“Hasta la desgracia llega a cansarse.” – Séneca.
¿Qué está pasando en México que pareciera que a la clase gobernante –en su mayoría perteneciente a la nomenclatura de Morena- simplemente no le sale nada bien?
La respuesta inmediata de la gran mayoría de ellos, empezando por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido la de emplear la descalificación, el clasismo, la división y por supuesto la repartición de culpas a pasadas administraciones y funcionarios.
La que quizá sea la más clara de estas cuestiones se ha dado con el caso Minatitlán, en donde el mismo Ejecutivo Federal y el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez hicieron mutis ante el manejo de la crisis.
Las respuestas las conocemos todos. Uno hablando de citas bíblicas y sepulcros blanqueados, otro asistiendo a un partido de futbol del peor equipo de la primera división.
En la realidad, las denuncias de que las cosas no están nada bien al interior de esta gran masa social que se denomina Morena, comienzan a confirmarse.
Un movimiento surgido del resentimiento, la venganza y el desprecio por las instituciones de este país comienza a dar muestras de su propio resquebrajamiento.
Es sabido de la inconformidad de muchísimos legisladores federales y locales de ese instituto político a las formas y manejos que desde las cúpulas nacional y estatal imponen a sus seguidores.
En Veracruz apenas el 22 de febrero de este año se dio muestra de ello, cuando la bancada de ese partido político –la mayoritaria- no pudo quitarle el cargo al Fiscal General, Jorge Winckler Ortiz, por acusar serios intentos de intromisión a base de amenazas de parte del Gobierno del Estado, a través del secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos y del coordinador parlamentario, Juan Javier Gómez Cazarin, al que incluso tacharon de inepto.
La cohesión se mantiene bajo el principio fundamental de la amenaza y el terror, de que otra manera podrían mantener junta esta amalgama de posturas sociales.
Este reportero ha señalado en infinidad de ocasiones la serie de desviaciones doctrinales y de principios que este movimiento mantiene.
Más recientemente integrantes del mismo instituto lo han manifestado en entrevistas al señalar que se pretende negar principios elementales a la población bajo el argumento de convertir a este nuestro México en un remedo de potencia de corte estalinista como pudiera ser Corea del Norte o Venezuela.
Alejandro Rojas Díaz Durán, senador suplente de Ricardo Monreal lo ha manifestado abiertamente, al advertir la intensión de convertir a México en una especie de dictadura socialista del siglo XXI.
Y es que el propio aspirante a la Dirigencia Nacional de Morena, habla y reconoce la necesidad de terminar de dar forma a Morena, pues no puede llamársele partido político con todas las de la Ley, cuando no terminan de conformar ideológicamente sus posturas.
La confirmación de todo ello se pudo comprobar este mismo miércoles cuando se conoció el viaje relámpago a China por parte de una delegación de Morena, encabezada por la propia presidenta de ese instituto político nacional Yeidckol Polevnsky Gurwitz.
Claro que como buena líder de partido se habría de llevar a sus más avezados seguidores, entre los que se incluye al legislador Gerardo Fernández Noroña –un gatillero del discurso-, y un sujeto como Héctor Díaz Polanco –dominicano de nacimiento, que ahora pretende construir una nueva China o Corea en México-, entre otros más.
La incapacidad para dejar de ser partido y ser gobierno, también se ha hecho evidente, no es lo mismo criticar por consigna, de manera sistemática porque así se debe comportar la oposición, a ser gobierno.
En todos los frentes donde encuentre usted un funcionario emanado de este instituto político la respuesta será siempre la evasiva, la entrega de culpas, el constante señalamiento de un conservadurismo que pretende detener el progreso propuesto por ellos.
Dos joyas simplemente se dieron en menos de 24 horas.
Una por parte de la senadora veracruzana por Morena, Gloría Sánchez, quien acuso a los medios de magnificar lo ocurrido en Minatitlán, como si 14 muertos masacrados fuera asunto inventado y manipulado por los medios.
Otra, la ofrecida por el propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez quien en entrevista con la periodista Azucena Uresti, sacó a relucir el cobre al comportarse como patán, y proferir un “qué bueno que no seas gobernadora”, ante su incapacidad para responder a las preguntas de la comunicadora. https://www.youtube.com/watch?v=hWb7m9ssaK0&t=67s
El mundo se le vino encima a Morena.
Y se le vendrá aún más porque tras ofrecer el presidente López Obrador resultados en seis meses en materia de seguridad, la que parecía eterna luna de miel con la sociedad, se terminó.
Al tiempo.
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