Probablemente si los expresidentes panistas hubieran continuado el ritual de todos los expresidentes ahora no tendrían el dolor de cabeza que tienen Fox y Calderón, uno adicto a la mariguana y el otro al alcohol.
Los expresidentes panistas metieron tanto desorden a la tradición del expresidente silencioso, que posteriormente a sus declaraciones reiteradas e intensas, se sumaron hasta los expresidentes priistas a romper el silencio.
Su verborrea era injustificada la mayoría de las veces; sin embargo, nunca tuvo límites ni nadie se los impuso. Ahora, ante la evidencia de la culpabilidad el silencio vuelve a imperar en los expresidentes panistas.
Las investigaciones sobre corruptelas en sus regímenes les pisan los talones a los dos expresidentes panistas, y quieren compensar su pretendida inocencia con declaraciones cada vez más estridentes.
Lo que ahora salta a la vista y mueve a sospecha es el repentino aviso del destino del dinero incautado, hace 12 años, a Zhenli Ye Gon, por 207 millones de dólares.
De pronto el presidente de la República preguntó sobre su destino y saltó el responsable, Felipe Calderón Hinojosa, explicando apresuradamente algo que mantenía en secreto: se destinó a la construcción de 335 Centros “Nueva Vida” de Prevención y Tratamiento de Adicciones en el país.
“Entiendo que dijo que nunca se había hecho nada al respecto, pero, afortunadamente, hay otros datos”, escribió Calderón.
Lo incautado, sea dinero o bines, debe tener un proceso de legitimidad para utilizarlo, ahora mismo el gobierno federal subasta automóviles y casas a particulares, luego de una temporada de limpieza dentro de un proceso legal que pueda activar el valor de los objetos o el efectivo; el dinero lo incauta el Poder Judicial, y el ejecutivo puede disponer de él, luego de un proceso legal que le otorga esa facultad.
En el caso del dinero del ciudadano chino, Calderón dispuso de él prácticamente de inmediato y lo aplicó sin autorización de ningún otro poder que el de su decisión personal.
Cuando el presidente dijo que investigará el paradero de esos recursos que se le decomisaron al empresario mexicano de origen chino, Calderón fue impulsado por un resorte que justificó el gasto, pero no el procedimiento legal para aplicarlo a otros rubros.
Destacó, de inmediato el expresidente, que antes no se informaba sobre el destino del dinero que se decomisaba a la delincuencia y el crimen organizado, contrario a lo que ocurre ahora.
Puede ser cierto, pero la realidad es que debió anunciar la creación de nada menos que 335 centros Nueva Vida, que no es cualquier cosa. Pero nunca los anunció ni puso a disposición de los adictos esos centros ni dispuso publicidad para ofrecer el servicio, siendo tan proclive a dar a conocer hasta detalles mínimos en su administración.
Resulta por demás sintomático que habiendo declarado la guerra al narcotráfico no haya anunciado la creación de 335 centros contra las adicciones; sin embargo, ahora, después de 12 años, cuando esos centros desaparecieron entre las ruinas del olvido y la indiferencia, pueda decir que se crearon esos espacios.
Calderón debe explicar los mecanismos que utilizó para tomar ese dinero, en los que se basó para destinarlos a la creación de esos centros, los cuales deben contar con una cédula de sanidad y un permiso para operar. Deben también ser dados de alta en alguna dependencia, lo cual debió registrarse oficialmente y, por lo tanto, dado a conocer.
“Yo acabo de mandar, ordené que me hicieran una investigación hasta donde se pueda para saber dónde quedó el dinero porque imagínense que el presidente de México no sepa dónde quedó el dinero. Yo acabo de mandar ordenar esa investigación”, indicó López Obrador.
Zhenli Ye Gon fue detenido en Estados Unidos el 18 de octubre de 2016 y posteriormente extraditado a México donde enfrenta una serie de cargos, la mayoría de ellos por delincuencia organizada y lavado de dinero.
De no explicar todo el trayecto del dinero, que tuvo como objetivo final la creación de 335 centros contra las adicciones quiere decir que con la misma facilidad con la que dispuso de ese dinero para decir que crearon esos centros, pudo quedarse con esos 207 millones de dólares y utilizarlos en beneficio propio.
Los expresidentes panistas tienen muchos secretos que deberán salir uno por uno puntualmente y en caso de ser culpables de algún delito, ser detenidos y sentenciados. PEGA Y CORRE. – Y a propósito de fortunas mal habidas, quien debió condicionar la extradición de Joaquín Guzmán Loera, a la posesión de su fortuna de más de mil millones de dólares, fue Luis Videgaray, entonces secretario de Relaciones Exteriores, pero con eso de que aprendió diplomacia sobre la marcha, no quiso o no pudo reclamar, ya sea por intereses implícitos en el primer caso, o por ignorancia en el segundo caso…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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