Vaya paradoja! El partido mayoritario que arrasó con los partidos corruptos y ambiciosos, está a punto de fenecer por lo mismo. MORENA va en picada. Tiene el repudio de la opinión pública, pues en poco tiempo se mostraron iguales a los que tanto señalaron. De nada ha servido la trillada excusa diaria, culpando a los conservadores y neoliberales de sus fracasos como gobierno. El Tlatoani muestra soberbia, necedad, obsesión y se le considera más estulto que Peña Nieto, cuestión que debe calar. Desde la manifestación de las mujeres, a la pandemia se le cayó la máscara. Ni al caso enumerar los adjetivos y burlas, a su pequeñez como mandatario. Resurge aquel “estamos hasta la madre!” y si no pueden renuncien. Sus decretos no funcionan y los actos de corrupción de los MORENOS, trascienden como el del gobernador de Veracruz y su gavilla. La soberbia de MORENA, es la misma que hundió al PRI y al PAN. Se deslizan vertiginosamente, como la figura de un AMLO a quien hombres de ciencia califican de ezquizofrénico. Esa similitud con el pasado, será su tumba. Omisiones e ineptitud.