¿Hay buenas intenciones en la paridad de género en Veracruz?

    Una de las situaciones por las que se ha venido luchando desde hace muchos años dentro de la sociedad mexicana ha sido por la igualdad en todos los aspectos entre la mujer y el hombre.

    Igualdad que está plasmada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero como muchas otras normas que tiene el importante documento, lamentablemente ha sido letra muerta.

   Siendo a partir de los últimos diez años cuando ha comenzado a ser atendida y obedecida por la machista sociedad mexicana. Y en forma tardía dentro del ámbito de la política en sus tres niveles de gobierno, como lo son: el municipal, estatal y federal. Pues a la fecha no se ha permitido a ninguna mujer llegar a ocupar la posición del Poder Ejecutivo, aquí, en México.

    Es por lo mencionado la importancia que tiene lo que está sucediendo en esta entidad dentro de la administración pública a nivel estatal. Pues el hecho de que haya cuatro mujeres en posiciones de relevancia política-administrativa y de administración de justicia, además de ser un reconocimiento a la capacidad que tienen las integrantes de este género, también lo es, para la presente administración en cuanto al cumplimiento con lo que mandan las leyes de esta saqueada y violentada en gran parte de sus leyes, saqueada Nación.

    Así tenemos que estamos llegando al final del primer año de la llamada “cuarta transformación”. Sin que hasta el momento se nos explique en qué consiste ésta, si a favor o en contra de México y los mexicanos. Aquí en el convulsionado Estado de Veracruz con cuatro mujeres en posiciones importantes dentro de la administración pública veracruzana, que son: Verónica Hernández Giádians, como encargada de la Fiscalía General del Estado (FGE); Delia González Cobos, como auditora General del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS); Claudia Díaz Tablada, magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Estado (TEE) y Sofía Martínez Huerta, magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado (PJE).

   Arribo a estos cargos, que en dos de los cuatro casos están siendo muy cuestionados. Las razones son varias, que van desde que no cumplen con el perfil que solicita la normatividad correspondiente, hasta la forma de la designación por quien corresponda hacerla.

    Acciones que en lugar de hacer ver bien estos nombramientos, los empañan y con ello, no solamente al personaje en cuestión    -que posiblemente no tiene ninguna culpa al respecto-     sino también el futuro desempeño de la función y por razones obvias de quienes hicieron la designación.

    Por lo que el cuestionamiento que surge es: ¿Cuál es la intención de hacer las cosas así? ¿Se trata de reconocer realmente o perjudicar a las mujeres?  Usted qué OPINA estimado lector.  Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com (Fech. Púb. Miér.  4-diciembre-19).

   

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