El zarandajo presidente

“Sólo es útil el conocimiento que nos hace mejores.” – Sócrates.

 

Cuentan que en tiempos de la más reciente pandemia que el mundo enfrentaba todos los presidentes, presidentas, primeros ministras y ministros, jefas y jefes de gobierno del orbe establecían acciones para proteger a su población de los efectos del temido Covid-19.

Un virus al que le adjudican un origen en laboratorios de Estados Unidos o en un mercado de Wuhan en China, sin que hasta el momento se tenga certeza cierta de si fue una mutación o una especie de arma biológica.

Mientras los expertos lo determinan, en México su presidente actua en sentido contrario a las acciones que sus demás homólogos ejecutan, mientras por un lado ellos hablan de planes sanitarios y económicos para frenar la crisis que se avecina, el indolente mandatario invita a su pueblo a salir a la calle y comer en restaurantes y fondas.

El proceder del zarandajo presidente ofende, lastima, pero quizá podría calificársele de criminal, pues el costo que habrá de sobrevenir será mayúsculo.

Y es que, aunque fuera la vida de una sola persona, la actuación del prócer tabasqueño es ya señalada por todas las naciones del mundo como la de un irresponsable.

El pasado 17 de marzo el diario suizo “Tages Anzeiger” publicó un artículo del periodista Sandro Benini, titulado “Wo das Coronavirus am gefährlichsten ist” (Donde el Coronavirus es más peligroso) en el que califican la actitud del dignatario mexicano Andrés Manuel López Obrador como “la irresponsabilidad galopante”. https://www.tagesanzeiger.ch/ausland/asien-und-ozeanien/die-hoffnung-soll-ansteckend-sein/story/30408055

El periodista da cuenta de una gira por el estado de Guerrero en donde afirma que las cosas dichas por el Ejecutivo resultan ser involuntariamente graciosas al denostar la peligrosidad de la pandemia del coronavirus.

Para López Obrador, en un país sin corrupción –su México-, siempre hay suficiente dinero para combatir la enfermedad –coronavirus- con éxito. Y una nación con una cultura tan venerable como México ya está preparada. Esa es la locura desatada, la irresponsabilidad galopante de la que habla el propio Sandro Benini.

La declaración realizada en Oaxaca el pasado fin de semana en donde el propio López Obrador hace un llamado a salir de casa, a ir a restaurantes y fondas porque así se apoya a la economía nacional, advirtiendo que el habrá de decirnos cuando deberemos de confinarnos a esta cuarentena para evitar el contagio, habla de una patológica conducta que raya en lo criminal.

Y es que al parecer el manto moralizador del presidente le otorga capacidades visionarias para saber cuándo y en qué momento se habrá de contener socialmente la pandemia.

El señalamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de colocar a México en fase dos de transmisión del Covid-19, https://www.reforma.com/ubica-oms-a-mexico-en-fase-2-de-covid-19/ar1903055?v=6 es la confirmación de como observan ya a nivel global al “zarandajo” presidente López y a su gobierno.

 

Sextante

Cuestionable el anunció del diputado Omar Miranda Romero, coordinador de la Fracción Parlamentaria del PAN en el Congreso en estos tiempos de emergencia sanitaria y económica.

Y es que su auto cacareada propuesta para crear un subsidio del 99 por ciento en la tarifa del agua a los adultos mayores de 60 años y del 50 por ciento de descuento a las colonias de alta marginación de la capital, nos cuestiona si se vale lucrar con temas así en tiempos de crisis.

Sería conveniente esperar a que la iniciativa prosperé… y de ser así, quizá entonces anotársela como un gran logró, mientras tanto, la acción se ve más como un acto de promoción meramente personal, en aras de alcanzar un puesto que en una acción que lo acerque a la sociedad.

Aguas mi diputado, que de buenas intenciones está empedrado el camino hacia el infierno, que de nada sirven los buenos propósitos si no van acompañados de obras.

 

Al tiempo.

 

astrolabiopoliticomx@gmail.com

Twitter: @LuisBaqueiro_mx

Related posts

Esteban Bautista Hernández: El maestro

El proyecto se llama Veracruz

Mojarse los zapatos ¿responsabilidad del político?