A mediados de este mes, el diputado Miguel Ángel Jáuregui Montes de Oca, miembro del grupo parlamentario de Morena en la LXIV legislatura del Congreso de la Unión, propuso por segunda vez un proyecto de decreto para intervenir la autonomía de la máxima casa de estudios del país. Ah bárbaro, desconozco que estudió el Sr. Jáuregui, incluso si tiene una carrera universitaria (que dudo), pero debería conocer la historia y trayectoria de la Universidad Nacional Autónoma de México antes de proponer modificar la Ley Orgánica de la UNAM.
La universidad Nacional Autónoma de México, nace a instancias del presidente Porfirio Díaz y Justo Sierra el 22 de septiembre de 1910, supliendo a la Real y Pontificia Universidad de México, primera en su tipo en la América virreinal, en 1920 José Vasconcelos, siendo rector, crea su escudo y su lema siendo hasta entonces Universidad Nacional de México, para que en 1929 se declarara Autónoma; para entonces se había estructurado su reglamento orgánico, normas y valores, mismos que se pulieron y se acondicionaron acordes a su autonomía como Ley Orgánica, la cual ha sido respetada por todos los gobiernos de la República. Únicamente esa autonomía fue parcial y temporalmente violada por Gustavo Díaz Ordaz durante el movimiento del 68 en que ese sanguinario presidente ordenó la intromisión del ejército a los planteles.
En el 2007, la Ciudad Universitaria que hiciera e inaugurara el presidente Miguel Alemán, fue declarada como Patrimonio de la Humanidad. De sus aulas han salido miles de universitarios de gran valía, investigadores en todas las áreas, pensadores, deportistas, artistas brillantes y grandes personajes que le han dado 8 Premios Príncipe de Asturias, 6 Premios Miguel de Cervantes y 3 premios Nobel entre muchos premios y reconocimientos a la Institución y a egresados de sus aulas.
Considerada como la más importante universidad del país y de gran parte de Latinoamérica, no es posible que un fulano que alcanzó un escaño gracias a la coyuntura que llevó al gobierno actual al triunfo, se le ocurra cambiar la ley orgánica universitaria, disfrazada de democracia para cambiar al Rector, directivos, jefes de departamento y de centros de investigación, para incrustar a seguidores de su partido como ha pasado en otras instituciones incluyendo el poder judicial y poniendo al frente a una señora que sin experiencia, militante partidista y títere al frente de los Derechos Humanos. Ya sea por ocurrencia del diputado o por mandato superior, hizo la propuesta que por fortuna la misma cámara le ordenó retirar, lo cual hizo el pasado lunes.
La comunidad universitaria de egresados y cursantes, el rector y autoridades exigimos que no se vuelva a atentar contra la Universidad y su autonomía, exigimos respeto y libertad para la elección de todas sus autoridades..
Ni un paso atrás cueste lo que cueste, ya vencimos en el 68 y en el 72 y no permitiremos que hagan de nuestra universidad un botín político.
Por mi raza hablará el espíritu, por siempre.