Creatividad para compartir

En distintos pueblos rurales de la India, y seguramente en múltiples partes del mundo, incluido nuestro país, las mujeres ven truncadas distintas oportunidades, en ocasiones es por falta de educación, por violencia o barreras culturales, pero también puede ser por algo tan natural como la menstruación.

Existen lugares en los que la mezcla de los factores anteriores haga que la sociedad no tenga información sobre este tema, lo cual da paso a mitos y tabús que sólo afectan a quienes mes con mes tienen un periodo menstrual, a las mujeres, quienes por vergüenza o falta de recursos deben abandonar sus sueños y esto les corta las posibilidades de desarrollo que quizás tendrían de poder continuar con su educación.

Esto y más, puede verse en un breve documental, “Period. End of sentence” que nos habla de un grupo de mujeres de una comunidad rural en Nueva Delhi, India, donde pareciera que nos trasladamos al pasado, donde la tecnología no existe, la religión pesa sobre los derechos humanos y las costumbres siguen relegando a la mujer en distintos ámbitos, sin embargo es algo tan actual en este país y en muchos otros puntos del mundo, donde la pobreza es uno de los factores clave que ha permitido esto.

En el documental, un grupo de mujeres ve transformada su vida al trabajar en una fábrica de toallas sanitarias biodegradables, además de que están creando un objeto que cambiará sus vidas, aprenden que pueden valerse por sí mismas y en comunidad adquieren nuevos conocimientos, gracias a esta oportunidad su entorno les respeta y son admiradas por otras mujeres que también quieren transformarse y tener acceso a otras posibilidades.

Ver situaciones como la anterior me hace pensar que ideas que transforman de forma positiva la vida de las personas, son las que el mundo requiere. Necesitamos personas creativas con ideas que resuelvan los problemas más básicos que parecían no tener solución. Pero que además, las ideas tengan la capacidad de adaptar recursos en medio de un entorno lleno de necesidades, que sean creaciones viables y comprensibles para todos y que se puedan contagiar.

A través de historias como la del documental podemos aprender de como el compartir un poco de conocimiento puede impactar en más personas, se vuelve una cadena del saber en la cual las ideas crecen y permiten a más gente tener acceso a oportunidades que antes parecían imposibles.

Ideas como estas son las que hoy nos permiten tener antibióticos e inventos que hoy nos parecen cotidianos y permanentes pero que seguro fueron descubiertos gracias al apoyo de alguien, a las ideas compartidas.

Así que es momento de poner a fluir nuestra creatividad, de observar los problemas del entorno y buscar formas conjuntas para su resolución. Las barreras que enfrentan tanto hombres como mujeres pueden ser infinitas, pero también lo es la creatividad y la capacidad del ser humano, pongamos nuestro conocimiento al servicio de quienes más lo necesitan.

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