de vista medidas demasiadas drásticas, entonces cuando se recupere la economía, si la industria petrolera no está ahí, si nadie la va a apoyar, no vamos a tener ese combustible que permite la movilidad, ese es el riego a que nos enfrentamos.

-Dr., cuando se declara la pandemia del covid19 por parte de la OMS, hubo países que tardaron más tiempo en parar su economía, y aplicar la inmovilidad a la población, por ejemplo, España se resistió muchísimo, entre otros. En México permanente hubo una presión de la oposición al gobierno de la república que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuestionándolo por qué no paraba la economía, estas presiones también se dieron en los Estados Unidos, después de escucharlo podemos responder que no es fácil tomar estas decisión, porque implica desmovilizar la ciudadanía, y en una mundo donde la economía depende de esta movilización, para Usted ¿qué hubiera sido lo más racional ante estas emergencias sanitarias y económica, y si el mundo pudiera haber tenido las herramientas tanto intelectuales como de políticas públicas para enfrentarlas?

-El covid19 ha detonado o acelerado todas las crisis iniciatorias que ya estábamos empezando a visualizar, crisis ambiental, crisis del agua, crisis poblacional, crisis de los recursos energéticos, crisis de los recursos naturales, la especie humana después de la 2 Guerra Mundial empezó a desarrollarse de manera exponencial como un virus, como si fuéramos exactamente un virus, poblamos todo el planeta, lo arrasamos, lo destruimos, pusimos a nuestra disposición toda la biodiversidad, todo los recursos naturales, los ecosistemas los dañamos, abrimos minas, instalamos infraestructura industrial para nuestro servicio, carreteras, etc., no tuvimos como especie un sentido de la regulación, un sentido de la sobriedad, en el sentido de que no podemos ir más allá porque estamos pegándole a lo que nos sustenta. En especial de todas esas crisis iniciatorias de las que te hablo, del agua, del medio ambiente, de los bosques, de los mares, de las emisiones del CO2, a lo que me he dedicado es a la finitud de los recursos de los combustibles fósiles, porque esta sociedad fue creada con base a la explotación y al uso intensivo de los combustibles fósiles, petróleo, gas y carbón. Desde hace unos veinte años surgió la idea ingenua que podíamos sostener esta colosal sociedad con base en las energías renovables y eso es absolutamente falso. Las renovables no nos van a sacar del aprieto, las renovables ha sido un paliativo, un distractor, para pensar que ahora si podemos ser respetuosos con el medio ambiente, y no es así,  porque las renovables son una extensión tecnológica de los combustibles fósiles, porque cada pieza de estas energías renovables como la eólica, la solar, la hidráulica, la geotérmica, la biomasa, requieren de insumos colosales de combustibles fósiles, le seguimos pegando al planeta, no hemos recapacitados en el sentido que estamos llegando a los límites de nuestra capacidad de crecimiento, seguimos pensando que el confort va a seguir siendo el mismo, ahora con las energías renovables. Ya nos encontrábamos en una exacerbación de estas crisis iniciatorias, ya las veíamos, ya las estábamos viviendo que estaban llegando a la cúspide y llega el covid19, y el covid19 lo único que hace es acelerarlas, detonarlas y enfrentarnos a esta cruda realidad, el covid19 lo que hace fundamentalmente es destruir la economía, si hiciéramos un ejercicio mental, pensando que no existiera el covid19, pero que las medidas del covid19 están ahí, estamos cerrando hoteles, estamos cerrando restaurantes, estamos cerrando centros vacacionales, estamos cerrando el comercio, estamos cerrando la aviación, todo el transporte, la economía se está demoliendo, estamos más atento al problema del covid19, pero la realidad lo que está ocurriendo es la demolición de nuestra economía, y esa economía está impactando al sector que provee la energía para la movilidad, y no se están generado los protocolos para reaccionar a una situación así, y en caso que se generaran los protocolos para reaccionar a una situación así, esos protocolos van a ser creado para seguir en esta normalidad absurda que está llevando al colapso al planeta. Creo que la crisis del covbid19 nos debería permitir hacer una gran reflexión de lo que estamos haciendo con el planeta, y pensar que debemos ser una especie más sobria en relación con la tierra, con los ecosistemas, con la biodiversidad, respetando los ciclos naturales del planeta, y no seguir con esta obsesión absurda de crear confort, porque ahora que queremos cambiar los autos de combustión interna que funcionan con gasolinas por automóviles eléctrico, les doy una noticia, los automóviles eléctricos son peor, son más agresivos con el medio ambiente, por las materias primas con las que son fabricados, cobalto, grafeno, litio, etc., no va a cambiar en lo absoluto la situación, lo único que puede cambiar es hacer una gran reflexión, y ser más sobrios, más austeros, y empezar a tomar la decisión, que creo que Holanda empieza hablar de eso, uno de los países más desarrollados de Europa, se están haciendo el planteamiento de decrecimiento, es decir, vamos progresivamente a bajarle a nuestro colosal consumo, que considero obsceno, y seamos más rurales, más austeros, más en contacto con la naturaleza, ya hay muchos proyectos que ya se están desarrollando de premacultura, de agro ecología ,de comercio local, de restauración de suelos, bosques, ríos y litorales, etc., en vez de seguir pensando en comprar el último Ferrari eléctrico que va a ser cargado con energía eólica, eso es falso, son las grandes empresas monopólicas “renovables” que tienen exactamente el mismo comportamientos que las empresas petrolera tuvieron durante más de 100 años, es la invasión industrial del territorio por las infraestructuras renovables de la eólica y la solar, se tiene que desforestar, se tiene que desplazar a las comunidades, se tiene que agredir el suelo natural y rural, y no cambia en lo absoluto la situación, no vamos a mejorar con las energías renovables, lo único que puede mejor es reducir nuestro consumo, ser más humildes, pero somos la especie energivora más soberbia que hay sobre el planeta, y el covid19 nos ha venido a poner de rodillas, y a afectado justamente nuestro piedra angular que es la movilidad, nos encerró en casa, no nos deja usar el auto, no nos deja subir a los transportes, no nos deja subir a un avión, no podemos tomar cruceros, no podemos ir a las playas, le está pegando justamente a la plataforma base más importante de esta sociedad que es la movilidad, y mucha gente no lo entiende, y el impacto va a ser tan brutal que no vamos a regresar a los niveles que teníamos en noviembre del 2019, creo que la sociedad va a comenzar a entrar en un decrecimiento forzado por toda esta situación del covid19.

-Dr., cuando toca el tema que hay un desequilibrio de esa armonía con la naturaleza, como se ha situado el hombre como algo artificial a esa physis que está ahí, y nos situamos más allá de esa naturaleza, incluso en muchas ocasiones de una manera arrogante y pedante hablamos de defenderla, y siempre con un discurso retórico y de simulación, todo a partir de una narrativa que nos ha construido, algunos queriendo y otro no queriendo, el sistema neoliberal. Cuando usted habla que tenemos que aprender a limitar nuestros excesos, a bajarles unos rayitas a nuestra idea de mundo y sociedad, y al pensar que la única manera de ser feliz en éste mundo es subirnos a esos carriles de alta velocidad con nuestros automóviles y celulares de última generación, sitúan al hombre en esa paradoja, en esa contradicción, que nos ha llevado a ese terreno que Usted está poniendo el dedo en la llaga, si queremos volver a esa misma idea de mundo y sociedad, de los fines de la vida de esa narrativa neoliberal, sin darnos cuenta que estos significa tarde que temprano la aniquilación. Lo que me preocupa es que la sociedad no ha encontrado o construido una narrativa alterna a la del sistema neoliberal, o cuando menos ejerza una crítica exhaustiva de los fines de la vida. Cuando hablamos que nos paró en seco un microorganismo, detuvo nuestra arrogancia, y nos sitúa ante una situación límite. Si estamos hablando que la economía ya venía colapsándose, yo creo que aquí cabe muy bien volver al respeto de esa armonía con la physis, y evitar esa dependencia esquizofrénica de los combustibles fósiles. Cabe observar como el recorrido del coronavirus le está pegando a esos centros arquetipos de las sociedades modernas, de la movilidad, de la opulencia, del hedonismo, están siendo trastocados, violentados. Los intentos por hacer frente tanto al covid19 como a la crisis petrolera, hace poco en el caso de la crisis petrolera se firmo un acuerdo de reducir la producción de petróleo. Al respecto, ¿ve suficiente ese acuerdo o tardía?

-Voy a tratar de contestar tus preguntas desde la última hasta la primera que me hiciste, porque mencionaste varias veces neoliberalismo, y eso es importante. Los acuerdos que se han tratado de realizar para la reducción de petróleo son en realidad una especie de guerra destructiva contra los enemigos, contra tus competidores en el mercado, así vemos como Arabia Saudita sabe muy bien que tiene un colchón entre 14 a 16 dólares del costo de producción, y puede aguantar a pesar de perder, y Rusia también, quien no puede aguantar un precio de 20 dólares es Estados Unidos, todas las empresas, que son o menos alrededor de 9000 que se dedican a la explotación de petróleo y de gas en los Estados Unidos, todas quiebran con un precio de 20 dólares, en estos momentos está el WTI (West Texas International) de petróleo en 13 dólares el barril, ni siquiera está en 20 dólares, entonces los árabes y los rusos habían estado absorbiendo después de varios años el incremento constante de la producción de los Estados Unidos. La técnica de explotación del petróleo en los años recientes en los Estados Unidos se basa en la técnica fracking, esta controversial técnica que causa mucho daño ambiental, y que es muy intensiva en el uso del agua, de químicos que se inyectan al subsuelo, pero es una técnica no rentable, desde el 2008 la comenzaron utilizar y la producción de petróleo de los Estados Unidos comenzó a crecer, y empezó a invadir los mercados internacionales, primero el americano desplazando las importaciones de Arabia Saudita y de otras naciones, hasta llegar a exportar, entonces para regular, más o menos desde el 2016, el mercado internacional, Arabia Saudita y Rusia se habían puesto de acuerdo y la OPEP para ir bajando sus cuotas de producción para que no colapse el precio del petróleo, en esta ocasión tanto los árabes como los rusos aprovecharon la ocasión para destruir la industria americana del fracking, entonces simularon un pleito, una guerra de inundar el mercado del petróleo, entonces el precio se colapsó, el precio del petróleo árabe de menos de 20 dólares es una bomba atómica para los Estados Unidos. Para el caso particular de México, lo crítico es que todo el gas viene de Estados Unidos, y si la industria petrolera de Estados Unidos colapsa México estaría en una situación crítica, muy precaria, porque desde que se hizo la reforma energética 2012-2013 neoliberal, que abrió los hidrocarburos a la inversión privada, lo que hicieron fue conectarse a la explotación del fracking, ante esa situación México puede sufrir apagones y problemas de gas. Los acuerdos que se han llegado para paliar la crisis petrolera son ridículos, son absurdos, necesitamos reducir 30 millones de barriles al día, y lo que se puso sobre la mesa la OPEP, donde también participó México, fueron 10 millones, y no sirve para nada, no va a frenar la saturación del mercado, y el paro total de flujo de petróleo, y eso es lo interesante cuando se sature la capacidad de almacenamiento mundial se tengan que cerrar pozos petroleros forzosamente, sin acuerdos, todas las empresas tendrían que verter el petróleo a los ríos, a los terrenos, a los mares, y no creo que hagan eso, y tendrán que cerrar pozos, aunque cerrar un pozo petrolero no es tan fácil, implica operaciones muy especializadas para cerrarlos y abriros después. El problema que tenemos aquí, más que la situación coyuntural, lo que tenemos que analizar son las leyes generales que condicionan todo el comportamiento de lo que estamos viviendo, personalmente desde el 2004, 2005, empecé a entender que hay unas leyes básicas que condicionan nuestro comportamiento a la hora de aprovechar la energía, siempre necesitamos más energía. Desde que la humanidad empezó a desarrollarse en el área industrial, la característica es que cada día necesitamos más energía. Las energías renovables que se han propuestas para sustituir a los combustibles fósiles, es falso, no sustituyen, solamente se están agregando al colosal consumo de energía que estamos viviendo, entonces, hay leyes que condicionan todo lo que estamos haciendo, y no por meter renovables vamos a cambiar esas leyes, la única forma de modificar esas leyes es entendiéndolas, y tomando medidas para modificar esas leyes, es decir, no debemos generar energías a partir de otras, lo que debemos hacer es reducir el consumo de energía, pero eso implica decrecer, y a nadie le gusta decrecer, eso significa dejar el auto, debemos utilizar el transporte público, debemos utilizar la bicicleta, debemos de caminar, debemos evitar viajar hasta el otro lado del planeta para visitar zonas místicas, exóticas, y conformarnos con hacer turismo local, pero quién quiere hacer eso, nadie lo quiere hacer eso. Cuando se explica el problema desde esas implicaciones, la gente reacciona mal, la gente dice que eso no es posible, y que todo se va a recomponerse. Durante este confinamiento me nació la reflexión justamente, de como la especie humana es ciega al ver los riesgos a los que se está enfrentando, escribí en mi muro un término que se llama narcisismo antropocéntrico, que lo defino así, es el instinto soberbio del ser humano de reconocerse supremo e inmune a cualquier amenaza, “se va acabar los combustibles fósiles y va a colapsar la humanidad, no, eso no es real”, pese a saber que los combustibles fósiles son finitos y se van a agotar, y respecto a la industria petrolera me dicen que el petróleo nunca se va a acabar, “hay petróleo para miles de años” y eso es absolutamente falso. Lo que tenemos con el petróleo es que la parte más fácil ya se acabó, hemos agotado después de 100 años, con una extracción sistemática lo mejor, lo que podríamos llamar “la carne maciza”, nos queda la otra mitad, lo que llamaría “el hueso”, y es donde está el fracking de los Estados Unidos, que es el peor petróleo del mundo, nos queda el petróleo polar, el petróleo de Alberta Canadá, petróleos pesados, petróleo muy difícil de explotar, como el que está en Venezuela, en la Cuenca del Orinoco, incluso, te dicen que hay mucho petróleo en las aguas profundas, pero el peor petróleo que queda, nos va a costar más trabajo sacarlo, nos va a costar más maquinaria, más gente, más todo, y cuando haces una suma de todo esos que estás gastando y lo traduces en energía, hablamos de tasa de retorno energético, esa es una de las leyes fundamentales que nadie está observando, hace 100 años cuando comenzamos la extracción de petróleo, y la gente iba con sandalias, en burro, y llevaban mecates, no iban en vehículos, se invertía 1 barril de petróleo para sacar 100 barriles de petróleo de energía, en estos momentos estamos en una relación de 1 barril invertido para sacar sólo 5 barriles, esa tasa de retorno energético que es una ley que condiciona todo el proceso del aprovechamiento de la energía se está deteriorando a un ritmo brutal, y por eso el fracking es el más caro del mundo, y luego vienen a decirnos que están las renovables para continuar con esta obscena orgía de consumo de energía. Con el narcisismo antropocéntrico el hombre entra en negación, es un mecanismo de defensa característico de la especie humana que le impide reaccionar a las amenazas que ponen en riesgo su existencia.

 

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Semblanza: E D G A R O C A M P O T É L L E Z ocampo@inergy.lat www.inergy.lat 55 7334 3510 • Es Asesor en energía en el Senado de la República. • Es profesor invitado en la UNAM en diplomados de energía en temas de hidrocarburos, electricidad y energías renovables. • Es profesor invitado en el ITAM en el Diplomado “Programa Ejecutivo de Inversiones en Energía para Alta Dirección” en temas de hidrocarburos y electricidad. • Es profesor de Asignatura en la Universidad Politécnica de Energía de Hidalgo. • Colaboro en 2015 en la obra editorial “Reforma Energética y Desarrollo Industrial” de la UNAM, con el artículo “Niveles de Producción de Petróleo de México; Diferentes Escenarios”. • Colaboro en 2017 en la obra editorial “México 2018, La Responsabilidad del Porvenir” de la UNAM y el Colegio de México, con el artículo “Activos Energéticos y Desarrollo.”. • Ha publicado artículos en temas de energía en las revistas “PetroQuimex”, “Energy & Commerce”, “Energía a Debate” y “Petróleo y Electricidad”.

 

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