El Secretario de Hacienda inyecta optimismo

¡Caray! La egolatría y el autoritarismo del presidente Andrés Manuel López Obrador no permiten que asomen las voces sensatas pero autorizadas –creo que muy pocas– que hay en su gobierno.

Mi percepción personal es que la cotidianidad de sus conferencias mañaneras, esto es, su exposición diaria a los medios ha hecho que su palabra se desgaste.

Peor para él, por la forma en que se conduce, como reacciona, en que argumenta –si es que muchas cosas suyas se pueden considerar argumentos–, ha ido perdiendo credibilidad. Mucha, a mi juicio.

Por eso resulta tranquilizante, ante tanta incertidumbre por los bandazos presidenciales, ante tantas contradicciones, que de pronto surja una voz autorizada, que sí sabe, y aborde temas que preocupan a todos los mexicanos.

El diario El País publicó ayer una extensa cuanto clarificante y, insisto, tranquilizante –hasta donde es posible– entrevista con el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, quien con toda sutileza corrigió a López Obrador (a ningún diario de México había hecho declaraciones).

Bien argumentado también, siempre de acuerdo a como va la dinámica del modelo epidemiológico, adelantó que si continúa la situación del coronavirus como está, se puede abrir el país a partir del 17 de mayo y que solo seis zonas, las de la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Tijuana, Cancún y la metropolitana de Puebla, abrirían hasta el 1 de junio.

Me guío por el espejo de los pequeños y medianos comerciantes y empresarios locales para afirmar que su pronóstico inyecta optimismo, dentro de la gravedad de la situación, porque están desesperados por la paralización de la economía que los ha afectado y por las consecuencias que habrá, quién sabe por cuánto tiempo.

Ellos no quieren regresar a la normalidad porque ya estén hartos de permanecer encerrados en sus casas (aunque puede que una parte sí) sino para reabrir sus comercios, sus negocios, sus fuentes de ingresos, para muchos de sobrevivencia.

Irrita a AMLO créditos del BID

La tarde del domingo se informó que el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) había pactado con el Banco Interamericano de Desarrollo, BID Invest, una línea de crédito por 12 mil millones de dólares al año para financiar hasta 30 mil micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) ligadas a las cadenas de valor de las grandes empresas del país.

Fue tan buena la decisión que la propia secretaria de Economía, Graciela Márquez, dio la bienvenida a esos créditos porque reconoció que las empresas necesitan de apoyo, mientras que el canciller Marcelo Ebrard  comentó que se trataba de una “muy oportuna iniciativa para proteger a nuestra planta productiva y el empleo”. Se aclaró también que el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, había dado “su respaldo” a la decisión y que de ninguna forma el gobierno mexicano iba a participar directamente.

¡Uf! Para qué. El presidente hizo un gran berrinche. “No me gusta mucho el modito de que se pongan de acuerdo y quieren imponernos sus planes… ¿Cómo que se hace un acuerdo y que Hacienda lo avale? ¿Qué estamos aquí de florero, de adorno?”, dijo enchilado porque él no hizo el anuncio y porque le rompieron su monopolio de ser únicamente quien otorgue apoyos, lo que lo exhibió por su total desconocimiento del tema.

Se olvidó, o hizo como que no se acordaba, que él sistemáticamente se ha negado a apoyar a las Mipymes con estímulos fiscales, como darles tiempo para pagar sus impuestos dada la situación, privilegiando su bandera electoral de que primero los pobres, lo que llevó a que en la columna “Templo Mayor” del diario Reforma se dijera ayer, en términos beisbolísticos, que ni picha, ni cacha, ni deja batear.

Herrera corrige al presidente

En la larga entrevista con el El País la mañana del lunes, los reporteros Javier Lafuente e Isabella Cota le mencionaron la reacción del presidente y le preguntaron si él había dado su respaldo al BID y al CMN sin comunicárselo.

“Ni siquiera es necesario”, respondió y dio su explicación, que exhibe el desconocimiento que tiene AMLO del tema.

“Es una línea de crédito aprobada hace dos años, esta es la segunda fase. Yo creo que ha sido una confusión… Estos organismos, hace décadas, se dieron cuenta de que en países en desarrollo los mercados no necesariamente estaban funcionando de forma óptima y tenía que haber un mecanismo que prestara directamente al sector privado, que es el BID Invest”.

Entonces, muy hábilmente, justificó al tabasqueño. Le preguntaron si la confusión era del presidente o de los empresarios. “Yo creo que de la forma en que se realizó la pregunta al presidente”, respondió.

Los periodistas españoles volvieron a la carga. Lo cuestionaron sobre si se sentía “desautorizado”. Su respuesta fue que no. Justificó de nuevo a su jefe: “de hecho hace algunos días tuvimos una reunión, en la que hablamos de las posibles fuentes de financiación al sector privado y se habló de estos mecanismos y no tuvo ninguna objeción. Al contrario, nos dijo que lo facilitáramos en la medida de lo posible”.

De nuevo: “Si estos créditos ya estaban y son unos entre muchos que dan, ¿por qué le molestó tanto al presidente?” “Porque él no sabía que eran unos de los muchos que están”, respondió pero dejando la idea de que López Obrador habla luego sin saber.

Abundó en explicaciones sobre las medidas que se han tomado y que dejan una sensación de alivio al saber que hay voces autorizadas que hacen pensar que gracias a ellas el país no se ha ido al precipicio.

Veracruz encabeza gestión de créditos

Sorpresivamente, ayer estuvo en Xalapa y en Coatepec, en plan de trabajo, la Subsecretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, y durante su visita  reconoció que se está trabajando bien en Veracruz y que el Estado va en primer lugar, “tengo que decirlo”, en la gestión de créditos de 25 mil pesos para pequeños empresarios y negocios familiares, que les permitan afrontar la crisis económica.

Hizo un buen anuncio para las madres trabajadoras. Esta semana les entregarán tarjetas del Programa de Apoyo para Niños y Niñas, con lo que ya no tendrán que hacer cola en Telecomm para cobrar.

Recordó que el Estado es de los de mayor población, que tiene los mayores padrones de los Programas de Bienestar. Habló de una “derrama económica grande” pues ya casi llegan a 900 mil adultos mayores a los que otorgan apoyos, así como a 10 mil discapacitados, más las becas para jóvenes estudiantes.

Mencionó también que “afortunadamente hay un equipo que está muy dedicado a ello”, no obstante los riesgos sanitarios, en clara alusión al delegado federal Manuel Huerta y su equipo de trabajo.

En cuanto a los créditos a la palabra, comentó que no eran parte del escenario que se tenía programado para este ejercicio, que no estaba en mente del presidente, pero ante las circunstancias se tomó la decisión de que la banca de desarrollo financiara al pequeño empresario, a la empresa familiar. “Se dispuso de la caja del gobierno para los más pobres”.

Se refirió a los créditos que dará el IMSS a los patrones que no despidieron trabajadores, a los del INFONAVIT para vivienda, a los del ISSSTE para trabajadores. En fin.

 

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