“El político debe tener: amor apasionado por su causa; ética de su
responsabilidad; mesura en sus actuaciones.” – Max Weber.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador tiene clarísima la película de lo que pasa en Veracruz.
Sabe que desgraciadamente el trabajo emprendido por su administración a nivel federal será lo único que pueda incidir en la confianza ciudadana de cara al proceso electoral intermedio.
La constante disputa entre fuerzas gobernantes y el pasado inmediato evidencian la falta de capacidad política de parte de quienes hoy son gobierno a nivel estatal.
La inyección de recursos por la vía de atender la pobreza como el fenómeno social lacerante que retrasa el desarrollo de un pueblo refleja su importancia.
300 mil millones de pesos la cifra a ejecutar a nivel nacional.
Mientras tanto, los políticos aldeanos, siguen otorgándole a la sociedad gato por liebre, como el mismo López Obrador lo ha referido.
El mensaje presidencial enviado a penas este martes desde Palacio Nacional vuelve a llegar encriptado y solo quienes conocen al Ejecutivo Nacional saben descifrarlo.
“El pueblo de México tiene un instinto certero, sabe quién habla con la verdad, quién tiene buenos sentimientos, quién se preocupa por ayudarlos y quién es un trepador, un oportunista, un politiquero” aseguró el mandatario nacional.
“Lo que creo, no sólo para este caso, sino para otros, aplica parejo: quienes nos dedicamos al noble oficio de la política, tenemos que actuar poniendo por delante los ideales y principios, y le debemos de profesar un profundo amor al pueblo. Si no hay ideales no hay principios, no se puede hacer política”, respondió.
Esto viene a colación porque desde la federación continúan enviando mensajes para que los avezados integrantes del gobierno Cuitláhuista entiendan que no les parece la forma en como están haciendo política en la entidad.
Tras hechos violentos ocurridos el fin de semana en la región capital, específicamente hacia la región de Coatepec, otro mensaje vuelve a llegar.
Viene de la mano del delegado de la Secretaría de Bienestar en la entidad.
Manuel Huerta es claro.
En su mensaje a los habitantes de Tuzamapa en donde se habría presentado el asesinato de un joven limonero, el funcionario federal señaló este pasado lunes: “Las cosas que pasan en esta localidad no las vamos a mantener en silencio, estos problemas de violencia que ocurren, lo que pretenden es que la gente tenga miedo y estamos porque queremos que la gente no tenga miedo, que sepa que vamos a estar con ustedes, vamos a hacer justicia, se lastima a la comunidad y hay miedo, no podemos abandonar las calles y encerrarnos en nuestras casas, tenemos que salir y decir aquí estamos. Vamos a hacer justicia en este caso de violencia”.
Huerta Ladrón de Guevara remató; “Hay que reforzar la seguridad, pero tiene que haber más inteligencia para actuar, un circuito donde haya procuración de justicia, una buena integración de quienes los detienen y quienes los juzgan; y en eso hay mucho por hacer en Veracruz”.
Otro mensaje, diáfano y contundente al actual gobierno estatal.
La crítica social al antiguo régimen remarcó la obcecada codicia del Gobierno Peñista.
Por desgracia, parece que dicha actitud está inmersa en la actitud indiferente del actual gobierno estatal, quien ahora replica dicha postura.
El remedo político en el que se ha convertido el actual gobierno confirma esa máxima.
¿Cuál compromiso con la sociedad?, ¿Dónde están los ideales y la congruencia en el actuar?
Graves resultan ser los casos de nepotismo, pero más serio son los casos de corrupción.
Los severos señalamientos que pesan en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez son el llamado de atención más fuerte a su administración.
El costo político estimado es aún incalculable, pero la película real, la conocen bien en el altiplano.
Al tiempo.
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