La objetividad de la justicia está extraviada en Veracruz desde hace muchos años. Los veracruzanos merecen un cambio radical en la impartición y la administración de justicia para que haya legalidad.
Colocar a un fiscal, amigo del gobernador, propietario de un despacho de abogados ubicado en Boca del Río, sin carrera en la administración pública sino defendiendo particulares, debió ser cuestionada por el entonces Congreso local.
Ahora, ante un enemigo que no puede enfrentar, el fiscal Jorge Winckler acude a las mañas asesorado por su jefe Miguel Ángel Yunes Linares, y en un principio trató de filtrar información a los medios responsabilizando de la liberación de tres cómplices de Duarte al gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Trató de hacer de un rumor un hecho que de inmediato aprovecharon los periódicos y periodistas que buscan el menor error de la nueva administración para convertirlo en un delito grave.
La lógica desmiente a Winckler y sus acusaciones contra el gobernador se revierten.
Nadie más que los operadores de la justicia son responsables de quienes entran o salen de la cárcel. De haberse dado la orden desde el Palacio de gobierno, esta orden se hubiera divulgado profusamente y se exhibiría hasta en las paredes de todas las calles de todos los municipios de Veracruz.
La indignación es doble en los veracruzanos, en primer lugar, pudieron darse cuenta del engaño de Winckler a los ciudadanos, una burla a su inteligencia y una trampa donde se aprovecharon los tiempos políticos. Porque los periodistas del pasado insistían que la llegada de García Jiménez coincidía con la salida de la cárcel de los cómplices de Duarte.
El otro motivo de indignación de los veracruzanos fue el hecho de intentar culpar al gobernador de una acción cocinada desde meses atrás por el propio Yunes. Porque desde el momento en que supo de la derrota electoral de su hijo empezó a fraguar la venganza, desde luego que nunca pensó en recuperar terreno político o en cómo crear una oposición limpia, real, simplemente creó una estrategia para la venganza.
Asegura Winckler que no es delincuente para dejar el cargo, “liberar a los cómplices de Duarte no es un logro de la defensa sino producto de una negociación”.
Tan claro es el delito de liberar a los cómplices de Duarte que Winckler intentó inculpar a García Jiménez de esa liberación. Si Winckler consideraba que no era justa su liberación hubiera hecho valer su posición, por eso su trabajo es de 9 años, para poder trascender en tiempos a cualquier periodo de gobierno. En ese caso debió detener la liberación que estaba en sus manos y negarse a liberarlos, basado en la división de poderes que ahora tanto ponderan jueces, fiscales y magistrados.
Una vez descubierta la trampa de Winckler, ideada por Yunes Linares, promovió una suspensión provisional del caso que buscaba desesperadamente permanecer en el cargo, tras el inminente juicio político en su contra, luego de la aprobación de dos solicitudes ante el Congreso del Estado.
La Judicatura Federal, el Juzgado Décimo Quinto de Distrito en materia mixta en Xalapa negó la solicitud de Winckler.
La semana pasada el juez de dicho distrito, Jorge Holder, se declaró impedido sin que explicara las razones de conocer la solicitud de Winckler y envió la información al Tribunal Colegiado, que determinó negar al Fiscal la suspensión provisional solicitada.
Holder actuando con parcialidad e ignorancia, por no decir que con dolo e intereses de por medio, conoció distintos casos de funcionarios ex duartistas a quienes negó y otorgó amparos, que ayudaron al Fiscal General del Estado a perfeccionar sus investigaciones en torno a ellos.
En el caso de la petición del Fiscal de Veracruz, el Juzgado cuyo titular es Holder no subió al sistema electrónico en tiempo y forma la información interna, que se debe hacer pública por ley.
Sin embargo, el Tribunal Colegiado determinó el jueves 12 de diciembre negar la suspensión provisional que Winckler solicitaba y de esta forma el proceso en el Congreso de Veracruz seguirá con las dos denuncias aceptadas y cuyos dictámenes pasaron para lectura de los congresistas locales.
Winckler Ortiz es acusado de desaparición forzada de personas y tortura por parte de un particular, además de no garantizar la adecuada impartición de justicia para el pueblo veracruzano.
El abogado penalista, Tomás Mundo Arriasa, consideró que, en su desesperación por mantenerse en el cargo, Winckler realizó un procedimiento equivocado en la demanda de amparo que promovió el pasado 7 de diciembre y por lo tanto la resolución fue negativa.
El gobernador, Cuitláhuac García, delimitó responsabilidades de inmediato al señalar: “La libertad alcanzada por dos exfuncionarios duartistas, en los últimos días, es responsabilidad del fiscal general Jorge Winckler Ortiz, “Resultó un fiasco y un show de Miguel Ángel Yunes Linares y de su fiscal, el hacer esto para obtener votos, y no llevarlos de manera seria ante la justicia. Los que se las perdonan es el fiscal y Yunes, porque claro que son culpables”.
En los primeros días de gobierno salió del penal de Pacho Viejo, Mauricio Audirac Murillo, ex secretario de Finanzas y Francisco Valencia García, ex titular de la CAEV, luego de que una jueza les cambiara la medida cautelar, para permitirles seguir con su proceso judicial en libertad. El ex Secretario de Seguridad Pública de Javier Duarte, Arturo Bermúdez Zurita, fue liberado también de la prisión de Pacho Viejo tras obtener un amparo para seguir su proceso en libertad.
El martes se sabrá si es forzado a renunciar y seguramente se le aplicará juicio político al fiscal que creyó fácil engañar a millones de veracruzanos y culpar a un gobernador que tiene a la gente con él.
Cuitláhuac García dijo que “le corresponde al Fiscal General dar a conocer las razones por las cuales fueron liberados, y es él quien tendrá que ver qué mecanismos usa para retenerlos”.
De permitir que Winckler siga en el cargo, la inocencia del propio Javier Duarte de Ochoa podría ser declarada. Ese es uno de los grandes peligros que se corren en la justicia veracruzana que lleva ya muchos años de intentar burlarse de la inteligencia de la población y que reta la memoria del pueblo de México. PEGA Y CORRE. – La debilidad del PAN con un líder nacional improvisado, con una fuerza social que les dio la espalda en las últimas elecciones y un desgaste en su interior que anuncia división, ahora reutiliza video que raya en la vulgaridad de una derecha rancia, poco actual, decadente. Lo único que hace ahora el PAN, con líderes viscerales y novatos es echarse encima a la población y eso se verá reflejado en las próximas elecciones… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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