LA NACION

“…y si no, que la Nación me lo demande” es con lo que cierran los presidentes mexicanos, su discurso de toma de posesión. Quienes se manifestaron en contra del régimen de AMLO, pertenecen al pueblo de México. Fueron de distintos estados del país, que exteriorizaron su descontento. En la democracia por la que hemos luchado los votantes nacionales, es bienvenida y nadie puede censurarla. Aquí lo que se trata es de expresar, los que se desea. La mayoría de ellos son contribuyentes y eran de diferentes sectores sociales. El reclamo más sentido, fue que no nos separara. Que se terminará con el discurso de odio, adjetivando y juzgando a quienes no comulgan con sus ideas. La ironía mal disimulada de AMLO en la respuesta, aparentemente de conformidad, no es sana. Tampoco es una graciosa concesión. El 53% votó por él, pero el 47% no. *** El presidente debe legislar para todos, buscando el bienestar de la mayoría. No solo para sus seguidores, leales. La pobreza pudiera ser prioridad, pero si no se generan recursos nada alcanzará. Eso es todo. ¿Es tan complicado entenderlo? Tal vez no se esté de acuerdo con lo que se dice, pero se debe respetar el derecho a decirlo. Por el bien de México hay que armonizar. Poner fin a esa polarización, que no tendrá buen fin. Los mexicanos unidos, hemos logrado sacar a partidos que nos han engañado y saqueado como en su momento el PRI y PAN, hoy en inanición y en completa derrota sin todavía poder asimilarla. Como en otros países del mundo, se ha recurrido al movimiento pacífico ciudadano para exteriorizar. Eso hizo los pocos o muchos- sin número- que salieron a las calles en 10 estados y arriesgaron para manifestarse. Muy bien por ellos.  *** “Juro desempeñar leal y patrióticamente el encargo de presidente de los Estados Unidos Mexicanos, conforme a la Constitución y mirando en todo por el bien y prosperidad de la unión”. *** No hay perfección en nada. Hay que entender que las personas nos equivocamos y aceptarlo. En la posición política es muy difícil pues consideran que el puesto, les da la razón en todo. Rodeados de sanguijuelas, que les hacen creer son dioses, para congraciarse y recibir beneficios. Insistimos que lean “El Nuevo Traje del Emperador” de Andersen, cuyo mensaje es “no todo lo que creemos que existe tiene porque existir y no tiene por qué existir lo que se cree que es verdad”. *** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.

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