“Ni el Rey comería…si el labrador no labrase.” – Lope de Vega.
Mientras la administración estatal sigue sufriendo por la impericia, y los hierros se acumulan, en Morena dos personajes caminan tranquilos, sabedores que, ante todo, el trabajo mata grillas.
Manuel Huerta Ladrón de Guevara, dejó la dirigencia estatal de Morena, para asumir el cargo de Delegado Federal de Programas de Bienestar, responsable de coordinar todas las acciones de la federación en la entidad.
Huerta Ladrón de Guevara con la experiencia acumulada tras su paso por las huestes de la resistencia social pacifica, de la vía de la izquierda, ha sido ya legislador federal en un par de ocasiones.
Sin aspavientos, sin protagonismos, austero se mantiene en el ánimo presidencial por esa manera suya se mantener su congruencia, pegada a la realidad, no excesivo, poco propenso a andar mostrando una apariencia de la que no se ha despegado en los últimos 30 años, Manuel trabaja en pos del proyecto López Obradorista.
Evidentemente su presencia causa malestar para algunos que hoy disfrutan de las mieles del trabajo político que el como otros realizaron a lo largo de los años, sin que merezcan el reconocimiento que otros se llevan.
Huerta, como buen político, no se maneja con filias, ni fobias, tan es así que es el único funcionario estatal en asistir a todas las reuniones de la Mesa por la Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz.
Asunto que hasta por eso, ha causado el malestar de quien mandata y detenta el poder en Veracruz, más propenso a no atender los asuntos de seguridad, aun cuando afirme que está pendiente de todo.
En los hechos Huerta Ladrón de Guevara ha tenido que sacar la cara por los inexpertos integrantes de la 4T, ante el enfado de las fuerzas castrenses que ven como, poco o nada le importan al titular del Ejecutivo dichas acciones.
Por su parte en el vilipendiado Congreso de Veracruz, otros actores políticos de esta 4T, exhiben su inoperancia, impericia, inexperiencia, e incapacidad para el trato político, la negociación, y el acuerdo.
Personajes como Amado Cruz Malpica fueron simplemente hechos a un lado, a pesar de ser los que mayor capacidad y conocimiento legislativo tenían, pero el compadrazgo, la amistad y porque no decirlo, hasta la complicidad los llevaron a desplazarlo.
Hoy las consecuencias de dicha medida están a la vista, nula interlocución, poca capacidad de acuerdo, falta de respeto a la propia institución legislativa, resultado de la propia actitud imponedora, mantienen sumido al Congreso en la parálisis misma.
En la realidad, seguramente los cambios habrán de llegar, pues la evidencia de derrota e inoperancia, obligan al mandatario estatal a pegar un manotazo para recomponer las cosas, porque de no hacerlo, su mandato será un verdadero infierno.
Sin presunciones, ni excesos, en la realidad, pocos son los que en Morena demuestran capacidad, aquí dos ejemplos en medio de los descalabros producidos por la cerrazón, que hoy obliga a cuestionar severamente al gobierno estatal.
Y si no que le pregunten al columnista Roberto Rock quien en su última entrega habla de un nuevo escándalo que se avecina en la Secretaría de Salud Estatal, en donde hasta con la sangre y muchas cosas mas se lucraban, afirman y eso desde tiempos del cuenqueño Fidel Herrera Beltrán. https://www.eluniversal.com.mx/columna/roberto-rock-l/nacion/salud-el-cartel-de-la-sangre
Al tiempo.
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