Le platiqué a usted, hace unos días que, recorriendo la avenida Ruíz Cortines de la capital de nuestro bello estado de Veracruz, encontré en el angosto camellón un gran número de arbustos de adelfas, alternando de cuando en cuando, las flores color rosa tenue que las hace lucir delicadas, y las de tono más encendido aproximándose al fucsia. Este desfile de ‘las hermosas’ fue alegrándome la vista y, de repente, no muy lejos de ahí, me salió al paso una planta de la flor que conocemos como tulipán, y cuando quise investigar en algunos de mis libros sobre esta planta tropical, no pude encontrarla como tulipán, nombre con el cual le conocemos comúnmente en México, por lo que la busqué en Wikipedia y allí conocí su nombre botánico y algunos otros con los cuales se le conoce:
Es originaria de Asia oriental y su nombre científico es Hibiscus. Hibiscus rosa sinensis, Rosa de Siria, Hibiscus syriacus, Althaea y Arbusto Althaea, Bunga Raya (‘gran flor’ o ‘flor festiva’) en Malasia, donde es reconocida como la flor nacional, así también en Irán y Turquía. En cambio, el común de la gente en México, la llama Tulipán, al que al que yo agregaría mexicano: Tulipán mexicano y así, con ese nombre es como lo pude encontrar en Wikipedia. Por cierto, hay uno que es “vacío” y otro “relleno”, pero a ambos se les conoce como tulipanes. Éste que ahora encuentro es sumamente atractivo, de corola amarilla y centro morado, profundo como copa. Los hay en colores rojo, rosado, amarillo, naranja, blanco. Consta de cinco pétalos y tiene una forma como de trompeta (al igual que la Copa de Oro) y un cáliz largo y sus semillas encapsuladas son diminutas. La planta puede crecer hasta cinco metros y también puede cultivarse en maceta, aunque alcance menor tamaño.
El otro tulipán que le mencioné es “relleno” para mejor descripción. Su forma no es de campana o trompeta, sino que sus pétalos son envolventes, no tienen un centro definido -a la vista- y los hay en varios colores y combinados también. Sus tallos son fuertes, sus hojas ovaladas y dentadas y las flores tan elegantes que se distinguen en cualquier jardín. Se le conoce también como obelisco. Y aunque requieren pocos cuidados, hay que protegerlos de plagas de polillas y mariposas. A la hora de sembrar el tulipán es conveniente poner tierra negra y regarlo regularmente ya sea que siembre en jardín o en maceta, si no cuenta con espacio suficiente. A propósito, le cuento que he tenido el privilegio de conocer a muchos cultivadores de plantas y me ha tocado en suerte conocer a personas que no cuentan ni con un metro cuadrado de tierra en sus hogares, no obstante, les queda la opción de sembrar en maceta -el cual es mi caso- y allí se puede escoger el tamaño y la forma del recipiente al que se le dé uso de maceta para colocarlo en el espacio disponible, ya sea en el suelo o como planta colgante. He conocido casos extremos, en que las personas con quienes se comparte la vivienda no quieren plantas en su casa, por la razón que fuere; entonces hay otra opción: Sembrar en un espacio público, ya sea en un arriate, en un jardín cercano, en el parque, pero siembre y cultive, si ése es su deseo. Al Parque conocido como “El Huarache”, lo cuida un hombre ya muy mayor, Don Teo, que ha dedicado sus últimos años a cuidarlo, de manera gratuita. Las plantas son su vida, su razón de vivir y eso le ha generado el reconocimiento, afecto y apoyo de sus nobles vecinos. “Hay que vivir sembrando, siempre sembrando! dijo el poeta (Rafael Blanco Belmonte). xalapaflorida@hotmail.com