El 29 de mayo del año pasado, el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador fue objeto de un singular obsequio por parte de artesanos de Papantla: una silla “presidencial” de madera en la cual se sentó y dijo que se la llevaría a Palacio Nacional porque no usaría la que estaba en Los Pinos.
Cuando entró caminando al lugar donde tendría lugar un mitin, la recibió. El mueble tenía el escudo nacional y la inscripción “Estados Unidos Mexicanos. Coyutla, Ver”.
Ya en el mitín, AMLO se sentó en la silla con el bastón de mando que también recibió de la comunidad indígena totonaca y antes de hacer uso de la palabra recibió una “limpia” de indígenas del Totonacapan.
Sin embargo, por lo que dijo el sábado en el estado de Durango, no ha hecho uso de la obra de los artesanos coyutlecos, pues utiliza otra en la que se habría sentado Francisco Villa luego de que Emiliano Zapata no habría querido hacerlo.
Ese día, en el Estado norteño dijo que tuvo que mandarle a hacer “una limpia” a la silla que se encuentra en el Palacio Nacional pues Zapata aseguraba que estaba embrujada.
Y reveló otro detalle: “Junto a mi escritorio y a esa emblemática silla presidencial que decía Zapata que estaba embrujada, que yo le tuve que mandar a hacer una limpia, de manera precavida, junto al escritorio, en mi oficina de Palacio Nacional, mi único retrato que tengo es el del primer presidente de México, un paisano de ustedes, Guadalupe Victoria”.
El ahora presidente no cumplió por doble partida: ni usa la silla papanteca y sí se sienta en la que dijo que no lo haría. Lo que comento es un detalle acaso intrascendente pero revela que no deja de ser un clásico político mexicano, que lo que ofrece no lo cumple necesariamente.
López Obrador, un hombre del trópico, con sangre de estados calientes y creyentes como Tabasco y Veracruz, de “curanderos”, brujos, chamanes, adivinos, misas “negras” y “blancas”, etc., parece no escapar a la influencia de su origen y no se dude que sí, que de vez en cuando se deje hacer “limpias” por aquello de las dudas.
Y si el jefe de las instituciones (como decían los priistas) no las rehuye, creo que no estaría por demás que el gabinete entero del gobierno de Veracruz se concentrara el primer viernes de marzo, que cae en día 01 de mes, en Catemaco para que les dieran una limpia triple, quien quita y así las cosas van mejor y de verdad disminuyen la violencia y la inseguridad.
De paso podrían darse un buen baño de temazcal en Nanciyaga para que regresaran como nuevos y a partir de marzo ya las suyas fueran puras buenas noticias. Ya de perdis, como hizo López Obrador, que mandaran traer un brujo de Catemaco y que le diera una limpia total al Palacio de Gobierno, que está tan embrujado con un encanto tan especial que todos se quieren sentar en el sillón que ahora ocupa Cuitláhuac.
En último caso, que ya el cercano primer viernes de marzo se pongan calzones rojos para que no les haga más brujería Miguel Ángel Yunes Linares.
Qué cosas de la historia.
Guadalupe Victoria, cuyo único retrato dice que tiene en su oficina de Palacio Nacional, estuvo muy vinculado a Veracruz, pues fue comandante del ejército insurgente en lo que hoy es nuestro Estado.
Hizo guerra de guerrillas entre Xalapa y Veracruz y tuvo centro de operaciones en Nautla y en Naolinco. Prisionero, murió de epilepsia en la fortaleza de Perote en 1843.
Lima Franco avala a Cuitláhuac
El Secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, habló por fin sobre el préstamo bancario que hizo el gobierno para cumplir sus compromisos de diciembre pasado y confirmó lo dicho por el gobernador Cuitláhuac García: pidieron solo 2,500 millones de pesos aunque Banorte les prestaba 4,500.
“No hay secretos” sobre el tema, precisó, y dijo que quien retiró 400 millones de pesos horas antes de entregar la administración fue el ahora exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Era preciso que aclarara la cifra, aunque ahora deberán pedir a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que aclare por qué aparece una cifra mayor. Con cuentas claras y chocolate espeso se gana credibilidad.
Por lo que se vio, Eric Cisneros está firme
Vaya rumorología que se desató ayer con los nombres de los “sustitutos” del Secretario de Gobierno, Eric Cisneros. En las redes sociales lo mismo manejaban a Héctor Yunes Landa que a Rafael Hernández Villalpando y a todo el que se dejara.
Sin embargo, una fotografía donde se le ve al lado del gobernador Cuitláhuac García otorgando su nombramiento a Geiser Manuel Caso Molinari como nuevo titular de la Comisión Estatal de Búsqueda de Desaparecidos acabó con el ruido. Eric, por lo que se ve, está firme pese al vapuleo religioso que recibió el domingo.
Por cierto, a propósito de Caso Molinari, no cabe duda que Namiko Matzumoto, la presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, tiene buena mano. ¡Queremos el bolo, madrina!
Pagamos errores en el PRI: Jorge Uscanga
En el 12 anivesario de la agrupación política Concertación Veracruzana, el exdirigente estatal del PRI Jorge Uscanga Escobar reconoció que su partido tuvo errores, desaciertos, “y lo pagamos”.
Lo anterior lo expresó el sábado en una comida que tuvo lugar en un salón de la carretera Xalapa-Veracruz, en la que estuvo flanqueado por el senador Héctor Yunes Landa y la diputada local Erika Ayala Ríos, y al lado de esta, la dirigente estatal del tricolor Lilian Zepahua.
Dijo que el pueblo tomó una decisión que no les favoreció, que la acataron “porque sabemos que lo importante en un estado de derecho es respetar la ley y las decisiones mayoritarias”.
Expresó que, no obstante, “estamos a tiempo de recomponer lo que hicimos mal, e iniciar un trabajo al lado de los que más nos necesitan, los que no tienen nada”.
Consideró que el gran pendiente de Veracruz sigue siendo la unidad, por encima de las diferencias entre los grupos políticos.
“Los veracruzanos ya estamos cansados de las disputas entre grupos, que terminan convirtiéndose en pleitos personales, y que de alguna manera es otra forma de violencia”, por lo que llamó a la unidad política haciendo a un lado las diferencias.
No saldrá Prosa aprisa tres días
Lector, te dejo descansar unos días por cuanto hace a esta columna. Participaré en actividades sobre el quehacer editorial, en la Ciudad de México a partir de este martes. Nos volveremos a encontrar en este espacio hasta el próximo lunes.