¡Carajo! A ver si ahora sí es cierto.
Adelantó ayer el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, que para quienes no saldrán de vacaciones habrá espectáculo.
Dijo que la semana próxima, en pleno periodo vacacional, interpondrá una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y del fiscal general del Estado Jorge Winckler Ortiz.
¡Y amenaza con hacer un salpicadero!
Adelantó que ya cuentan con todas las pruebas que demuestran cómo extorsionaron a exfuncionarios duartistas a quienes solicitaron bienes a cambio de encubrirlos.
“Se van a sorprender con los nombres de todos los involucrados”, dijo y aseguró que ya los tienen plenamente identificados. ¡Nombres, nombres, nombres!
Mmm. Yo como Santo Tomás, hasta no ver no creer. Sobre todo cuando Eric asegura algo.
¿Recuerdan aquel “Me canso ganso que se va” el fiscal, que dijo el 3 de diciembre del año pasado?
Han pasado siete meses y resulta que Winckler ahí sigue y tampoco anda “como reglita, derechito”, que según él así lo iba a traer la Cuarta Transformación.
Patrocinio, no nos defraudes. Tienes muy poca credibilidad. Mira como te traen en las redes, a tiro por declaración que haces. A ver si tu nueva denuncia –oootrrraaa más– no resulta un verdadero parto de los montes (¿conoces la fábula?, es de Esopo).
Broder esta puede ser la última oportunidad para que te reinvindiques. No juegues más con nuestro morbo.
Regresa AMLO y Winckler ahí sigue
¿La denuncia es para, por fin, darle una buena noticia al presidente Andrés Manuel López Obrador ahora que se dispone a regresar al Estado?
Porque quien le trae “ganas” a Winckler es el propio AMLO, a quien ve como extensión de Yunes, pero sus muchachos en Veracruz no pueden con él.
Según, cuando en febrero lo tuvieron en sus manos y daban por hecho que lo someterían a juicio político, como pescado enjabonado se le escurrió a la bancada de Morena en la Legislatura local.
Seguramente AMLO se decepcionó por ese hecho y en abril tuvo que entrarle al quite a sus ineficaces acólitos veracruzanos.
“Creo que fue un error que el gobernador pasado (lógicamente se refería a Yunes) dejara un fiscal”, dijo el 22 de abril en conferencia de prensa en el puerto jarocho.
“Eso fue muy común en los últimos tiempos. Durante el imperio de la corrupción se protegían unos a otros”, señaló.
Anunció entonces que “la autoridad competente” iba a investigar sobre el comportamiento del fiscal.
“Eso lo tiene que resolver la autoridad competente, pero no puede haber, no debe haber contubernio entre autoridades y delincuencia. Y el hecho de que lo haya dejado el gobernador anterior y que esté actuando en protección del viejo régimen llama mucho la atención. Pero eso lo va a decidir una autoridad competente”, precisó.
“Lo que sí debe de quedar muy claro es que nosotros no somos tapaderas. Si hay una denuncia en contra de quien sea, se le va a dar curso. No vamos a estar protegiendo a nadie. Se va a acabar la corrupción, tenemos que limpiar de corrupción a Veracruz”, sentenció.
Nunca, lo consigné entonces, un presidente de la república se había rebajado tanto al nivel de un fiscalito estatal y en contrapartida le había otorgado tanta relevancia.
Pero a quienes él confió la autoridad y el mando en Veracruz lo obligaron a ello ante su probada ineficacia para operar y resolver cualquier asunto.
Eric Patrocinio asegura que ahora sí. Si fracasa debe renunciar a su cargo. Será ya un lastre para el gobernador.
Le empezarán a meter mano al cuitlahuismo
Lo que trasciende en círculos morenos es que de todos modos el gobierno federal le empezará a meter ya mano al gobierno local.
Tal vez será imperceptible o no de manera brusca porque empezarán a reforzar el equipo cuitlahuista con nombramientos ordenados o impuestos desde el altiplano.
Contra las especulaciones que hay, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez permanecerá en su cargo pero poco a poco se irá renovando su equipo, o se lo irán renovando.
Algo que también parece irse vislumbrando es que el gobierno de AMLO no se confía en la administración estatal y mejor cargará el peso político para el proceso electoral de 2021 en el súper delegado Manuel Huerta.
La oportunidad la tuvo el gobierno estatal pero parece ser que no acaba de convencer en el Palacio Nacional.
Así, Manuel irá apretando el paso con los programas sociales para ir asegurando el voto de los agradecidos adultos mayores, las personas con alguna incapacidad, los jóvenes becarios y todos los beneficiarios del campo.
Con el ingrediente de que como exdirigente estatal de Morena tiene aceitada la estructura con la que ganaron la elección del año pasado.
A lo que agrega ahora su acercamiento y buena relación con la prensa estatal, algo que han descuidado y además no les interesa en la administración estatal.
Además, López Obrador seguirá haciendo lo suyo: echarle porras a Cuitláhuac en las visitas que haga, como la que está en puerta y para la que definen la agenda.
Duarte amenaza con otro salpicadero
Pero otro que ofrece espectáculo para el periodo vacacional es Javier Duarte.
En una muy rara declaración, dijo a Alejandro Guerrero que por carga de conciencia Enrique Peña Nieto le dio “cientos de millones” de pesos los que, a su vez, le entregó al exencargado de la entonces PGR, Alberto Elías Beltrán.
Suena descocada su afirmación.
Supongo dos cosas: que el morenismo lo va a utilizar para que sirva de testigo de cargo contra Peña Nieto, quien se acaba de ir del país para refugiarse en España temeroso de que AMLO se arrepienta del arreglo de impunidad que tuvo con él y lo persiga, o que quiso mandar un aviso de que si se olvidan de él y lo abandonan en prisión, dirá mucho de lo que sabe o todo lo que sabe.
Tal vez su defensa lo aconsejó que siga el camino de Emilio Lozoya, cuyo abogado quiso involucrar a Peña y a Luis Videgaray, seguramente para que no lo dejen solo ante la acometida del morenismo.
En fin, el escándalo sigue dominando la vida pública y los problemas de fondo esperan, como siempre.