Desde el Sumidero hasta las Animas, los ladrones se llevan lo que pueden. La falta de vigilancia de seguridad pública, deja las puertas abiertas a la delincuencia, que en las colonias marginadas, se roban hasta las ventanas y en la zona del sur con mudanzas desvalijan residencias enteras dejándolas totalmente vacías. Esto es ya insoportable. Son miles de millones de pesos destinados a la secretaria encargada y no se ven resultados. Miéntras el gobernador y el fiscal, continúan enfrascados en sus pleitos políticos, abandonan a la ciudadanía, que vive aterrada por la multiplicacion de los delitos. Hoy mismo atacaron a la familia del antropologo Carlos Antonio Castro. Una familia muy apreciada y respetada, por la comunidad. Todos estamos a merced del hampa y ya no se puede andar con tranquilidad. Estamos sometidos pagando impuestos caros y malos. Con un alcalde omiso, inepto, alejado la capital del Estado, Xalapa, sucumbe ante la fechoría de gobiernos y maleantes.