“Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud.” – Marco Terencio.
Y finalmente la intensión presidencial de destruir a la oposición en México se le cebo a Andrés Manuel López Obrador.
La reforma constitucional que literalmente acabará con sus adversarios políticos a través de recortar el financiamiento público, ese que a su proyecto le permitió ser gobierno le fue negado por una oposición que está más viva que nunca.
La moralmente derrotada demostró que no lo está tanto, pues logró que inclusive hasta los mismos legisladores de Morena comprendieran que la medida, abría la puerta a la posible construcción de una dictadura socialista en México.
La actitud moralina empleada por López Obrador bajo el discurso de recordarnos a todos los mexicanos que la corrupción es la causa de todos los males de este país, se vino abajo, al soportar el argumento, de que aun cuando la democracia nos resulte cara, es la única vía para mantener el orden constitucional establecido.
De otro modo, se estaría en la antesala de retroceder en el tiempo 40 o 50 años, regresándonos al México totalitario de los regímenes priístas que en cierta forma impidieron cualquier clase de oposición.
Así la votación de 274 votos a favor fue insuficiente para intentar aplastar toda posibilidad de retornó de una oposición que aparentemente habría sido destruida, pero que, en la realidad, solo habría permitido dar paso a la catarsis social, mediante el voto de castigo.
El 2021 será por mucho el año definitorio para un proyecto que se formó con el encono, el rencor y la venganza de un personaje, que no comprende que dividiendo no unifica, y mucho menos gana.
Ahora bien, esa oposición a la que calificó de “moralmente derrotada” se comienza a poner de acuerdo, para llegado el momento articular el asalto por la vía democrática para expulsar de tajo y para siempre tan cacareado proyecto de transformación nacional, que hoy tiene sumido a México en el decrecimiento y el subdesarrollo.
En Veracruz la pretensión presidencial de fracturar al PAN –la real y única oposición real- comienza a desfigurarse.
Y es que, por más intentos de dividirlos, los panistas comprenden que deberán cerrar filas en el afán de recuperar el poder, a pesar de las diferencias de fondo y forma.
La operación política de Joaquín Rosendo Guzmán Áviles está en marcha bajo el argumento de aprieto, pero también tiendo la mano, la que resulte primero.
La reciente reunión de Guzmán Áviles con el patriarca de la familia Yunes en Veracruz, sirvió para limar asperezas, hablar de política, y negociar.
Al menos así me lo confirmó el propio dirigente panista en reciente entrevista https://www.facebook.com/Ventanaver/videos/1481742341993352/ en la que deja en claro que el único objetivo es fortalecer al PAN al precio que sea.
La visión política de Miguel Ángel Yunes Linares y del mismo Joaquín Rosendo Guzmán los hace actuar con cordura y con sensatez política, en donde impera la razón y no el capricho, ahora solo queda, limar las rebabas que en todo proceso político resultan, tras moldear nuevos escenarios.
El retornó de un PAN fortalecido será la misión de estos políticos de carrera, que saben que por más que Morena y la 4T se empeñe, sus días están contados en todas y cada una de las posiciones que detenta.
Al tiempo.
Pd. Este espacio periodístico dejará de publicarse por el periodo vacacional decembrino, retornaremos en enero de 2020 con más ímpetu, con el único objetivo de seguir informándole a usted a través de este su humilde espacio. Felices Fiestas y mis mejores deseos para todas y todos. ¡Felicidades!
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