“A QUE LOS TAXISTAS”

El lunes pasado, la Ciudad de México sufrió un caos más allá de los acostumbrados en la gran urbe, asiento de marchas, protestas, bloqueos, desmanes y todo lo que se le ocurra. Resulta que los taxistas se manifestaron en contra de los servicios de taxis privados que se contratan por una aplicación de los teléfonos celulares actuales.

Ese tipo de empresas tienen ya un tiempo que llegaron a nuestro país y dan servicio en las grandes ciudades, habiendo llegado la idea del extranjero donde ya es común contratarlo como un medio de transporte eficaz, rápido, a costos accesibles y sobre todo seguro. Si bien en la Ciudad de México ya es común su contratación, para los que vamos de provincia es un servicio excelente toda vez que además de ser vehículos relativamente nuevos, de diversos tamaños pues se puede rentar desde un auto pequeño o  convencional, hasta camionetas para varios pasajeros. Siempre impecables en limpieza y comodidad, con choferes limpios, accesibles y amables que llevan al pasaje por las mejores y más rápidas rutas y con un costo preestablecido y que funcionan cualquier día y a cualquier hora, sabiendo el usuario previamente el tipo de vehículo que llegará, color, número de placas, nombre del conductor y tiempo de espera, mientras que los taxis convencionales, generalmente sucios con conductores a veces abusivos o de mal humor y que sobre todo si nos ven fuereños, hacen cobros exagerados.

En nuestro estado, no se ha permitido que entren las diferentes compañías de estos servicios, por lo que tenemos que sufrir para tomar un taxi, unas veces porque en algunas calles no fácilmente circulan, muchas veces no se paran o condicionan la dejada o simplemente no nos llevan porque es el cambio de turno de los choferes y a eso hay que agregar que con frecuencia el vehículo está sucio, maltratado, incómodo y el conductor sucio, mal vestido y mal encarado y si el turista o los locales llegamos por autobús a la central camionera, el costo del transporte es el doble o más de los costos normales y autorizados, por lo que mucha gente prefiere caminar hasta salir de la central y tomar un taxi en la avenida, por lo que muchos usuarios que hemos tenido oportunidad de usar el servicio privado en otras ciudades, añoramos que esas compañías dieran servicio por lo menos en las principales ciudades veracruzanas.

Cierto que es competencia para los taxistas comunes, pero para el usuario, esos taxis muchas veces representan un riesgo de ser asaltado, que nos anden paseando por las calles para cobrar más, sobre todo porque no siempre usan en taxímetro que va marcando la tarifa.

Si bien como dije, es una competencia, es un servicio que ofrece mucho más a costos accesibles, pero lo más importante es que están cómodos, limpios y seguros y finalmente son fuentes de trabajo para los conductores. Además en las grandes ciudades hay público para todo y el taxista común que hace bien su trabajo siempre tendrá pasaje para transportar. Así que no hay por qué impedir que esas empresas que además pagan impuestos, puedan trabajar.

Related posts

“CUANDO UN AMIGO SE VA”

“EL TRÁFICO DE INFLUENCIAS”

“CAMBIANDO HÁBITOS”