El subsidio que recibirá el Instituto de Pensiones del Estado en 2020, de parte del Gobierno de Veracruz, tendrá una reducción de un -13% en términos reales, comparado con el ejercido en 2019. Esto representa una disminución de 404 millones de pesos a valor presente (pesos de 2019) (mdp) ya que pasará de 3,134 mdp en 2019, a 2,730 mdp en 2020.
El subsidio que el IPE recibe cada año, le permite complementar sus ingresos por cuotas y aportaciones para cubrir el déficit institucional que es propiciado por un gasto en pago de pensiones y jubilaciones, que es superior a dichos ingresos. En 2020 ese déficit será de 3,232 mdp (a valor presente) cantidad que es mayor en 501 mdp (a valor presente) al subsidio presupuestado para ese mismo año.
Al respecto se identifican dos problemas de gran preocupación.
1.- Uno es que dicho déficit institucional crece año con año a medida que aumenta el número de pensionados, lo que exige gastar una mayor cantidad de dinero para el pago de las pensiones, sin que haya un incremento de igual magnitud en los ingresos por cuotas y aportaciones. En este sentido, se estima que dicho déficit para 2025 registrará un valor de 6,015 mdp corrientes, lo cual representa un crecimiento de 130% (en términos nominales) con respecto a su valor en 2018; y para 2046 habrá crecido 536.4% al registrar un monto de 16,675 mdp.
2.- El otro problema es que, al crecer el déficit institucional, el subsidio otorgado al IPE también tiene que crecer, por lo que el Gobierno del Estado se verá obligado a destinar una cantidad cada vez mayor de su presupuesto para cubrir dicho déficit. Esto quiere decir que para 2025 el gobierno tendría que estar presupuestando 6,015 mdp para el pago de dicho subsidio y en 2046 (en 20 años) deberá destinar 16,675 mdp. A esta situación hay que sumarle el hecho de que los ingresos públicos de que dispondrá el Gobierno del Estado en el futuro, crecerán a un menor ritmo que el déficit.
De acuerdo a las proyecciones de Ingreso y gasto presentadas en el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2020, el Gasto Público se incrementará sólo un 9% (en términos nominales) de 2018 a 2025. Asimismo, los ingresos de libre disposición (ingresos propios locales más participaciones federales) aumentarán un 22%, mientras que, de acuerdo a los estudios actuariales, el Déficit del IPE crecerá 130% en el mismo período.
Este desigual crecimiento provocará que el déficit ocupe, cada año, una proporción cada vez mayor, tanto del Gasto Público como de los ingresos del Gobierno estatal. De manera que, mientras en 2014 dicho déficit representaba el 2% de los Ingresos de libre disposición, para 2020 representará el 5% y para 2025 el 9%. Asimismo, en 2014, representaba el 1% del Gasto Total, mientras que para 2020 se incrementa al 2% y para el año 2025 significará el 4%.
Evidentemente, para poder financiar este subsidio, el Gobierno del Estado se enfrentará la necesidad de disminuir el presupuesto de otras dependencias, entidades y órganos de gobierno, en los que los recursos se destinan para otros propósitos. Esto se debe a que el limitado crecimiento de los ingresos públicos del Estado hace que, al interior del presupuesto de egresos, cada rubro de gasto rivalice con el resto, pues lo que gana uno, lo pierde el otro, de modo que el subsidio creciente del IPE disminuye el presupuesto destinado a otras áreas del Gobierno.
Por lo anterior, mientras que en 2014 el subsidio al IPE representaba apenas un tercio del subsidio estatal a la UV, para 2020 es casi de la misma magnitud. Asimismo, en 2014 el subsidio del IPE era la mitad del presupuesto asignado al Poder Judicial e inferior al de la Procuraduría del Estado, del COBEV y de la SEFIPLAN. En cambio, para 2020 este subsidio es una vez y media superior al del Poder Judicial y al de la Sefiplan, dos veces superior al presupuesto que ejercerá el COBAEV y tres veces superior al de la Fiscalía.
Como se ve, la problemática del sistema de seguridad social en Veracruz es de extrema complejidad y requiere un profundo análisis y prontas soluciones.