Profecías o realidad

El 2020 comenzó con noticias alarmantes, algunas verdaderamente deberían preocuparnos, otras quizás ampliaron su impacto de forma innecesaria debido a las tendencias generadas en la red. Una de las más fuertes fue sobre la tercera guerra mundial, mientras camino en un centro comercial escucho a dos personas hablar del tema como si fuera un hecho y mortificadas por información que hasta el momento es falsa, en la cual los memes han jugado un papel relevante.

Lo preocupante de estos hechos, más allá de los actos en sí, es la forma en la que muchas personas caen en desinformación, hablan de posibilidades bélicas como si fueran estrategas militares cuando lo más probable es que el supuesto conocimiento que detallan se base en algún artículo sobre las profecías de Nostradamus. En este año, quien fuera médico francés y supuesto vidente, fue tendencia por un libro titulado “Les Propheties”, publicado en 1555, en el cual se mencionaban algunas profecías que de acuerdo con especialistas podrían coincidir con todo tipo de eventos, en esa obra se habla de un posible conflicto armado que involucra a grandes potencias, una de América y otra de Oriente, por ello hubo una alarma inmediata en cuanto comenzaron los ataques entre Irán y Estados Unidos.

Estas no son las únicas profecías difundidas, también están de las Baba Vanga, quien ganó fama después del atentado a las torres gemelas. Ambas figuras ya fallecidas hablaron en su momento de crisis económicas, terremotos, meteoritos, conflictos por el cambio climático y mucho más. Todos los hechos pueden ser considerados verdaderas profecías o podríamos vislumbrar la responsabilidad que tenemos sobre cada uno de ellos. Por ejemplo las crisis económicas son resultado de malas decisiones respecto a los modelos económicos, tenemos que considerar que un estilo de vida en el que permea el consumo excesivo no es sostenible para los consumidores y menos para el mundo.

Lo anterior también trae como resultado un impacto inmenso en el medio ambiente que ha provocado que el clima se transforme por completo, aumentando las sequías y disminuyendo las probabilidades de precipitación, esto ocasiona un aumento en los incendios forestales como el presentado en el Amazonas y lo que actualmente vive Australia. Lo que ocurre en esa región debería estar alarmando al mundo entero, diariamente mueren especies y personas calcinadas. Los incendios no se pueden controlar por el riesgo que representan. Si alguien ve un mapa de las zonas afectadas, verá focos rojos por doquier y aunque la situación se presenta en otro hemisferio, las consecuencias son globales.

Los hechos mencionados en realidad son responsabilidad del actuar que hemos mantenido a lo largo del tiempo, no podríamos afirmar que son producto de una profecía, pero sí podemos evitar que cada uno de estos eventos se expanda culminando en catástrofes para nuestra especie. Si comenzamos a ser más conscientes del impacto que tiene nuestro estilo de vida, si nos preocupamos por los eventos reales como los incendios forestales en lugar de especular sobre circunstancias políticas y si utilizamos el mar de datos de internet para conocer e informarnos, si volvemos tendencia movimientos sociales que pugnan por los derechos y dejamos de lado los chistes y la desinformación, estaríamos evitando crisis psicológicas y probablemente muchos de los líderes políticos no serían tales con información certera en lugar de rumores y falsas noticias.

2020 debería ser un año de responsabilidad social, de información y compromiso con nuestro entorno, evitemos tener un año más de incertidumbre. Dejemos de popularizar datos sin corroborar, mejor adentrémonos en la historia de los países para entender que esta es una temporada política en Estados Unidos, identifiquemos en la historia los puntos clave en los que Oriente ha sido amenazado y sus respuestas, esto evitará la especulación y nos permitirá enfocarnos en lo que realmente importa, nuestra realidad.

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