“El deber de una persona está allí donde es más útil.” – José Martí.
Este fin de semana la actividad política democrática de Veracruz se vio de nueva cuenta activa, en tiempos de la 4T no todo es AMLO, ni todo Morena.
Por fortuna existen aún personajes empecinados en confirmar que la política es mucho más que falsos caudillos, y que es solo a través de ella como puede darse tránsito a la sociedad dentro de un proceso en paz y orden constitucional.
Por un lado, los priistas, desarrollaron su tradicional festival de cara a la renovación de su dirigencia estatal, y como por ahí dijeran algunos sabios conocedores de la política, “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí”.
El PRI mostró que aun late, muy a pesar de que en el queden rastros de un pasado lastimoso para Veracruz, con personajes extremadamente marcados por su proclividad a los enjuagues y viejas prácticas, aun con eso, al menos seis mujeres y hombres se inscribieron en el que quizá sea de los muy pocos procesos que irá a consultar a su base el futuro del propio instituto político.
A la cita llegaron puntuales personajes como Zaida Alicia Lladó Castillo quien junto a Jorge Landa Rivera respectivamente intentarán hacerse de la Presidencia y Secretaria General.
Otra que sueña con llegar es la joven minatitleca Damara Gómez, quien acompañada del maestro Eligio Morales Fuentes –padre de Elizabeth Morales García-, también aspiran hacer su luchita.
Así en el listado de aspirantes se sumaron también Norma Priscila con Fernando Sánchez Olarte; Carlos Aceves con Marilda Rodríguez Aguirre; Adolfo Ramírez Arana –El Fofo- con Silvia Domínguez López.
Finalmente, a la cita llegó el porteño Marlon Ramírez Marín quien va en formula con Arianna Ángeles Aguirre busca darle un nuevo rostro al priismo veracruzano.
Ramírez Marín afirma “Soy, seguiré y me voy a morir en el PRI, porque me ha costado 25 años de trabajo llegar hasta este día y no se lo voy a regalar a nadie”, me consta que este porteño ha transitado por todos los escalones de la política partidista, y aun cuando reconoce que su partido es el instituto político de las causas sociales, y sus militantes los únicos con preparación y experiencia para gobernar, se debe verdaderamente reflejar en la conformación de esta nueva dirigencia, si es que aspiran a retornar por sus fueros al poder.
En paralelo, este fin de semana la militancia del PRD esa que afirman algunos ya ni existe se vio de nueva cuenta reunida, callando con ello voces de morenistas que piensan que lo tienen todo, cuando no es así.
Al menos así lo confirmaron dos importantes eventos en la región de Coscomatepec y de Banderilla, a este último llegó el mismo dirigente nacional extraordinario, Ángel Ávila Romero y encabezados por el Presidente Estatal y Secretario General, Jesús Alberto Velázquez Flores y Roberto Peña González, respectivamente; secretariado del Comité Ejecutivo Estatal.
De igual modo referentes veracruzanos del Sol Azteca como Rogelio Franco Castán, Jorge Flores Lara, Gregorio Gómez Martínez; el alcalde anfitrión, Juan Manuel Rivera González y homólogos de la zona, así como las exsecretarias nacionales, Claudia Castello Rebollar y Elizabeth Pérez Valdés; desarrollaron el encuentro, como parte de la gira de fortalecimiento de las estructuras perredistas.
Y es que los que aún creen que el Sol Azteca es y será una fuerza política con capacidad para formular propuestas serias y objetivas, encaminadas siempre a encausar la voz de la izquierda unida lo confirmaron.
En este contexto, el dirigente nacional extraordinario, Ángel Ávila Romero, destacó la importancia del estado de Veracruz para el PRD, siendo una de las entidades que mayor aportación de votos ha proveído a esta fuerza política en los últimos procesos electorales.
Asimismo, reiteró que, en el marco de los inicios de Gobierno federal y estatal, “la lucha del PRD se ha reforzado para representar una izquierda congruente, combativa y leal a los principios democráticos que han marcado cambios trascendentales para el país”, por lo que refrendó el respaldo de la dirección nacional a la gestión de Jesús Velázquez, donde ha imperado la unidad y la convicción del bien común.
Quiérase o no, estos dos institutos políticos son y seguirán siendo referentes de la vida política nacional y estatal, y ojalá sus militancias así lo comprendan, reforzando con todos sus cuadros, dando nacimiento a otros, y reconstruyéndose por el bien de la entidad, en donde deberán actuar como contrapeso a las ocurrencias de quienes hoy mandatan y que sin experiencia y probidad han confirmado que no sirvieron para lo que se comprometieron aportar.
Al tiempo.
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