Lo que hoy estamos viendo que ocurre en el País derivado de esta pandemia llamada COVID-19 es sumamente catastrófico, espeluznante y mucho pero mucho muy preocupante, para nadie es mentira que los esfuerzos realizados por los tres órdenes de gobierno han quedado rebasados en su totalidad, ya sea porque no hay los suficientes insumos médicos para atender esta contingencia sanitaria o porque no se cuenta con el personal especializado en el manejo de esta delicada situación, sea como sea las cosas no marchan nada bien y hay quienes dicen que se pondrá peor (esperemos que no sea así).
Ante esta enorme tragedia mundial y que por supuesto atañe a México, también ha habido funcionarios federales, estatales o municipales, que se han querido o más bien se han aprovechado de esta complicada situación, implicando empresas de su propiedad o de amigos cercanos para obtener ganancias personales aprovechándose cobardemente de la tragedia humana, las redes no perdonan y todo se sabe, afortunadamente los han desenmascarado y señalado.
La vida en tu totalidad sin duda alguna nos cambiara y en su mayoría considero que para bien, el encierro permanente nos ha obligado a hacer más creativos en todos los sentidos, más humanos, más cercanos a la familia, mucho más comprensivos y tolerantes con nosotros mismos y con la gente. Se deberán de rehacer agendas de trabajo, de vida y de familia, la forma de subsistir del ser humano después de esta pandemia se transformara, nos reinventaremos, será como si volviéramos a nacer, a aprender y a razonar, es como dicen un nuevo orden mundial.
Pero también hay que decir que dentro de todo esto, está la enorme tragedia de haber perdido muchas vidas, de seres queridos, de amigos, de familiares, de conocidos, de vecinos; el infortunio de ver quebradas miles de empresas que ante la situación económica precaria que vive el País y la carencia de apoyos suficientes y una estrategia de apoyo empresarial con idea y bien orientada quedaran sin empleo miles de personas, no solo en nuestro País, sino en el mundo entero; Sin embargo, nos queda el consuelo de que sin lugar a dudas saldremos más fortalecidos y unidos de esta desgracia mundial, con una nueva actitud, un nuevo panorama y sobre todo una nueva idea de que la vida es una y hay que aprovecharla al máximo. Veremos qué pasa.
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