“POBRE VENEZUELA”

Terminaban los setentas y yo la especialidad de cirugía pediátrica en el Hospital Infantil de México Federico Gómez. Mi compañero de residencia y gran amigo, el Dr. Rafael Urbano Flores me insistía en que nos fuéramos a Venezuela a trabajar. Entonces Venezuela era el país más rico de Latino América (recordemos que México había pasado ya por varias devaluaciones y funestos gobiernos), siendo el petróleo, su campo y ganadería base de su riqueza. Me aseguraba un buen trabajo en Valencia o Maracaibo y un futuro próspero. Nos detuvo a mi esposa y a mi, pensar en la familia, nuestros padres, la distancia y finalmente dejamos el hospital, yo me vine a Xalapa y Rafael a Valencia Venezuela. Seguimos en contacto y nos vimos un par de veces, prosperaba al igual que otros amigos de aquel país, hasta que en una mala decisión seguramente por rencor y hartazgo de parte de la población, le creyeron a un falso mesías que prometía prosperidad, seguridad, progreso para los pobres y con un sinnúmero de falacias llegó Hugo Chávez a la presidencia y acabó con ese país próspero y rico, cambió la constitución, creó la guardia nacional que lo defendía al estar bien pagados, vendió el avión y autos presidenciales y se hizo un dictador seguido por los chavistas. Se acabó la inversión privada, la libertad y empezó el hambre. A su muerte, le hereda el poder a otro tirano inculto que al igual que su antecesor se ha enriquecido desmesuradamente y ha sumido al país en la peor miseria nunca antes imaginada por sus ciudadanos, sin alimentos, medicinas, ni siquiera papel de baño. Por fin la gente ha reaccionado, muchos han muerto en la protesta pero ha surgido un líder que puede devolver la democracia y restaurar la república, siendo nombrado Juan Guaidó presidente interino y pugnando por la renuncia pacífica de Nicolás Maduro, que se resiste a dejar el poder, presionando con su guardia nacional, cerrando las fronteras con Colombia y Brasil para evitar que llegue la ayuda humanitaria lo que implica un crimen de lesa humanidad mientras sus ciudadanos mueren de hambre y enfermedad. Muchísimos países han reconocido la presidencia de Guaidó e invitan a Maduro a dejar el poder pacíficamente, mientras la población está pidiendo la intervención de Naciones Unidas, e incluso el apoyo armado en contra de la milicia que sigue protegiendo al dictador. El gobierno mexicano se ha hecho a un lado en el apoyo del presidente interino como si algo le debiera a Maduro y por más juarista que se sienta, es dejar de dar la mano a un pueblo hermano que sufre y está luchando por su libertad de manera justa.

Ojalá y pronto recuperen la libertad, la democracia y vuelvan a ser el país próspero que alguna vez fue y que el dictador se retire sin que haya de por medio un conflicto armado con intervención extranjera.

Hermanos venezolanos, muchos mexicanos les deseamos que la paz y la justicia les llegue pronto.

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