Se puede considerar que, para toda circunstancia, existe una frase o un refrán popular que puede calificar perfectamente el momento que se está viviendo. Forman las frases, dichos o refranes parte de la tradición oral que se transmite de generación en generación. En ellos se recuperan pensamientos, consejos o enseñanzas, haciendo analogías o comparaciones con situaciones de la vida cotidiana y comportamientos del ser humano.
En las frases o refranes que utilicemos para calificar actos o hechos de las personas, se refleja la idiosincrasia de cada pueblo, considerándose que son tan antiguos como las mismas enseñanzas populares que puedan referirse a una comparación de determinada situación; y, según se indica que, en la época de los faraones en el antiguo Egipto, que consideraban al gato como animal sagrado y que por ellos se comunicaban los dioses con el pueblo y debido a la facilidad de los gatos de caer de pie y continuar con su carrera normal, se les consideraba que tenían siete vidas, apareciendo el dicho o refrán de: “Tiene siete vidas como el gato”.
Muchas otras frases se han hecho célebres por haberlas pronunciado algún personaje que la historia recuerda, y a su vez en ellas se manifiesta el carácter y personalidad de quien la haya proferido. Vale la pena recordar una frase que se atribuye a Emiliano Zapata: – “Quiero morir siendo esclavo de los principios, no de los hombres”. – A Abraham Lincoln se atribuye haber señalado: “La felicidad de cada hombre es su propia responsabilidad”. George Washington, mencionó: – “No hay que mirar hacia atrás a menos que sea para obtener lecciones útiles de los errores del pasado”. John Quincy Adams, expresó: – “Si tus acciones inspiran a otros a soñar, a ser, a aprender y a hacer más, eres líder”. A Thomas Jefferson se le atribuye lo siguiente: – “El hombre que no les teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras”. Existe una frase declarada por Ronald Reagan: – “La primera obligación del gobierno es proteger a la gente, no dirigir sus vidas”.
Pero muchas frases populares las han usado también personajes de la vida política, siendo necesario recapacitar sobre bastantes de ellas que tienen su propia filosofía, aunque algunas expresiones rayan en la vulgaridad, o se usan para denostar o insultar; las hay con su carácter picaresco también, recuerdo que hace ya muchos años, estando quien escribe estas líneas en el puerto de Mazatlán, me topé con quien en ese momento era el gobernante de nuestro Estado de Durango, que, aunque omitiré su nombre por respeto, estoy seguro que muchos de mis pocos lectores sabrán de quien se trata, debido su astucia y agudeza. Estando platicando que él, pasaron unas mujeres en bikini, bastante altas y muy bien formadas; al darme cuenta de que el gobernador les clavó los ojos, hice el comentario siguiente: – “Grandotas, aunque me peguen”, pero de inmediato él agregó: – “Y culonas, aunque me pean”.
No debe faltar el comentario desagradable y sumamente lamentable de los sucesos de violencia que padece el país, y más aún el reciente de la familia LeBarón, quienes juntamente con Javier Sicilia, a quien le asesinaron a su hijo en marzo del 2011, quienes el pasado domingo 26 encabezaron la “Caminata por la Verdad, Paz y Justicia”, quienes después de marchar por cuatro días llegaron a las afueras de palacio nacional, a donde ya sabían que el presidente no podría recibirlos. Pero es propio de todas aquellas familias que han sido víctimas de la delincuencia, que han perdido a sus seres queridos y que no se ha procedido fidedignamente contra nadie de los agresores, entender su frustración y coraje y poder hacer de ellos la siguiente frase: “Ponte en mi lugar y entenderás mi comportamiento”.
Pero ya que hablamos de calidad de las personas que utilizan algunos dichos o frases notorias, ante el reclamo de quienes integraban la “Caminata por la Verdad, Paz y Justicia” y, a quienes nos sumamos en su agravio, que además fueron violentados por seguidores del presidente de la república al llegar al zócalo, aunado al rechazo del presidente de recibirlos en palacio nacional, el subsecretario de Gobernación Federal, Ricardo Peralta Saucedo, publicó un Tuit, indicando: – “A chillidos de marrano, oídos de chicharronero.#Refran de #FelizLunes— Ricardo Peralta S (@Ricar_peralta) January 27, 2020”.
Aunque posteriormente se haya negado, existe otro dicho popular que viene al caso: “Tiras la piedra y escondes la mano”, puede ser que en sus mocedades el subsecretario se hubiera divertido “tocando el timbre y salir corriendo”, pues eso de, tirar la piedra y después decir yo no, es no responsabilizarse de las repercusiones que haya tenido el lanzamiento de la piedra.
Ante lo pronunciado por el subsecretario, es posible recordar algo que mencionó Buda: “La lengua es como un cuchillo afilado: mata sin sacar sangre”. O recordar una frase del dominio popular: “La falta de compasión puede ser tan vulgar como el exceso de lágrimas”; Pietro Metastasio, reclamó: “Sin piedad la justicia se torna crueldad. Y la piedad sin justicia es debilidad”. Vale la pena hacer notar lo referido por Martin Luther King jr.: “La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes”. Dalai Lama formuló: “El problema humano básico es la falta de compasión. Mientras este problema subsista, subsistirán los demás problemas. Si se resuelve, podemos esperar días más felices”
Y así como analizamos la calidad de la persona por las frases que emiten, así también, existen otras que pronuncian dichos, frases o refranes que, aunque ya muy conocidas se han convertido en cotidianos, como: “Me canso ganso”, o “Yo tengo otros datos”, y aunque se esté criticando, evadiendo, responsabilidades y culpando a los demás, y en pocas palabras, creando tempestades y posteriormente queriendo huir de la lluvia, aparece un: “Amor y paz” o, “No caeremos en provocaciones”. Malcolm X, prudentemente manifestó: “No debes estar tan cegado por el patriotismo que no te permita afrontar la realidad. Lo que está mal está mal, no importa quién lo diga”.