Usuarios frecuentes de la caseta de peaje de Fortín estaban que no lo creían.
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez había anunciado apenas el pasado domingo que, por fin, sería removida cuando el jueves a temprana hora de pronto les llegó la información de que dos módulos ya habían sido derribados.
¡Recórcholis!, exclamaban llenos de sorpresa. Ahora sí Cuitláhuac se puso las pilas. Nunca había actuado con tanta rapidez. Se ve que ya aprendió, decían.
La sorpresa era mayor porque los usuarios tienen años clamando por el retiro de la caseta y por fin recibían la noticia de que se materializaba el ofrecimiento de don Cuitláhuac.
Pero, ¡oh decepción! Luego les llegó la versión de que lo que en realidad había pasado era que un tráiler que transportaba chatarra se había impactado contra dos módulos y los había dañado.
El gozo se fue al pozo. La noticia era tan buena como para ser realidad. Pero al menos el gobernador tuvo sus diez minutos de gloria y por un momento hizo pensar a muchos que, ahora sí, agárrense, comenzaría a transformar el estado.
Lector, quise comenzar el viernes, fin de semana, con este hecho un tanto chusco para darte algo para reír ante el negro panorama por delante y que tenemos ya casi encima.
No cabe todavía la alarma pero sí no deja de ser preocupante en grado extremo el anuncio que se nos hizo ayer de que a finales de este mes, en los próximos quince días, se iniciará la dispersión comunitaria de la transmisión del coronavirus en el país.
La Secretaría de Salud dijo ayer que en lo que llama la Fase 2 podrían verse afectadas cientos de personas. El subsecretario del ramo, Hugo López-Gatell informó que en el periodo estimado se presentarán contagios entre ciudadanos a nivel local.
Reacios siempre a decir la verdad y proclives a ocultar información, quién sabe qué información tiene el gobierno que ya lanzó la advertencia. México no es una ínsula. El coronavirus se convirtió en una pandemia y es imposible que no nos afecte.
El funcionario explicó que el primer caso en el país se presentó el pasado 27 de febrero y que habían estimado cuarenta días antes de que se iniciara la transmisión comunitaria, pero la experiencia europea y de Estados Unidos redujo el término a treinta días, por lo que allá por el 27 de este mes estaría iniciando la crisis.
Estamos advertidos, y sin caer en estado de pánico, soy de los convencidos firmemente de que debemos tomar en serio el asunto y adoptar cuanto antes medidas para evitar el contagio o, en todo caso, para tratar de que se disemine lo menos posible e incluso para que sea atendido de inmediato quien se enferme del mal.
Es cierto, esto no se puede politizar pero tengo que decir que me preocupa la ineficacia que ha demostrado el Sector Salud del Gobierno del Estado para enfrentar brotes como el del dengue que se convirtió en epidemia, aunque no es la única enfermedad endémica de Veracruz.
Por más que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha dicho que se preparan para enfrentar la contingencia del coronavirus eso no tranquiliza cuando no han podido atender adecuada y oportunamente casos de hemodiálisis ni la carencia de medicamentos contra el cáncer.
Preocupa que cuando ya han sido cancelados eventos masivos en diversas ciudades del país, acá se haya decidido seguir adelante con la Cumbre Trajín este fin de semana. Sinceramente ojalá y no se tenga ninguna mala noticia pero me parece irresponsable no tomar cuanto antes medidas preventivas.
No me quiero imaginar cómo le va a ir a Cuitláhuac si de pronto se sabe que ahí se da un caso, sobre todo porque hay visitantes de la Ciudad de México y otros lugares del país donde ya se presentó el brote. Y es de preocupar porque muchos jóvenes asisten al foro.
La pandemia obligará a muchos a encerrarse y salir lo menos posible de sus casas, así como a evitar lugares públicos con mucha gente, esto es, si de por sí nos pega una grave crisis económica, ahora se puede acentuar.
Ayer, el presidente López Obrador anunció que ante la crisis económica mundial, causada principalmente por el coronavirus, si llegara a hacer falta dinero se harán ajustes en los recursos del gobierno para pasar de la “austeridad republicana a la pobreza franciscana”.
O sea, noticia nada alentadora y preocupante más en un estado como el nuestro donde sobre todo el gobierno de Javier Duarte dejó una grave crisis financiera por el mal uso que hizo de los recursos públicos, crisis que ahora nos pega de lleno.
Terminamos, pues, una semana para el olvido pero que no podemos olvidar porque nos amenaza una grave pandemia, la caída del peso frente al dólar (ayer terminó cotizándose a 22.26 pesos), la caída del precio del petróleo de exportación y todavía encima los problemas diarios principalmente el de la inseguridad, y para colmo tenemos un gobierno unipersonal con decisiones que a todas luces son erradas.
Lector, disfruta tu fin de semana y tu puente. Cuídate. Y prepárate para lo peor, que si no ocurre nada, mejor. Te invito a que tomes en serio las medidas preventivas para evitar el coronavirus. Por ahora nada debe haber más importante.