Los ataques incendiarios y el señor Secretario

El miércoles 2 de octubre pregunté (“¿Ganamos un escritor, perdemos un funcionario?”) si el gobernador Cuitláhuac García había hallado una forma elegante de mantener alejado de su administración al secretario de Gobierno para que no afectara a su gobierno haciendo declaraciones imprudentes.

Me refería al hecho de que ha andado de arriba para abajo presentando un libro, incluyendo un paseo por Baja California, ajeno a los graves problemas del Estado, descuidando su trabajo y dejando solo al mandatario estatal.

El buen hombre (finalmente creo que lo es, pero que Dios no lo hizo para el cargo que tiene) volvió ayer a la escena pública con declaraciones que, nuevamente, lo dejan muy mal parado y que merecieron respuesta inmediata de la Iglesia católica.

Resulta que ayer en la madrugada un grupo de delincuentes incendió una tienda de las llamadas de conveniencia en Coatzacoalcos luego de que rociaron gasolina, aunque por fortuna no hubo víctimas fatales. Fue un ataque incendiario con el que la delincuencia le recordó a todos los habitantes de aquella sufrida ciudad que ahí está, presente, que ninguna policía puede con ellos y que más vale que hagan lo que les ordenen, como pagar su derecho de piso, en el caso de los empresarios y comerciantes, si no quieren sufrir las consecuencias.

Pero entrevistado por TeleClic Noticias (de alcalorpolitico.com) sobre el caso, el secretario Eric Cisneros Burgos lo calificó como “un evento aislado… que quiere magnificarse en los medios”. El funcionario no entiende que los medios reflejan la realidad, que prestan un servicio público informando a la ciudadanía y que cuando actúan con profesionalismo e independencia no pueden ocultar los hechos.

Trató de justificar la ineficacia de la policía estatal, pero también de la estatal y de la federal, así como de la cacareada Guardia Nacional, diciendo que la prensa trató de magnificar el hecho. Afirmó en su declaración que “es más mediático que otra cosa”.

El señor demostró que no está informado (acaso porque se dedica a todo, como a andar presentando un libro, menos a ser secretario de Gobierno cuando debiera ser el hombre mejor informado del Estado, aparte del gobernador) al decir que se trató de “un evento aislado” pues resulta que es el séptimo ataque incendiario en Coatzacoalcos en lo que va del año, uno, el del bar Caballo Blanco, con un saldo de 31 personas muertas.

Los ataques comenzaron el 29 de mayo, hace menos de cinco meses, cuando incendiaron un almacén de la cadena Bama, el 16 de julio quemaron el bar La Catrina, el 18 de julio un local de cocinas integrales llamado “Williams” así como un lote de Autos Nuevo Milenio, el 22 de julio el bar Los Mangos, el 27 de agosto el bar Caballo Blanco y ahora, ayer, un Oxxo.

El ataque de ayer el secretario Cisneros lo atribuyó ¡a “la firmeza con la que se han combatido todos los grupos criminales ahí”! (?). (En el video se ve que pensaba lo que iba a decir). Por fortuna afirmó que “ya tenemos algunos indicios de quienes pudieron haber sido” y que “como en los anteriores casos vamos a dar con los responsables” ¡¡¡Si no han resuelto un solo caso ni han detenido a un solo incendiario!!!

¿No hubiera bastado con un lo lamentamos, estamos preocupados, estamos investigando, no descansaremos hasta dar con los responsables, muchas gracias, en lugar de soltarse un largo despropósito?

Se respira miedo, afirma la Iglesia

El señor vicario de pastoral de la Diócesis de Coatzacoalcos, Amado Ruiz Gordón, lo salió a desmentir, como que vive la pesadilla diaria de la que nadie está a salvo allá.

Él sí lamentó al ataque y afirmo: “Es algo que se sigue dando con mucha tristeza y pena, constatamos que la violencia e inseguridad no ha disminuido pese a los esfuerzos de los diferentes niveles y vemos cómo se respira el miedo, la ciudad se ve vacía, los comercios cierran y la gente se va de aquí. Aunque se diga lo contrario, los hechos hablan” (Elizabeth Aviña/alcalorpolitico.com).

Expresó que la gente, incluyendo a los sacerdotes, teme salir y ser atacada. “Cualquiera está propenso a la violencia, nadie está exento”.

Pero el señor secretario no paró ahí. En otra declaración (Ángel Camarillo/alcalorpolitico.com) trató de descalificar las protestas de padres con niños con cáncer internados en la Torre Pediátrica del puerto de Veracruz, diciendo que:  “Acá por todo protestamos y luego explicamos; y es al revés: primero hay que explicar y luego, protestar” (¡¡¡¿¿¿???!!!).

Y remató: “Les digo una cosa: a veces un asunto no se canaliza por los conductos adecuados y algo que sucede mucho en Veracruz: no es generando una manifestación, una protesta, sino conduciendo y explicando qué problemas tenemos, para dar una solución” (¡¡¡¿¿¿???!!!). El problema lleva desde que se inició la actual administración.

Fernando Yunes gana el brinco a Ramos Alor

Mientras que el secretario de Salud Roberto Ramos Alor trató de justificar ayer el desabasto de medicamentos para niños con cáncer y la falta de equipo para tratamientos oncológicos en la Torre Pediátrica del puerto de Veracruz, el alcalde porteño Fernando Yunes Márquez se apersonó para atender a las madres de familia que protestaban y ofreció comprar y donar una campana oncológica que sirve para preparar, de manera segura, medicamentos esenciales para las quimioterapias.

Ramos Alor declaró a XEU Noticias que la que tenían no cumplía con los estándares de seguridad requeridos y que la nueva tardaría en llegar 100 días. Yunes dijo que desde temprano buscaban ya proveedores para comprarla de inmediato (cuesta 250 mil pesos) pero que el director del hospital no les respondía a las llamadas que le hacían para preguntarle cuál era la de mejor calidad que se requiere.

Ahora falta que quieran politizar un tema tan grave y que bloqueen al alcalde solo porque es parte de la familia más odiada por el actual gobierno, cuando su acción es positiva y salvaría la vida de muchos niños. La enfermedad, el dolor, no saben de siglas ni de colores, menos de grupos políticos. Si el gobierno del Estado no puede, debe dejar que otros que sí quieren y pueden actúen y resuelvan.

Dengue; ahora sí piden ayuda a la Iglesia

En una nota de ayer, Isabel Ortega, de la agencia de e-consulta.com Veracruz, dijo que se confirmó que la Secretaría de Salud pidió apoyo a la Iglesia para combatir el dengue.

Así, los sacerdotes asumirán la función de promotores de la salud en Veracruz para alertar a la población sobre los síntomas del dengue y evitar que el padecimiento se incremente.

Desde el púlpito pedirán a los feligreses que implementen acciones de limpieza y descacharrización, “luego de que el Estado fue superado por la epidemia”.

Y Marlon se desmarca

Por otra parte, el dirigente estatal del PRI Marlon Ramírez Marín se desmarcó del presunto dicho del gobernador Cuitláhuac García a un magistrado de que los partidos políticos lo presionaban y lo tenían atado de manos en el nombramiento de los nuevos magistrados.

Negó que su partido tenga algún vínculo con el actual gobierno; recordó que la facultad de proponer a los aspirantes es del gobernador y la de los diputados votar. Dijo que sería grave que el gobernador no haya revisado los perfiles de los interesados y que se quiera hacer un tribunal a modo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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