Recordemos que hace unos días. El secretario de hacienda, envió a López Obrador su renuncia, misma que no fue aceptada, dejando anclado a Carlos Urzúa para defender lo indefendible ante tantas dádivas y malos manejos económicos desde la cabeza del gobierno, lo cual implica un dolor de cabeza para quienes desde la oficina de los dineros, deben recabar estos para distribuirlos en obras y servicios que deben beneficiar a los ciudadanos y en particular a los que con su trabajo sostienen la economía nacional y por supuesto a los grupos más humildes y endebles, entre los que no se encuentran los ninis, los inmigrantes que nos están invadiendo por miles, los deudores de la luz en Tabasco, que por cierto no pagan a CFE por recomendación del peje años atrás y hasta las grandes empresas que por décadas han invadido impuestos y ahora se los condonan.
Tan quieren sacar dinero de donde se pueda y a quien se deje que los recortes a los programas sociales tradicionales, el apoyo a las guarderías, la falsedad de bajar de precio los energéticos y demás promesas de campaña fallidas van dirigidas a financiar las ocurrencias como el aeropuerto, la refinería en terreno pantanoso y el tren maya entre otras. Es más teniendo a diputados y senadores de levanta dedos, puestos de hinojos y listos a apoyar cualquier ocurrencia del patrón, han propuesto renacer el impuesto de la tenencia vehicular, que se mantuvo por décadas totalmente ilegal, ya que fue un impuesto creado por el nefasto Díaz Ordaz para apoyar económicamente los juegos olímpicos del 68 y que supuestamente era temporal y que en principio se derogaría durante su mandato.
Ahora Germán Martínez Cázares, renuncia a la dirección general del Instituto Mexicano del Seguro Social, en un acto de valentía, honradez y dignidad, para no prestarse a malos manejos maquillados ordenados por la secretaría de hacienda y dirigidos desde la cabeza del gobierno que en ese afán de ahorro pretenden redirigir las cuotas de los trabajadores y patrones a otros fines muy lejanos a cuidar la salud, bienestar y seguridad de los trabajadores en activo y de los jubilados. Dinero multimillonario que debiera utilizarse en rehabilitación, creación, mantenimiento y equipamiento de clínicas y hospitales, contratación de personal médico, laboratorio, gabinete y enfermería, así como dotación de medicamentos y otros insumos, se pretende desviar hacia los proyectos abyectos de mantener personas improductivas, migrantes que son una carga y riesgo delictivo para el país y la realización de sueños dorados y guajiros.
Aplaudo la honestidad de Germán Martínez al no prestarse a jugarretas que antes fueran criticadas siguen siendo parte de la mafia del poder ahora reestructurada y transformada con mayor apetito. A ver quien sigue en la lista.