Los factores que deben conjuntarse para obtener resultados en la lucha contra la inseguridad son varios, pero uno de los esenciales es dejar el protagonismo atrás y mantener el individualismo al margen de toda actividad al respecto.
Es a partir de factores elementales de convivencia y trabajo de equipo donde comienza la labor de luchar contra la delincuencia en cualquier punto del país.
Esto sucedió en uno de los puntos negros de la geografía nacional, donde pasó de ser de los lugares de mayor incidencia delictiva a una entidad que regresa a la tranquilidad que debe caracterizar a todo polo de atracción turística. Esto ocurre en Quintana Roo, espacio y símbolo de nuestra historia y un atractivo turístico permanente.
Fue ahí donde algunos de los responsables de combatir a la delincuencia, en todas sus manifestaciones, pudo advertir que la unidad de las diferentes fuerzas es el mejor camino para alcanzar resultados positivos en este terreno.
Prácticamente todo el estado de Quintana Roo, el más joven de los estados del país, estaba considerado como región prioritaria. Era considerada como un lugar tan peligroso que países como Estados Unidos recomendaban no visitar Cancún y otros lugares de dicha entidad. Todo esto se ha revertido.
Si tomamos como marco de referencia los meses del año anterior, encontramos que, en el municipio de Juárez, mejor conocido como Cancún, bajó considerablemente el índice de delitos. En el caso de los homicidios se redujo en 18 por ciento, según cifras oficiales.
En toda la entidad delitos como el secuestro se redujeron, en ese lapso, 67 por ciento. Resultado de la combinación de esfuerzos entre la Policía Federal, la Marina, la Sedena, coordinados por un Mando Único que se ha convertido en ese espacio como una de las claves para obtener resultados óptimos en esta lucha.
Es decir, cuando cada uno de los elementos que luchan contra la delincuencia con la convicción de que debe protegerse a la población y sus bienes, ponderan la responsabilidad sobre la necesidad de aparecer como los héroes de mil batallas, los beneficiados somos todos. Es también por esta razón que los ciudadanos debemos estar orgullosos de quienes mantienen esta lucha las 24 horas y que no hay elemento de dichas fuerzas que falte al compromiso para el que fueron convocados por la historia.
Luchar contra la delincuencia si bien es trabajo de todos, la responsabilidad directa radica en la posibilidad de apostar la vida ante los embates de una delincuencia que empieza a ver que hay un muro de contención ante sus ambiciosos planes.
Siguiendo con el estado de Quintana Roo, en los municipios de Benito Juárez, Solidaridad, Othón P. Blanco, y Cozumel, las acciones de las dependencias citadas disminuyeron a 175 de 214 que eran, en el mismo periodo del año pasado, y siguen disminuyendo.
Actualmente el municipio de mayor incidencia delictiva es Solidaridad, teniendo un registro actual de 94 homicidios dolosos en lo que va del año.
Esta estrategia debe tener consideraciones previas al hecho de tomar las armas y enfrentar al delincuente siempre de frente. Es necesario estudiar al enemigo. A veces es mejor seguirlo para encontrar su guarida que dispararle en cuanto aparece en la mira de la pistola.
Las transformaciones dentro este proceso se convierten en un sello de la administración estatal que puede ser una punta de lanza para que el resto del país inicie este proceso con la convicción de quienes luchan a muerte por la delincuencia.
En Quintana Roo la delincuencia sigue disminuyendo y es muy posible que haya en esta actitud de marinos, soldados y policías federales la mejor de las armas y el mejor de los escudos.
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