La noche de ayer fue apoteósica en la Sala Tlaqná de la Universidad Veracruzana. Era el concierto de cierre de la era de Lanfranco Marcelletti como director de la honorable Orquesta Sinfónica de Xalapa. Allí acudieron el gobernador del estado y la rectora de la Universidad Veracruzana, para reconocer públicamente el trabajo creador y fecundo, la entrega profesional y humana del brasileño director.
También acudieron otras instituciones y representaciones educativas y sociales a homenajear al distinguido maestro que cosechó afectos, amistades, aplausos, éxitos y prestigio para la ya laureada Sinfónica nuestra y, porqué no decirlo, para el estado de Veracruz.
Esta vez, el concierto duró tres horas, pues el maestro Marcelletti fue intercalando los números del programa con remembranzas y agradecimientos. Primeramente a las autoridades gubernamentales y universitarias, a los integrantes de la orquesta, a personas de las que recibió apoyo o estímulo y especialmente a los integrantes de la OSX.
Estableció un diálogo continuo con el público hablando de su madre y de personas que enriquecieron su vida. El maestro Marcelletti entraba y salía del escenario, trayendo cada vez un nuevo aliento y también dejando ver la intensidad de sus sentimientos. El público no lo dejó solo, nos subimos al tren de sus emociones, contagiados y acompañándolo en los cruciales momentos.
Él culmina una etapa de su fructífera trayectoria, cierra un ciclo pero no se va de Xalapa, pues ya echó raíces en esta ciudad que cuenta con una gran bellaza natural e importantes grupos y manifestaciones culturales. “Mi casa ya está aquí”, dice emocionado. Luego de superar los retos de dirigir a 115 integrantes y conocer e involucrarse en la administración y proyección de la orquesta, está satisfecho, pues ha aprendido más de la parte humana de la familia que conforma la Orquesta Sinfónica de Xalapa.
Para este cierre, el director de orquesta eligió cuidadosamente los temas y obras de los paises por donde ha pasado, por donde se ha estacionado un tiempo, adentrándose, integrándose a la sociedad para sentirla, conocerla y ofrecerle lo que considera apropiado. Así, los maestros que integran ‘nuestra’ Orquesta, nos brindaron su mejor ejecución, su talento, su maestría, su arte. Todo un banquete musical que Marcelletti coronó con flores. De los muchos ramos que recibió, una a una, repartió las rosas, los claveles las orquídeas, todas, a los integrantes de la Orquesta y del coro, acompañándolas de un abrazo y un “Gracias”. ¡Gracias a ti, Maestro! xalapaflorida@hotmail.com