En el año 2000, luego de más de 70 años de hegemonía, el PRI perdió por primera vez la presidencia de la república.
Como ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador despertó un gran apoyo ciudadano, entonces Vicente Fox Quesada apareció como la gran esperanza que México había estado esperando.
Resultó una gran decepción. Mantuvo el estado de cosas, cayó en la corrupción o la permitió (con los hijos de Martha Sahagún, por ejemplo) y fue el hazmerreir de todo el mundo por su ignorancia.
Su sucesor Felipe Calderón no hizo mucho la diferencia. Siguió gobernando al estilo del PRI y desató una guerra contra la delincuencia organizada en forma equivocada.
La decepción ciudadana no aguantó más. En apenas 12 años llevó de nuevo al PRI al poder en la persona de Enrique Peña Nieto, alentada porque el priismo decía que ya había aprendido la lección, esto es, que no volvería a caer en sus vicios.
Fue más de los mismo y, ahora sí, al electorado se le volteó totalmente y se volcó como nunca a favor de Andrés Manuel López Obrador que ganó con 30 históricos millones de votos.
Si bien AMLO conserva su base, perdió ya la mayoría que lo apoyó, de acuerdo a la encuesta de El Financiero del lunes pasado.
Cuando inició su gobierno tenía un apoyo ciudadano de 46 por ciento. Hoy es de sólo 18 por ciento. En enero de este año todavía era de 33 por ciento, de acuerdo con la encuesta.
Pero algo que apunta el encuestador Alejandro Moreno, que hizo la medición, llama mucho la atención: a pesar de esta caída en las preferencias ciudadanas, Morena se mantiene como primera fuerza, ya que los ciudadanos que han desertado de ese partido no han trasladado su apoyo a ningún otro.
Apunta que todos los que se alejaron del ahora partido oficial, que suman 59 por ciento, se fueron a las filas de quienes no votarían por ninguno de los partidos que existen, o están indecisos
“La proporción de electores que no apoyan a ningún partido o que están indecisos creció de poco más de 30 por ciento en los primeros meses del gobierno de López Obrador, a poco más de 40 por ciento en la segunda mitad de 2019, y a 57 y 59 por ciento en febrero y marzo de este año. El alejamiento respecto a Morena es reciente”.
Creo que la explicación estaría en el desacuerdo en cómo el presidente ha manejado la crisis económica y la de la pandemia del Coronavid-19.
Aunque muchos mexicanos le han dado la espalda a Morena, eso no se ha traducido en un mayor apoyo a otros partidos políticos, aunque sí pone al partido del Presidente en una situación más competida, agrega el encuestador.
Con otro dato interesante: en buena medida, las bajas en apoyo a Morena reflejan la disminución en los niveles de aprobación al presidente, pero la encuesta revela que el rechazo al mandatario ha sido más leve que el abandono al partido.
Lo explica diciendo que se debe, en parte, a que el presidente ha perdido principalmente apoyo entre los ciudadanos con mayores niveles de escolaridad, mientras que Morena ha perdido apoyo entre todos los segmentos sociales, altos y bajos, por igual.
La medición diaria que Mitofsky está realizando para El Economista parece confirmar lo anterior: en febrero el presidente cerró con una aprobación de 55.6 por ciento pero el 30 de marzo por primera cayó debajo de la media: 49.2 por ciento. De ahí siguió en caída y el 12 de abril llegó a su nivel más bajo: 46.5 por ciento, aunque a partir de entonces ha vuelto a repuntar y ayer tenía una aprobación de 52.9 por ciento (el martes había llegado a 53.2).
¿Por qué quienes se han alejado de Morena no se han ido al PAN, al PRI o a cualquier otro partido? Pienso que porque terminaron por decepcionarse de cualquier formación política.
Diversas lecturas se dieron al hecho de que sin venir al caso el presidente reviviera el martes el tema de la revocación de mandato y planteara realizar una consulta en 2021, como originalmente pretendía, y no en 2022, como lo obligó la oposición a que cambiara.
Soy de los que piensa que al presidente sí le preocupó el resultado de la encuesta (que además internamente ellos realizan una diariamente y los resultados debieron ser parecidos) y por eso quiso volver a su consulta para sacudir al electorado y tratar de recuperarlo. No lo veo fácil.
Además, él y sus asesores deben estar convencidos que les pegará el número de víctimas por la pandemia, así como la grave crisis económica que se avecina.
Por lo pronto, hay un alto porcentaje del electorado que ha quedado en el aire, que no muestra preferencia ahora por ningún partido, ni siquiera por Morena. Para mí, sin duda, están decepcionados de todos. ¿Los nuevos partidos, nacionales y estatales –el INE aprobó ya los cuatro nuevos del Estado: Todos por Veracruz, Unidad Veracruzana, Bienestar y Justicia Social, y Podemos– son la solución? ¿O en la próxima elección habrá un abstencionismo histórico?
“No es cuento, estamos trabajando”
Como columnista mi interés es con los lectores. Analizo con sentido crítico pero reconozco cuando las cosas se hacen bien y señalo cuando no. Hay muchos testimonios de ello. No tengo preferencia por ningún partido político y ahora me ocupo más de Morena y de sus gobiernos, estatal y federal, porque están en el ejercicio del poder. Pero este es un espacio abierto a todas las corrientes. Así será siempre.
El delegado federal Manuel Huerta reconoció que el martes pasado me ocupé de lo que me comentó sobre el trabajo que realizan. Me dijo que a las críticas responden con hechos. “Somos respetuosos de la libertad de expresión. Nosotros fuimos oposición y no vamos a caer en lo que nos hicieron a nosotros. Sí defendemos nuestro derecho a dar también nuestra versión”. “Estamos trabajando, no es cuento”.
Aprovechó para proporcionarme nueva información. “Seguimos dispersando recursos para ayudar a quienes más lo necesitan en este momento delicado para el país”.
Expresó que una vez que terminaron el pago a adultos mayores y a personas con discapacidad, el martes inició recorridos por colonias de Xalapa para entregar tandas a minoristas y pequeños comerciantes.
Me informó que 662 mil 321 adultos mayores de todo el Estado recibieron 3 mil 523 millones 273 mil 820 pesos (el bimestre actual y uno adelantado) mientras que 58 mil 995 personas con discapacidad cobraron en total 312 millones 838 mil 480 pesos.
Me envió gráficas de algunos beneficiados con las tandas. “Nunca habían recibido un apoyo de algún gobierno, me lo dijeron y tú mismo puedes preguntarles”.
Las gráficas muestran al dueño de una pequeña florería, a una familia vendedora de elotes y esquites y a la dueña de una miscelánea, de las colonias El Sumidero, 10 de Mayo y Constituyentes, respectivamente (me dio detalles de todos).
A cada uno le dieron una tanda de 6 mil pesos, que podrán pagar en diez meses sin intereses; si lo hacen entonces les otorgarán 10 mil pesos. “Ahora es cuando lo necesitan y nosotros estamos presentes”.
“El gobierno de López Obrador no descuida a los sectores vulnerables que requieren apoyo para sus necesidades básicas, compra de alimentos, de medicinas”.