A 50 días y sin moretones

Desde la víspera de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, la guerra sucia se intensificó. Se movieron los tableros de los números a nivel nacional anunciando la quiebra total de las finanzas mexicanas y no faltó algún vocero no oficial que desde la trinchera del rencor anunciara una catástrofe financiera porque la Bolsa Mexicana de Valores había bajado un par de puntos “debido los proyectos económicos del presidente de la República”.

El alboroto de los manipuladores duró horas. La gente nunca pensó en que hubiera una estrecha relación entre las acciones de las grandes empresas y el kilogramo de tortilla, o lo frijoles. En este intento por desprestigiar, los “analistas” se desprestigiaron más.

 

Luego vino una caída del peso frente al dólar que esos mismos agoreros adjudicaron a la próxima llegada de Morena al poder; la alarma duró un par de días, los insidiosos fueron desenmascarados nuevamente y la gente se dio cuenta. A este ritmo de rumores y especulaciones los noticiarios de televisión seguramente deberán bajar el precio de sus tarifas, porque cada día tienen menos auditorio gracias a las ocurrencias de sus ideólogos.

 

Anunciaron desde hace años que López Obrador era un peligro para México, ahora muestran estas instancias de la comunicación que el peligro son ellos. Con el propietario del diario más antiguo del país protegido por 87 agentes judiciales de la PGR, no podría haber imparcialidad informativa. De ahí que sea el contenido y no la llegada de Internet lo que tiene sin credibilidad a los periódicos.

 

Hablan todavía, y así seguirán todos estos años, de que el nuevo gobierno desestabilizará al país, cuando en realidad son ellos quienes desestabilizan con sus mentiras, rumores y especulaciones.

 

A los tres días de haber tomado posesión, algunos medios informaron que la inseguridad había aumentado de manera desproporcionada. Intentaron crear estados en conflicto, argumentaron violencia en todo el territorio. Nadie les creyó. Al contrario, la gente les voltea la espalda.

 

Las marchas que realizó una clase media acomodada, a la que llevó hasta a sus trabajadores domésticos, fue más un acto de comedia que protesta generalizada. Nadie sabía las verdaderas razones de su manifestación.

 

La búsqueda de contrapesos se ha quedado en intento y la oposición tiene que recurrir a sus viejas prácticas para intentar figurar, como las que el PRI le ordenó a Antorcha Campesina, siempre más cercana a la delincuencia que a la lucha social, que rechazaba las medidas adoptadas por el gobierno contra el robo de combustible, hasta que le sacaron sus trapitos al sol sobre las gasolineras que posee.

 

Nada le parece a la prensa que teme quedarse sin el subsidio que hacía a sus propietarios los nuevos hacendados del país.

Pero nunca alzaron la voz para denunciar a sus compañeros, jefes y subordinados en el robo de combustible, que seguramente no desconocían, pero callaban por complicidad u omisión, que para el caso es el mismo delito.

Cuando surge la lucha contra el huachicoleo, los familiares de ex políticos del PAN y del PRI se prestaron a convertirse en ciudadanos comunes y corrientes y grababan videos para atacar al nuevo gobierno. El rencor y la sed de venganza les impide ver que la injusticia la cometieron ellos al permitir tanto robo, y ahora quieren que los actos de justicia parezcan torpes, lentos e innecesarios.

Más de un panista dijo que era preferible el huachicoleo que la escasez de combustibles. El presidente de la OCDE, el salinista José Ángel Gurría Treviño, advirtió que podía salir más caro el “caldo que las albóndigas” ante las compras de pánico que crearon la efímera escasez de combustible.

No hubo conservador que no se pronunciara por el gran problema de la escasez que ellos mismos provocaron con sus compras de pánico, y lo que es peor con su silencio y complicidad. El nuevo gobierno no hizo otra cosa que cumplir con lo que prometió, hacer justicia en los aspectos en los que nunca había habido.

Los planes de los conservadores que no pueden conformar todavía una oposición sólida salieron mal. O sea, al revés. En lugar de que desgastaran el capital político de Andrés Manuel López Obrador, aumentaron su popularidad entre la población. Esto es muy grave para todos y cada uno de los pequeños segmentos de la población que ocuparon tiempo y dinero en el desprestigio de los primeros 50 días de gobierno, porque se hace evidente que carecen de credibilidad.

Medios, partidos, analistas, sólo provocaron que el presidente de la República tuviera más aceptación que el día de los comicios. Esto es muy grave también porque quiere decir que medios, partidos y analistas no representan a nadie más que a los intereses de sus patrones.

Por otra parte, tenemos a quienes se quieren autodenominar contrapesos del poder de Morena y el presidente de la república, cuando en realidad lo que quieren es la candidatura a la Presidencia de la república dentro de casi cinco años.

Es decir, personajes como Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, de Movimiento Ciudadano; Javier Corral Jurado, gobernador de Chihuahua, del PAN, y Silvano Aureoles Conejo, en Michoacán, del PRD, o lo que queda de este partido, pelean ahora el contrapeso del poder, para el día de mañana intentar ser designados candidatos a la Presidencia de la República.

Ser candidato a la Presidencia de la república es una actividad lucrativa, porque es una posición donde llega mucho dinero, además del que el INE otorga a cada partido. De esta manera de origen lícito o ilícito la posición es envidiable, sobre todo si se piensa que la oposición deberá unirse si quiere ser competitiva, y seguramente veremos alianzas entre antagónicos, enemigos a muerte y siglas anteriormente irreconciliables.

Las batallas de los gobernadores contra López Obrador son mínimas y sólo buscan reflectores; sin embargo, la utilización de algunos gremios los coloca fuera de cualquier intento de ascender en su carrera política, como lo hiciera Aureoles en Michoacán, donde para exigir su pago, los profesores de la Sección XVIII de la CNTE cerraron la comunicación ferroviaria en el occidente del territorio nacional.

Silvano Aureoles Conejo aceptó un adelanto de 200 millones de pesos de participaciones federales que le ofreció el presidente Andrés Manuel López Obrador para amortiguar la deuda con el magisterio; sin embargo, la dirigencia estatal de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación aseguró que, independientemente de que se les pague la primera quincena de enero a los maestros michoacanos, no desistirán de las acciones de protesta, como el plantón permanente frente a Palacio de Gobierno, el bloqueo a las vías del tren y la suspensión de clases, porque hay una serie de pagos rezagados que no han sido cumplidos.

Por otra parte, se afirma que con dicha paralización se han perdido más de 8 mil millones de pesos porque está detenido el paso de contenedores con destino al puerto de Lázaro Cárdenas y de 2 mil 250 millones por el de Manzanillo, Colima.

En un análisis de Consulta Mitofsky, se señala que en ningún momento de la historia de México un presidente había sido sometido a tanta presión en sólo 50 días de gobierno; y lo más sorprendente es que esa presión -que tenía la intención de desgastarlo- le ha añadido puntos a su capital político.

PEGA Y CORRE. – El Metrobús dejará de circular por Paseo de la Reforma en la CDMX. El juzgado octavo de distrito en materia administrativa del primer circuito en la Ciudad de México declaró inconstitucional la línea 7 del Metrobús, que corre por Paseo de la Reforma, por lo que a partir del 12 de febrero dejaría de operar, informó Ramón Ojeda Mestre, fundador de la Academia Mexicana de Derecho Ambiental…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

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