Recién se han cumplido los primeros 100 días del nuevo gobierno y en efecto, ha sido una transformación, solo que no muy favorable, llena de ocurrencias y yerros que están poniendo al país en un estado complicado. Sin duda se han cometido un sinfín de errores, empezando por la cancelación del nuevo aeropuerto, lo que ha echado al escusado millones de dólares ya invertidos y todo por cumplir el capricho del constructor Rioboo quien perdiera la licitación para la construcción de dicho aeropuerto, el cual llevaba años de estudio, planeación e intentos de construcción y para acabar el citado ingeniero resultó hasta físico cuando dice que la naturaleza de los aviones es repelerse cuando se le preguntó sobre los riesgos de Santa Lucía. Otra falsedad es que se hayan incrementado los empleos, cuando todos sabemos que al inicio del gobierno y en todos los gobiernos estatales de Morena, hubo un despido masivo de trabajadores y la incrustación de nuevos empleados sin experiencia y cometiendo un sinfín de errores. De la promesa de que bajaría el precio de las gasolinas y el gas, otra mentira, pues aun con el supuesto descuento reciente al impuesto, las gasolinas y el gas están cada día más caras. La política de perdón y olvido ha dejado libres a exfuncionarios ladrones y relacionados con el crimen organizado, ya nada más falta que suelten a Duarte para que se vaya a gastar con su mujer todo lo que le robaron a los veracruzanos. Los programas sociales anunciados se me hace un plan para ganar adeptos y futuros votantes, para empezar miles de ninis que han abandonado el adiestramiento en las empresas y otros que ni se han presentado; la puntada de cerrar las guarderías oficiales con la intención de darles dinero a los abuelos y a los pares de los niños para que los cuiden por su cuenta y el apoyo a los adultos mayores que habiéndoles subido la edad para los derechos, ese apoyo aun no llega.
Otro absurdo es el haber permitido el ingreso de miles de migrantes por la frontera sur, a sabiendas que no podrán ingresar al sueño americano y que en nuestro país exigen ayuda, estancia, alimentos y lo que se les ofrece lo reciben con desprecio y a los que se les ha ofrecido empleo cuando hay miles de mexicanos que requieren empleo y otros miles despedidos por el gobierno y aun peor, el ofrecimiento de que les darán dinero en semana santa cuando hay zonas de pobreza extrema y etnias que necesitan apoyo. Lo que debiera hacerse es deportar a tanto migrante y malandro que ha ingresado al país sin pretexto de persecución política ni víctimas de guerra o terrorismo lo que justificaría la ayuda humanitaria.
De la delincuencia y la inseguridad, ni hablar, habrá que esperar a ver qué hace la dichosa guardia nacional, pero por lo pronto vamos mal calificados por los grupos financieros y de inversión y para acabarla, resulta que ahora hay asesores que vienen a gobernar Veracruz porque a cien días de gobierno estatal, vamos de tumbo en tumbo, sin dirección ni resultados. Sí que hay transformación.