“Los hechos no dejan de existir porque se les ignore.” – Aldous Huxley.
Vaya relajo el que se ha armado en una batalla por demás innecesaria en donde el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez no debería estar inmiscuido.
En la realidad y en los hechos, la afrenta pública emprendida contra el actual Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz demuestra la falta de oficio político y capacidad negociadora del gobierno estatal entrante.
Aberrante escuchar al hombre que representa la esperanza de un millón 600 mil veracruzanos enfrascado en dimes y diretes con el responsable de velar por la aplicación de la justicia en la entidad.
Más aún cuando suponemos todos los veracruzanos que la Fiscalía General del Estado (FGE) es autónoma e independiente de la voluntad, capricho o deseo del poder Ejecutivo.
¿O es acaso su intensión el colocar en ese puesto un Fiscal Carnal? Es pregunta.
Es así como observamos que el desgaste al que esta siendo sometido el gobernador en funciones resulta lastimosa y mal intencionada de parte de los integrantes de su mismo equipo.
Y es que ya sea en la Cuarta, la Tercera, la Primera o la Quinta Transformación de México y de Veracruz a un Ejecutivo se le debe exponer de ese modo, la institución que representa como tal, no está para andar por ahí fajándose en dimes y diretes de quinto patio.
Por el contrario, al jefe del Ejecutivo Estatal, se le debe prohijar de oportunos comentarios que le den luz para asuntos de mayor trascendencia y relevancia para la toma de decisiones en beneficio de sus gobernados y la entidad misma.
La gravedad del tema se puede basar en el hecho de que al menos uno de los indiciados esta siendo señalado por delitos de lesa humanidad y considerar que estas cuestiones no son graves entonces si estamos ante un verdadero problema de óptica jurídica y política.
Circunscribirle a una pelea callejera más que elevar el nivel del dialogo y de la transformación lo convierte en esbirro de lo que tanto criticaron y pregonaron no volver a repetir, eso por lo que lucharon para dar un cambio radical al proceder público y el actuar gubernamental.
¿Dónde esta el Plan de Gobierno?, ¿Qué acciones emprenderán en los próximos 100 días?, ¿Dónde esta el mecanismo para garantizar la erradicación de la pobreza en su gobierno?, ¿Dónde y cuando comenzarán a verse cambios reales en su administración, para así comparar la diferencia?, ¿Cómo y cuando rescatar al campo estatal? Son apenas algunas de las muchísimas cosas que nos interesaría saber.
Por encima de el hacer justicia, de reivindicar la causa de los desaparecidos, o sancionar a los que llama corruptos esta el bien superior del Estado, y en ese entendido el tema de justificar la salida de exfuncionarios Duartistas a la mala integración de carpetas demuestra una aberrante ignorancia y sobre todo una pésima asesoría, pues los veracruzanos no le contrataron para que sus determinaciones se sometan a consultas populares o designios de revancha político electoral.
Oportuno citar lo expresado por el periodista Aurelio Contreras Moreno en su columna Rubrica de este jueves 06 de diciembre bajo el titulo “Los asesinos andan sueltos” en el que cita: “Pero por más argumentos legalistas que mandaron incrustar en las redes y en los medios para lavarse las manos y culpar de todo a la Fiscalía General del Estado y al anterior gobierno, resulta inverosímil que la cascada de liberaciones, una tras otra en un lapso de tres días consecutivos, no sea producto de una negociación política de quienes ahora tienen el poder en Veracruz con los duartistas que, cada vez con menor discreción y a mayor volumen, se ufanan de haber apoyado a la “cuarta transformación” en las elecciones pasadas. Por lo menos, en el estado. Cuentas que están cobrando de inmediato.” https://libertadbajopalabra.com/2018/12/05/los-asesinos-andan-sueltos/
Y remata: “No es un asunto político, sino jurídico”; “la Fiscalía integró mal los expedientes”; “es un asunto del Poder Judicial”, fueron algunas de las justificaciones ofrecidas por los defensores del gobierno estatal. Pero tan está inmiscuida la política en esto, que el propio titular del Ejecutivo, Cuitláhuac García Jiménez, salió a ofrecer una conferencia de prensa –donde no se permitieron preguntas de los reporteros, como en el sexenio de Duarte- en la que quedó peor.”
Lo grave del asunto y la tremenda exhibida se da cuando el propio abogado defensor de Arturo Bermudez el penalista Rodolfo Reus al negar pacto de ningún orden con la pasada administración y de la que se dan cuenta en notas periodísticas https://www.versiones.com.mx/niega-abogado-de-bermudez-que-exista-pacto-politico-con-la-fiscalia/
Creo y considero al gobernador Cuitláhuac García Jiménez como un hombre bien intencionado, comprometido con sus creencias y convicciones, afanoso amante de impartir justicia pronta y expedita a través de los órganos jurisdiccionales.
Con base en ello, importante será el replantear el asunto y darle otro enfoque al tema, pues lo que observamos todos los veracruzanos fue un golpe muy bajo a la confianza otorgada, pues el aparente cambio de medida cautelar abre la puerta a la suspicacia y a cuestionar ¿Quién presionó a la juez?, ¿Por qué el cambio tan radical?
Y todo apunta a otro lado y no es precisamente las oficinas de la Avenida Arco Sur, sino a una sobre Lázaro Cárdenas frente a Plaza Cristal.
Al tiempo.
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