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Lo que nos faltaba, niños víctimas

by Ángel Álvaro Peña

La falta de autoridad moral en algunos puntos de nuestra geografía política crea falsas expectativas sobre la solución a los problemas sociales. Uno de esos lugares es Veracruz, donde hace unos días un alumno de primer año de la escuela primaria “Rafael Hernández Ochoa” fue presuntamente abusado sexualmente por un compañero de sexto año de esa misma escuela.

Una madre de familia denunció que la maestra de primer año dejaba a sus alumnos a cargo de los de sexto y que en una de estas ocasiones ocurrió la agresión que ya fue denunciada y es investigada por la Fiscalía General del Estado.

Ante este ataque sexual se deben crear o reformar los protocolos de seguridad para los menores en todas las escuelas de la entidad, pero en el caso de Veracruz, poco puede hacerse con claridad si el propio secretario de educación tiene una trayectoria sexualizada. Para nadie es un secreto que Zenyazen Escobar García, encargado de la educación en el estado, fue un famoso stripper en Xalapa y que desde joven, en lugar de asistir a clases frecuentaba el gimnasio.

Entre las virtudes que la gente encontró en el actual secretario de Educación de Veracruz fue la actitud rebelde que supuestamente mostró como líder de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, donde dice haber hecho frente al SNTE, que lideraba en ese entonces Elba Esther Gordillo. Desde su nombramiento, la CNTE se deslindó de Zenyazen, advirtió que nunca había militado en sus filas.

Mala elección del gobernador, pero el pasado de todos puede transformarse cuando la responsabilidad impera sobre los errores; sin embargo, el caos que priva en algunos sectores de la administración pública del estado no corresponde al gran apoyo que en su momento mostraron los veracruzanos hacia su gobernador.

Si hablamos de cuestiones de salud, también hay poca calidad moral para implantar protocolos contra cualquier epidemia, que estén libres de cuestionamientos, porque el propio secretario de Salud ha sido muy criticado, dentro y fuera de la entidad, por sus amistades que pareciera no le trajeron nada bueno.

En fin, el liderazgo que deterioran los colaboradores del gobernador alcanza, inevitablemente, al del propio mandatario de la entidad. Esto sucede a grado tal, que, ante cualquier liderazgo social, los veracruzanos lo ven como una opción para que gobierne Veracruz.

Una prueba de ello fue la presidenta del colectivo veracruzano Brujas del Mar, Arussi Unda, quien luego defender la autonomía de su asociación feminista respecto a la dependencia con el PAN, las llamadas, tuits y mensajes, la proponían como presidenta municipal, secretaria de Educación, y hasta hubo quien dijo que fuera Gobernadora.

Esto da una idea clara acerca de la posición que guardan algunos de los colaboradores de Cuitláhuac García Jiménez, respecto a las responsabilidades esenciales de los veracruzanos que no merecen tibiezas ni incapacidades. Seguramente el Gobernador nombró al equipo que consideró que haría un papel a la altura de la cantidad de votos que recibieron; sin embargo, los resultados son tan pobres que alcanzan a deteriorar la imagen del mandatario estatal, quien hace ahora esfuerzos sobrenaturales por sacar adelante a la entidad, luego de que los veracruzanos sufrieron poco más de dos sexenios de saqueos y corruptelas.

Los veracruzanos no sólo merecen eficiencia en sus funcionarios públicos sino la mejor de las administraciones para que puedan recuperar la confianza en los políticos, incluso en la política, pero pareciera que los miembros del gabinete de García Jiménez se esfuerzan en deteriorar la imagen de su amigo, y sólo demuestran que fueron escogidos por amistad y no por eficiencia.

La lluvia de comunicados que obtuvo la presidenta de Brujas del Mar habla de un grave deterioro no sólo de los personajes de la actual administración pública veracruzana sino del hartazgo hacia los políticos. Situación que inició con priistas y panistas y es una verdadera lástima que no termine con esta época de cambios innegables.

La necesidad del gobernador de Veracruz de atender los reclamos -todos ellos justificados- de la población, seguramente lo colocan en un verdadero dilema de tener que hacer algunos cambios en su administración. Cambios que seguramente deteriorarán su liderazgo, a pesar de la evidente ineficiencia de su equipo que no solamente en esas áreas, sino en varias más, serán necesarios para que la confianza de los veracruzanos regrese a la administración pública. PEGA Y CORRE. – Las movilizaciones sociales poco concurridas siempre mueven a dudar sobre su autenticidad. Ahora fue en Puebla, donde 50 personas se reunieron alrededor de la convocatoria del estadounidense Adrián LeBaron, quien pareciera no tener más actividad que realizar que la de estar caminando por las calles del país en nombre de los desaparecidos. Esto no sólo crea dudas de su pena personal, sino de la utilidad que pueda tener su residencia en México. Al principio sólo fue la protesta por el esclarecimiento del crimen de sus familiares, ahora, como es costumbre en México, las víctimas se vuelven expertas en seguridad y quieren trazar el camino para la pacificación y detener la violencia… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

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