* Mensajes intimidatorios contra el director * Y contra Armando Vázquez, peón de Orozco * 20 aniversario, bajo terror * Carranza rasurará aguinaldo de empleados * Tania, Jim y un caso de extorsión * Fiscalía no divulgó alerta por desaparición de Patricia “N” * La hallaron embolsada * Funcionario fifí del gober * Casita de 8 millones
MUSSIO CARDENAS ARELLANO
Publicada en mussiocardenas.com
28 de octubre de 2019
Corroído en sus entrañas, llega el Itesco a 20 años bajo signos de terror, la sombra de los cárteles y la amenaza en su campus, un amago el director y a tiro de bala dos de los alfiles del cacique sindical, el del acoso sexual y el de “los mayates” y los “halcones tira coca”.
Un mensaje, un volante dejado en uno de los baños del plantel, la noche del viernes 25, reveló un nuevo episodio de los fangos en que se mueve el Instituto Tecnológico Superior de Coatzacoalcos. Otro más y, sin duda, de perfil criminal.
Hacia las 8 de la noche, en medio de una pertinaz lluvia, charcos que iban in crescendo y constituían lagunas, se vio la figura de tipos ajenos al plantel. Se movían entre las aulas cercanas al reclusorio regional Duport-Ostión.
Minutos después, la orden de suspender clases. A eso de las 8:10, alumnos y personal del Itesco abandonaban el centro universitario.
Cerca de las 10 de la noche, por las redes comenzaba a transpirarse el miedo. Difundíase el contenido de un volante, hojas impresas con una sarta de improperios, frases con garrafales errores ortográficos, y de principio a fin una sentencia velada: la plaza tiene dueño, y la plaza es el Itesco.
En lenguaje de criminales, el reclamo es al que no acata, no se somete o los ha traicionado. En la jerga del delincuente es un ultimátum fatal.
Con lenguaje soez, la amenaza tiene dos destinatarios visibles: el director Bulmaro Salazar y el profesor Armando Vásquez.
“Ala v…ga puto —dice el texto— se va a ir a chinga asu madre tu puta fiesta de aniversario eztamos dentro de tu escuela de mierda esto es personal Vulmaro por tener gente como Armando y sus putos mayates halcones tiracoca se te vair a ver…a tu fiestesita junto con tus culitos que van a concursar telas vamos a regresar sin cabesa o le bajas de huevos con tu desber…e o nos vemoz el lunes empiesa la limpia putos para que vean quien manda de esta no te salvas te vallebar la ver…a Armando Vasques”.
Aún un escéptico sabría que esto no es broma. La amenaza es real. Y cunde el miedo entre el estudiantado por la alusión a las jóvenes que podrían ser llevadas y “te las vamos a regresar sin cabeza”. ¿Quién, vinculada a un operador de un líder zeta en el sur de Veracruz, terminó su vida así, cercenada?
Ya antes, en el pasado mediato y en los meses recientes, el estudiantado del Itesco vio en sus entrañas la violencia. A Sonni Omar “F” lo hallaron entre las dunas de la colonia Gaviotas luego de haber acudido al plantel, presentar un examen y retirarse. Ocurrió en junio de 2017.
También del Itesco, Pamela “G”, fue levantada y muerta. Su cuerpo apareció en marzo de 2017 en una fosa clandestina en la colonia Diana Laura, en Minatitlán.
Ingrid Anel “S”, alumna de la Universidad de Sotavento, fue levantada a principio de octubre pasado cuando se disponía a tomar el autobús que la llevaría a su hogar en Minatitlán. Tras una serie de protestas y bloqueo carretero, sus compañeros de estudio y familiares lograron que fuera dejada en libertad. Nadie la rescató.
Y ahora el mensaje de los malosos con su clara sentencia a dos directivos, a las que van a concursar, al evento de los 20 años, no con una guerra sino con algo peor: el levantón y el descuartizamiento.
Bulmaro Salazar, el director enviado por la 4T al Itesco, tardó más en colocar las nachas en el trono que en darse de alta en el ejército de súbditos del cacique sindical, Ricardo Orozco Alor. Su amo no es Cuitláhuac García sino el priista que pudrió al Itesco. A él sirve y en su corte milita. Su equipo lo rodea. Su equipo lo circunda. Su equipo lo cerca. Su equipo lo controla.
Son ellos —Ricardo Orozco y la pandilla— los operadores priistas que pervirtieron al Itesco. Usaron al alumnado para operar para el PRI. Los hicieron comparsa en visitas de gobernadores y en el colmo debieron bailar en el carnaval de Coatzacoalcos. A cambio obtenían puntos para acreditar materias o titulación.
Orozco usó la nómina para sufragar sus redituables aventuras políticas. A unos los puso a entregar pan reciclado, una panacea para el que no tiene. Otros ofrecían gestiones sociales. Todos en una asociación civil que contraviniendo la ley persigue el lucro político. Y Ricardo Orozco ganó: trepó al pestilente gobierno de Javier Duarte, cobijado por su mecenas notarial, Flavino Ríos, el secretario de Gobierno que terminó procesado por ayudar al ex gobernador a fugarse.
Colocado donde hay, Orozco pasó por Consorcio Clavijero y luego por Transporte Público. Ahí traficó con placas de taxi que repartió a sus incondicionales y otras las asignó generando un negocio de varios cientos de millones de pesos que el yunismo azul hizo como que no existió.
Podrido en su esencia, llega el Itesco a 20 años. Y con ellos Cuitláhuac, el atolondrado gobernador.
Su visita cae en un escenario común en el Veracruz violento: con la amenaza criminal a Bulmaro y a Alfredo Vásquez, y el escándalo intramuros por un video y testimonios de acoso sexual.
El cacique, sin embargo, sabe premiar o arrojar migajas. Y a Alfredo Vásquez lo premió con migajas. Por andar de mitotero, defendiendo al hoy alicaído Sutitesco, la organización sindical que ahoga a la institución, Orozco lo remitió a la Subdirección Académica. Y ahí le reventó la amenaza.
Lo que le imputan los malosos es alarmante: “esto es personal Vulmaro por tener gente como Armando y sus putos mayates halcones tiracoca”.
Y algo más: “el lunes empiesa la limpia putos para que vean quien manda de esta no te salvas te vallebar la ver…a Armando Vasques”.
Pues el lunes llegó. 20 años bastaron —quizá menos— para pudrir al Itesco. Y lo que resalta es la irrupción de la delincuencia en su campus, y la amenaza deslizando que esa plaza tiene dueño y que no entendió cuando debió entender.
¿Quiénes son los “putos mayates halcones tiracoca”?
Otro alfil de Ricardo Orozco es César Velázquez Márquez, al que lo insertó en el sistema de agua de Minatitlán. Es el que vocifera en las redes por la anulación de las asambleas en que se eligió a la nueva directiva del Sutitesco y que dejarían al sindicato-negocio fuera de la titularidad del contrato colectivo de trabajo.
“Se necesitan horas antes de rompernos la madre —alardea el catedrático—, y que les vayamos a entregar el sindicato, fueron horas de manejo. Ánimo”.
Sobre César Velázquez hay múltiples acusaciones por su conducta dentro y fuera del Itesco, sus días en cargos de gobierno y los beneficios que seguía obteniendo.
Hay un video explosivo. Se ve a un catedrático correteando a una alumna en el campus, a plena luz del día —serían las 13:26—, el 11 de marzo pasado. “Hostigamiento sexual en el Instituto Tecnológico de Coatzacoalcos”, se titula y circula en la red social Youtube (http://bit.ly/2JsZsjC). El agresor es identificado como César Velázquez.
Aquí, en INFORME ROJO, se tocó el tema, el 5 de agosto: “Un video muestra el hostigamiento del catedrático en los corredores del campus. Hay una fecha, la del video. Y su contenido, por aquello de los robos, anda bien custodiado en la nube. El rufián que acosa tiene nombre y rostro, y es uno de los favoritos de Orozco”.
Un mes después —septiembre 5—, Bulmaro Salazar admitió que existía una investigación y ofreció que habría cero tolerancia. Nada hizo. El que acosa “es uno de los favoritos de Ricardo Orozco”.
Una más, Irasema Guzmán, acumula quejas, señalamientos, oficios con reclamos por los desvaríos y abusos en la Secretaría Académica. Sus fotos en grupos cerrados de internet con otras alumnas son el acabose total.
Todo está documentado.
A ese avispero fue invitado el gobernador. Y llegó.
Bajo terror, la comunidad Itesco hoy ve en su campus algo insólito: el crimen organizado se mueve a placer. Y en los mensajes se amaga al director Bulmaro Salazar y se habla de una “limpia”.
Y acusan que hay “halcones tiracoca”.
Archivo muerto
Afilada el hacha, Víctor Carranza va ahora por los aguinaldos del personal del ayuntamiento de Coatzacoalcos. Esgrime que esa prestación está sobrevalorada, que cobran más de lo que establece la ley. Y así lo consigne el contrato colectivo de trabajo, el alcalde lo va a recortar. Se irritará de nuevo el gremio, irán a las calles, alzarán la voz y el beato Víctor se los va a trabar. Habrá —cantaría José Alfredo— Amarga Navidad, menos dinero, menor capacidad para enfrentar pagos, menos tranquilidad. No tendrá Víctor Carranza resistencia alguna en el cabildo para asestar el golpe, si acaso los regidores de oposición, a excepción de Oliver Damas de los Santos y Felipe Rodríguez Gallegos, ambos priistas que son el tapete oficial del presidente morenista. El suyo es el voto de la complicidad. Tendrá también el aval de la síndica Yazmín Martínez Irigoyen, quien luego de denunciar tropelías a la ley, vilezas, robo, actas de cabildo falsas y actos de corrupción, regresó a formar parte del coro de las focas aplaudidoras, de nuevo contlapache del director Jurídico, Agustín Jiménez Hernández, al que denunció en la Fiscalía Anticorrupción y ahora le da estatus legal. Amargos días para la burocracia municipal, sujeta a los caprichos del alcalde guillotina, Víctor Carranza Rosaldo, el beato-chacal… Buena madrina se compró Jim Hernández Calvo. De la mano de Flora Tania Cruz Santos, diputada federal por Coatzacoalcos, casi le cuaja la dirección del Colegio de Bachilleres de Veracruz en la congregación de Villa Allende, provocando una revuelta de padres de familia, alumnos y maestros, y cuando se percató que era mejor huir, ligó la Comisión de Agua del Estado de Veracruz en Cosoleacaque. Sabrá por qué, pero Tania Cruz se empeñó en arrimarle hueso y lo logró. Quizá lo ignore la diputada por Morena, quizá no, pero Jimmy Hernández es el mismo sobre el que el abogado Sergio Sánchez Peña interpuso una denuncia por extorsión de fecha 19 de diciembre de 2008, que implicó a otro personaje, Carlos Alberto Carrasco Serrano, luego que ambos arribaran al bar Dalí y exigieran la entrega de medio millón de pesos o les soltaban a sus amigos zetas. La denuncia se quedó en el camino. Jim Hernández gritó en el MP que el asunto tenía que ver con un rollo pasional que dejó a secretarios, escribientes y abogados con la boca abierta. Meses después, Sergio Sánchez Peña fue levantado en el Café Cantina del hotel Brisa y su cuerpo apareció horas después a unos metros de la torre de Telmex. Si la diputada Tania Cruz no conoce el pasado de su recomendado, menuda sorpresa se va a llevar. ¿O qué otra razón hay para tanta insistencia? Y luego se espantan cuando los malandros terminan ligados a la Cuarta Transformación… Desde el domingo 20, Patricia “N” se esfumó. A diario, a sus 15 años de edad, enfrentaba la vida con aplomo. Estudiaba y realizaba trabajo como doméstica ayudando a su mamá en la economía del hogar. Ese día partió y no volvió. Su cuerpo apareció el jueves 24, su rostro tundido a golpes, su vida cortada, sus restos embolsados, lanzados a un predio de la colonia J. Mario Rosado, en el municipio de Las Choapas. Su vida nada valió para la Fiscalía del Estado de Veracruz, ni para su titular encargada, doña Juana Gallo, alias La Reina de Carnaval, alias Verónica Hernández Giadáns. En cuatro días ni una alerta, ni un aviso, ni la difusión de su perfil. Nada en las redes sociales de la Fiscalía, sea Twitter, sea Facebook. Y el gobernador Cuitláhuac García presumiendo que el delito disminuye, que hay 34 por ciento menos homicidio. Y los crímenes, como el de Patricia “N”, desnudando a la Fiscalía y su abyecta negligencia… ¿Quién es ese funcionario del gobierno de Cuitláhuac García que habita en una mansión de 8 millones de pesos, muy acorde con la austeridad y sencillez que pregona la 4T? Una pista: la “cuevita” del potentado se halla en las inmediaciones del Club Hípico…