Durante el segundo trimestre de 2019 la economía veracruzana registró un desplome generalizado de la producción, mostrando una contracción de -0.1% (comparado con el trimestre inmediato anterior y con cifras desestacionalizadas.
Si se compara con lo sucedido en 2018, se observa que, en ese año, se registró un incremento de 2.2%, lo que contrasta considerablemente con la reducción observada el año actual.
Este resultado negativo es consecuencia de la caída que tuvieron sus principales sectores productivos.
En el Sector Secundario (que agrupa a las actividades industriales) el valor de la producción de la Minería se redujo un -5.1%, la producción de Energía, agua y gas un -4.5% y la Construcción un -2.1.
En el sector Terciario (que agrupa los Servicios que se proveen a la sociedad) se registró la misma tendencia negativa. Aquí el Comercio mostró una caída de -0.03% mientras que el resto de las actividades de servicios se redujeron en un -0.19%. Esto dio como resultado que el sector en su conjunto tuviera una disminución de -0.14%.
Estos resultados resultan bastante desalentadores considerando que Veracruz tiene un gran potencial de recursos, muchos de ellos hoy desempleados o subocupados, que podrían permitirle alcanzar un ritmo de crecimiento amplio y sostenido que hoy no tiene.