Con el 2019 llegan nuevas propuestas, nuevas ideas y formas de vida. Los propósitos comienzan a hacerse presentes llega la hora de demostrar nuestra determinación, de ver cuán comprometidos estamos con las metas o de descubrir que otro año más seguiremos posponiendo nuestro papel en el cumplimiento de objetivos.
Con el 2019 yo me hice el firme propósito de leer más, de ver nuevas series, películas y sobre todo documentales, sobre todo aprovechando que con el nuevo año las propuestas aumentan y hay distintos géneros entre los cuáles elegir. Anteriormente ya había hablado de Black Mirror, una serie futurista que nos muestra algunas perspectivas entre la tecnología y el ser humano, algunas han resultado predictivas como la evaluación de ciudadanos a través de redes o el uso de algunos dispositivos y sus posibilidades, sin embargo ahora Netflix llevó el asunto a otro nivel.
Previo al fin de año, la plataforma lanzó su primera película interactiva, ¿Qué significa esto? Que el espectador puede decidir cómo continúa la trama. Aunque el guion de la película no es el más interesante, su ejecución sí lo es, a lo largo del filme, el usuario puede decidir cómo se va desarrollando, las decisiones que tome al respecto recaen sobre la vida del protagonista, hay 8 finales posibles según lo que haya decidido el espectador. Lo interesante además de una nueva forma de ver la televisión es el control que alguien tiene sobre la vida de un personaje, mismo que en una de las posibles historias nos hace ver que todo a nuestro alrededor también nos controla.
¿Cómo somos controlados? De acuerdo a una de las posibles tramas, el gobierno, las industrias y todo lo que consumimos domina nuestra percepción y aunque en la historia televisiva todo se representa como una historia de conspiración incluso absurda, la realidad es que nuestro consumo y entorno influyen en lo que cada uno toma como realidad, en la manera de percibir el mundo y por ende en nuestro actuar.
La información que recibimos desde los primeros años de vida, las películas que vimos, las historias que nos contaron y el entorno en el que crecimos influyen en qué hacemos hoy en día. ¿Queremos una sociedad que decida de forma justa y equitativa por el bien común? Hablemos a nuestra niñez de igualdad, dejemos de lado roles de género y estereotipos que al crecer sólo dañarán a otros. Inculquemos a los más pequeños la inclusión, enseñándoles la belleza presente en cada una de las diferencias. Contemos a nuestras niñas de heroínas que han conquistado el mundo, aquellas que han trascendido por su trabajo y logros, no sólo hablemos de princesas. Hablémosle a los niños de respeto, de amor, de la capacidad que tienen para sentir y crear grandes cosas, para que en futuro tanto hombres como mujeres tengan las mismas oportunidades de dirigir el mundo, escuchando ideas de todos y apoyándose mutuamente.
Que este año, sin importar qué día, sepas que el control de tu vida puedes tenerlo tú, que los propósitos se cumplen cuando tú comienzas a actuar en lugar de desear y que para ello no necesitas una fecha especial, el día es hoy si así lo decides.