* Esposa de Wade, acusada por narcomenudeo * Del DIF al penal * Los pataleos de Saúl * Insabi carece de equipo para enfrentar la pandemia * Carrera Bernal ve a Vasconcelos como candidato independiente * Ramírez Cuéllar, peor que Yeidckol * Carranza: contratos con tufo a corrupción * Uno de 15.5 millones carece de firma de la síndica
MUSSIO CARDENAS ARELLANO
“Voy por la candidatura independiente”: Carlos Vasconcelos
Publicada en mussiocardenas.com
23 de marzo de 2020
Jugadora empedernida, Reyna León solía transpirar casino, el bingo y el black jack, sentir el desenfreno por ganar, irreverente a su condición de presidenta del DIF en Minatitlán. Adicta a la suerte, quiso Su Majestad jugar con fuego, elevar la adrenalina, y se quemó.
Tras las rejas, la ex primera dama ya no luce soberbia como gustaba ser. “Se presume inocente mientras no se demuestre su responsabilidad”, reza la etiqueta de su ficha penal dándole un toque amargo a un episodio impensado, a las ínfulas de la señora del cacique sindical. Hoy tiene que enfrentar la ley.
Vive su tragedia con su hija Reyna Isabel Wade León, apañadas las dos en un departamento de Puebla, saldo de una pesquisa de la Fiscalía General de aquel estado contra una banda delictiva imputada de secuestro exprés, robo de vehículos, el tráfico de drogas que tanto deja, el acopio de armas para ejercer violencia, hallándoles uniformes e insignias de fuerzas de seguridad.
Su aprehensión en Puebla, sacude al gremio petrolero, a la estructura de poder de su esposo, el vetusto dirigente Jorge Wade González, heredero de las glorias de Sergio Martínez Mendoza, Sebastián Guzmán Cabrera, David Ramírez Cruz, Pablo Pavón Vinales y la casta de la Sección 10 que nunca imaginó ver a la mujer del patrón en un escándalo tal y menos en prisión.
Se les intervino hará una semana, el sábado 14 de marzo y cuatro días después, en pleno aniversario de la Expropiación Petrolera, el 18, detonó el escándalo.
Reza a versión de la Fiscalía poblana que Reyna y Reynita cayeron en un operativo policíaco a partir de un secuestro exprés que dio pauta a una investigación. El 31 de enero una persona fue interceptada en su negocio por un grupo de hombres armados. Fue privado de su libertad, lo despojaron de su automóvil y de su teléfono celular.
Usaron el aparato telefónico para solicitar cantidades de dinero que a la postre sumaron medio millón de pesos. Tras el pago, el agraviado fue liberado en la colonia Lomas de San Miguel.
No conformes, el 20 de febrero regresaron por más. Lo visitaron de nuevo y se llevaron varios vehículos.
Días después, el 10 de marzo, tras ser presentada la denuncia ante la Fiscalía, Rodrigo “N” fue intervenido a bordo de la camioneta propiedad del afectado. El agraviado lo identificó como uno de los sujetos que lo habían secuestrado.
A partir de ahí, el Poder Judicial dispensó seis órdenes de cateo a realizar entre el 12 y el 14 de marzo. Tres de los inmuebles se ubican en el Fraccionamiento Lomas de Angelópolis, uno más en l avenida 15 Sur a la altura de Las Torres, otro en el Fraccionamiento El Encanto y el sexto en calle Rincón de Tabachines en Rincón de las Arboledas.
Lo que le hallaron, según la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (FISDAI) y la Agencia Estatal de Investigación, eran automóviles, placas de circulación, ropa de fuerzas policíacas, un arsenal y droga. A detalle, lo que se les aseguró:
Siete vehículos, incluidas dos Suburban blindadas color arena y café, otra Suburban blanca sin blindaje, una camioneta Trax azul, un vehículo Racer, una motocicleta BMW y otra Italika, así como 11 placas de circulación de diferentes entidades.
Más de 180 dosis de sustancia blanca de características similares a la droga cristal.
Dieciocho armas, siendo 15 de ellas largas (AK47 y R15) y 3 cortas; más de 350 cartuchos útiles y 45 cargadores, y más de 38 mil pesos en efectivo.
Uniformes policiales como siete chalecos balísticos con la leyenda “Seguridad Pública Municipal”, un impermeable con la leyenda “Policía Federal”, una camisa y una playera con leyendas de “Agencia de Investigación Criminal” y de “Policía Municipal”, respectivamente, y más objetos de diversas corporaciones.
La FISDAI aseguró seis gorras tácticas, seis sombreros, tres máscaras de lucha libre, tres esposas, dos inhibidores de señal, 38 celulares y radios de comunicación.
Aquel 18 de marzo el reino de Reyna se vino a tierra. Las ínfulas de Su Majestad flaquearon ante el escándalo y el gremio de la Sección 10 del sindicato petrolero se estremeció.
A Reyna León y Reyna Wade, así como a Noé Abraham “N”, y al chofer de ellas Eduardo “N”, sólo les imputan posesión de narcóticos con fines de comercio. Y en la audiencia inicial, les establecieron un período de dos meses en que estarán en prisión obligada.
Duele el agravio a Su Majestad. Abollada, la corona de la reina nunca será igual.
Su hijo, el terrible Saúl Wade León, patalea como sólo él lo sabe hacer. Argumenta en las redes, refuta en los medios. Sabe del impacto político que el sainete trae detrás. Y cuenta su verdad. Si el mundo camina en un sentido, él suele ir al revés.
Dirige un mensaje a los ediles de Minatitlán. Ambas —según l’enfant terrible, el chico malo— fueron a dar en alquiler un departamento de su propiedad, en Puebla, y se hallaron en medio de una novela policíaca. Y la droga, cuenta Saúl, la sembró la policía.
“Al momento del cateo se encontraban en el domicilio mi hermana, mi madre, su chofer, el arquitecto dueño de la compañía, otro arquitecto y la persona que hizo la cocina. Mi hermana le aviso a mi padre mediante una llamada telefónica que iban hacer un cateo, y el respondió que, si traían la orden pues que pasaran, pero desde que entraron los elementos de la fiscalía, encañonaron e hincaron a todos.
“Desde el inicio del cateo fueron incomunicados (violando sus derechos humanos). La fiscalía, sin hacerse acompañar de los propietarios subieron a la segunda planta y se pasearon por la casa, después bajaron y ahora si le pidieron a mi hermana y mi mama que los acompañaran y casualmente en uno de los closets vacíos (les recuerdo que la casa no esta habitada) encuentran según droga que ellos (los de la fiscalía sembraron). Sin permitirles hacer ninguna llamada los tuvieron en otro sitio alrededor de 2 horas y de allí se los llevaron a las instalaciones de la fiscalía”.
Dice Saúl Wade que la Fiscalía poblana mantuvo incomunicadas a su madre, hermana y chofer y por ello interpuso un amparo —290/2020— para acreditar violación a sus garantías.
“Económicamente no tenemos la necesidad de meternos en esas cochinadas”, refiere en el texto.
Al portal E-Consulta le envió una réplica por la información que advertía que las “reinas” eran sujeto de extorsión en el penal, por 5 mil pesos. La cantidad es una miseria. Esos pollos —o esas pollas— se tasan en 100 mil o más.
La réplica, legalmente, no le corresponde al terrible Saúl. No es el agraviado. No es el señalado. Pero el hijo del cacique va más allá. Advierte que puede proceder por la vía legal. Son las sandeces que suele decir. No tiene agarradera legal. Aún así, E-Consulta le da entrada a su perorata.
Son los pataleos del bisoño Saúl Wade, poder tras el trono en los días en que Héctor Damián Cheng Barragán ostentaba la alcaldía pero no la ejercía. Desde la tesorería, los dineros a su alcance, el terrible Saúl decidía todo en Minatitlán.
Su madre, Reyna León Cheluja, usurpaba la presidencia del DIF. Teniendo esposa Héctor Cheng, no le fue permitido encabezar esa institución. Fue el atropello, el abuso, el desenfreno por el poder. Su Majestad repartía su tiempo entre el DIF y los casinos de Coatzacoalcos.
Un día el viejo cacique petrolero expresó que en Minatitlán no habían levantones del crimen organizado. Son “levantoncitos”, dijo con sorna. Meses después, su nieto Jorge Hirán Wade Zúñiga, de 24 años fue secuestrado. Lo rescató la policía sin pago de rescate e ileso.
Del secuestro en Minatitlán, los Wade saben todo. Hombres de poder, han controlado alcaldes, diputados, al PRI, a la oposición, al empresariado, al aparato policíaco y al aparato judicial. Y en esos días, Saúl envileció su función, atropellando comerciantes y al que osaba increparlo.
A la vista de los Wade, fueron plagiados petroleros y médicos, empresarios, el ex alcalde Ignacio Trujillo, la hoy diputada federal morenista, Carmen Medel Palma, y decenas de ciudadanos más. Unos pudieron volver, otros no.
Otras versiones en Minatitlán sitúan a Reyna y su hija en un escenario fatal. Lo que Rodrigo “N” y Noé Abraham “N” digan de ellas en el juicio sacudirá a Minatitlán, a la Sección 10, al cacique petrolero, Jorge Wade.
O las pueden exonerar.
Bingo, pues, para Su Majestad, la Reyna León. De tanto tentar a la suerte, se quemó.
Archivo muerto
Al llegar a la fase 3 de la pandemia, el sistema de salud mexicano requerirá 150 ventiladores, 200 monitores y 245 oxímetros de pulso, según el titular del Instituto Nacional para la Salud y el Bienestar (Insabi), Juan Antonio Ferrer Aguilar, en entrevista con El Universal. Le ha solicitado a la Secretaría de Hacienda 145 millones 200 mil pesos a ejercer inmediatamente para adquirir los insumos y equipos para enfrentar los efectos del coronavirus. A la fecha el Insabi dispone de 8 mil 104 ventiladores metálicos, 13 mil 624 monitores de signos vitales y mil 697 oxímetros de pulso. Si no se impone la austeridad republicana o la estrechez de criterio, habrá cómo encarar la pandemia. De lo contrario, será una tragedia… Víctor Nazariego, titular de Colectivo Voces, cuestiona: ¿Vasconcelos va a ser candidato independiente? Y Mon Cheri Carrera Bernal responde: “sí”. Nazariego insiste: ¿Puede tener el PRI otro candidato? Carrera Bernal vuelve a asentir: “sí”. Y el líder de la Juventud Popular agrega: el PRI en Coatzacoalcos podría nominar a la alcaldía a un personaje de la ciudadanía. Y entonces tercia el abogado Rafael Ruiz Rodrigo: “O a una mujer”. Y Carrera Bernal cierra: “O un joven”. Chéquese la emisión de Colectivo Voces del martes 17, cuando corría 1:18 horas de transmisión (https://www.facebook.com/
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