Violencia de género y cuarentena

Las redes sociales, esa plaza pública donde todos opinamos de todo y donde somos relajientos a morir, ahora lo somos más; como para conjurar el miedo que nos provoca un virus que ni se ve, del que dudamos de su existencia porque admitirlo es aceptar la inminencia de la muerte que puede llegar con una lágrima o con un moco, ahora las redes están inundadas de chistes sobre el coronavirus y, debido a la cuarentena, sobre lo difícil que es convivir de tiempo completo con nuestra propia familia.

La mayoría se lo toma a chunga, se hacen memes sobre peleas, divorcios, niños que tienen a sus mamás hasta la coronilla porque encima tienen que hacer el trabajo normal y el de maestras, del aburrimiento de los que verdaderamente se quedan en casa o las críticas a los que desafían el peligro de contagio. De lo que se habla poco es de la realidad que viven muchas mujeres que conviven con parejas violentas, para las que el tiempo de trabajo resultaba un alivio, pero de pronto un virus chino, las encajonó en un ambiente opresivo 24/7.

Grupos feministas ya lo habían señalado, pero el tema se colocó en la agenda social hasta que la conferencia de prensa del 26 de marzo para actualizar la información sobre la pandemia fue presidida por cuatro altas funcionarias que abordaron el tema de la cuarentena con perspectiva de género y en la que el subsecretario de prevención y promoción de la salud, Hugo López Gatell, habló de la violencia de género como un problema de salud pública.

Allí, en síntesis, Ana Lucía de la Garza, Nadine Gasman, Lorena Rodríguez-Bores y Karla Berdichevsky respectivamente directora de Investigación Operativa Epidemiológica, presidenta del Inmujeres, secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental y directora general del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva abordaron las distintas formas que puede adquirir o acendrarse la violencia de género en una situación de aislamiento. Informaron además que el 911 estará disponible para recibir denuncias por este motivo.

Se trata sin duda de un logro que tuvo la movilización de mujeres el pasado ocho de marzo y el paro del día siguiente. Cualquier gobierno que hubiera pasado el tema por alto sería muy miope. No se puede escamotear el acierto institucional porque la miopía tampoco puede ser tan grande como para ignorar que dentro de las fases uno y dos de la contingencia se incrementó, sólo en la Ciudad de México, en 7.2% el número de investigaciones con detenidos por denuncias del delito de violencia familiar. Entre el 9 de febrero y el 25 de marzo pasado se abrieron 1,608 carpetas de investigación.  En ese lapso, en 103 de las indagatorias hubo un detenido, frente a las 96 del mes anterior.

Otro dato que revela el aumento de la violencia contra las mujeres en esta cuarentena —como si creyéramos que eso no era posible— es la saturación de los refugios para mujeres violentadas. Las organizaciones de la sociedad civil han reportado que en estas semanas de contingencia se ha registrado la saturación de refugios en Guanajuato, Aguascalientes y Morelos.

Ante esta situación, el Poder Judicial de la CdMx señaló que las mujeres víctimas de agresión durante este periodo de contingencia no necesitarán acudir ante un Ministerio Público a presentar su denuncia para tener derecho a las medidas precautorias que salvaguarden su vida y la de sus hijos, estas se cumplirán en tanto se define la situación legal.

Además de la Ciudad de México, los gobiernos de Michoacán, Quintana Roo y Morelos anunciaron medidas específicas para prevenir y atender la violencia de género mientras dura el aislamiento, en la ciudad de León, Guanajuato se puso en marcha “info mujeres León”.

La relatora especial sobre la violencia contra la mujer de las Naciones Unidas, Dubravka Simonovic, instó a los gobiernos de todo el mundo a tomar acciones que protejan a las mujeres de la violencia ante las medidas restrictivas que impone la pandemia.

En México, es posible que otros gobiernos estatales estén tomando medidas para armonizar las acciones que ha presentado el gobierno federal, pero es difícil localizar información sobre ello y si una búsqueda dirigida no localiza los datos, es aun más difícil para las mujeres víctimas de violencia saber cómo y dónde solicitar apoyo en estas circunstancias doblemente difíciles.

Es necesario tomar medidas y difundirlas, coordinarse con los grupos de la sociedad civil para canalizar de manera más eficiente la información, porque lo cierto es que después del 26 de marzo en que se afirmó de manera enfática que la violencia de género es un problema de salud pública, las acciones gubernamentales para abordarlo ya no está en la agenda, han quedado sepultadas entre los miles de memes chistosos que circulan para aligerar la cuarentena, el saludo a la mamá del “Chapo”, la declaración de emergencia sanitaria, el alargamiento del periodo de aislamiento, la pobreza del gobernador de Puebla gracias a la cual se mantiene sano y hasta que el subsecretario Hugo López Gatell se ha convertido en el crush de una gran cantidad de fans.

ramirezmorales.pilar@gmail.com

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