No es la primera vez, y espero que no sea la última, en que la rebeldía de las mujeres insurgentes en México se levante y salgan a las calles. Históricamente han sido relevantes los movimientos de ellas contra una dictadura que las somete. Extraña que se olvide que a lo largo de esta revuelta feminista ellas han sido detenidas por alterar el orden público, por pintarrajear paredes, por romper vidrios, por cargar un fusil ( zapatismo) por pegarle a la autoridad y hombres que las oprimían, por quemas edificios y parques e incendiar iglesias y hasta poner bombas.
Los movimientos feministas han sido en la historia motor del cambio social pese a que no se les reconoce. Una revolución feminista que se caracteriza por ser una batalla sostenida por siglos sin contar con una sola víctima y sí mucho ruido.
A diferencia de la Revolución Mexicana, conflicto armado que inicio el 20 de noviembre de 1910, en México, la lucha feminista, incansablemente se arma solo de valor y rabia para luchar todavía contra un sistema que pretende su sumisión para usarlas de mercancía.
En la primera revolución los inconformes se levantaron contra el porfiriano, en este 2019, las mujeres se levantan contra la violencia feminicida amparada por el patriarcado, incluso impuesta por mujeres en el poder que olvidan su lucha, porque, como bien refieren feministas, el machismo no se lleva en los genitales sino en el cerebro,
El proceso revolucionario de 1910 termina en 1917, con la proclamación de la Constitución mexicana. En la revolución de las mujeres del siglo XXI, estoy cierta, o mi anhelo es que no termine hasta que los retrocesos en sus derechos sean abrogados,- incluyendo la cartilla moral regresiva-, y que cada una tenga una vida libre de violencia.
Pese a todo, las mexicanas avanzan. Primero lucharon por el acceso a la educación y por sus derechos laborales, después por sus derechos políticos, en la actualidad siguen luchando por accesos a la salud y a una vida libre de violencias, y es precisamente en este rubro que tenemos que ver la raíz de la rabia de las nuevas generaciones de feministas.
En este 2019, la Cuarta Ola y sus incomprendidos y poco visibles movimientos de feministas, aterrizadas en las movilizaciones de las mexicanas a nivel nacional el pasado V16, (viernes 16) tuvieron resonancia internacional, aun cuando la generalidad de los titulares de la prensa mexicana exhibieron la arraigada misoginia de las redacciones, utilizando el discurso tradicional machista de culparlas y criminalizarlas, en lugar de atender la causa de sus reclamos.
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La violencia de género en México es insostenible y se exhibió cuando durante la marcha, antes y después, las asistentes fueron cazadas para agredirlas gracias a la insensible narrativa de un gobierno que no entendió y que impulsó una campaña de odio para agredirlas. Algunas mujeres se sumaron al linchamiento, sin reflexión de por medio, de que lo que hoy viven las jóvenes mexicanas alcanzarán a sus hijas y nietas.
Ellas están levantando la voz por las generaciones que vienen, porque padecen una experiencia vital encadenadas al miedo de salir, de divertirse de caminar por las calles libres y confiadas. Sí, es cierto, marcharon con mucha más rabia porque enfrentan una violencia machista, que las convierte en cosas para usar y matar en medio del desorden de la seguridad nacional,
Ser mujer hoy en México es enfrentar una violencia feminicida en una emergencia nacional no reconocida, ni por los antiguos gobiernos, ni por el actual.
Muchos argumentan hay más muertes de hombres y es cierto, es el juego perverso de la lucha de poder machista, son hombres matando hombres y cada vez a más mujeres, a quienes les quitan la vida de manera más atroz..
Ellas no sólo enfrentan que las quieran matar en zonas de riesgo, sino en su casa, en su contexto social, en la calle y ahora desde las instituciones,
¡Cómo no van a tener rabia!!!
Una mujer, y en particular las jóvenes hoy viven en un escenario extremo: Cada cuatro minutos ocurre una violación sexual y el 73% de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual. Las más jóvenes tienes más probabilidad de ser asesinada o violada que de enfermarse de cáncer o de VIH. La violencia feminicida, contabiliza diez mujeres asesinadas al día, sin arquear las que no denuncian o las que desaparecieron para no dejar huella en las cifras oficiales, que hacen de México, el primer lugar en feminicidios en América Latina.
Las chicas se han unido en una sola vez aduciendo que no hay colectivos feministas legítimos e ilegítimos como quieren hacer suponer en el discurso oficial de un gobierno que prometió velar por ellas y no han conseguido más que promuevan con impunidad y discursos, más violencia contra ellas.
Por ello bienvenida la revolución de las mujeres con rabia si propicia un cambio violento y radical en las instituciones políticas..
Bienvenido el Cambio brusco en el ámbito social, económico o moral de una sociedad derivado de la rabia de las mujeres
Bienvenida la idea que extreman los nuevos feminismos de NO prestarse a ser cooptadas por los gobiernos, ni a la manipulación política o partidista, y que refieran que el movimiento es de todas y por todas, y que vamos a seguir organizadas. #Yotambiénmesumo. * BillieParkerNoticias.com