“La venganza no borra la ofensa.” – Pedro Calderón de la Barca.
Por increíble que parezca se comienza a poner intensa la cruzada contra el aun Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, la consigna del Gobierno del Estado vía Legislatura habrá de alcanzar su clímax en próximos días.
Lo gravoso del asunto es que para la sociedad veracruzana agraviada por la administración estatal de Javier Duarte, sus ex funcionarios comiencen a salir de prisión bajo el argumento de la mala integración de las carpetas de investigación.
En los hechos el Sistema de Justicia Penal Adversarial de nuestro país, faculta a los posibles infractores de la Ley a poder llevar sus procesos en libertad como acertadamente reconoce el abogado penalista en Litigación Oral, Tomás Mundo Arriasa.
Así que el pregón que constantemente le ha dado por repetir al actual secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos de “me canso ganso” bien pudiera convertirse para estos ex funcionarios estatales en el “no echen el gozo, al pozo”.
En la realidad la responsabilidad de los impartidores de justicia -juez Alma Delia Sosa Jiménez y el propio presidente del Poder Judicial del Estado, el magistrado presidente Edel Humberto Álvarez Peña- para con su actuar puede traerles repercusiones sumamente serias, incluso de colocarlos en la antesala de ingresar a las mismas celdas de quien hoy la cruda de celebración los embriaga por sus salidas para seguir sus procesos en libertad.
Y es que Mundo Arriasa soporta sus afirmaciones en acuerdos de la propia Naciones Unidas (ONU) permiten reintegrar las carpetas de investigación y los obligas a realizar un proceso abreviado que los obliga -ex Duartistas- a devolver el dinero, o regresan a la cárcel o sentenciar a los inculpados.
En la realidad el Gobierno del Estado debe comenzar a dejar a tras el discurso de confrontación frontal y dejar en manos de los responsables del tema el asunto, pues el asunto desfigura la función para la que fueron electos y en parte les exhibe en dos sentidos -poco conocimiento del tema y una revancha personal, que en nada abona al tema de la gobernabilidad-.
Quizá por ello valga más la pena concentrar las baterías en conformar un extraordinario equipo de abogados que pueda por supuesto sustentar estos elementos que señala y advierte Mundo Arriasa, para así, llegado el momento hacer valer la justicia tal cual.
En la realidad las horas están contadas para el propio Jorge Winckler, quien espera se cometa un solo error por parte del nuevo gobierno o el Congreso Estatal para pegarles la exhibida de sus vidas.
Aguas … como dicen por ahí.
Finalmente la determinación de castigar al aun Fiscal General viene de lo más alto del poder público nacional, quizá por ello, el mensaje de este martes al salir de una reunión de las mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz, donde el mismo Wickler fue retenido para hacerle una revisión.
Tanto el vehículo del Fiscal como el de sus escoltas, fue revisado por los elementos del Ejército y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Hasta donde se sabe, al Fiscal lo revisaron los elementos, al igual que a sus escoltas, a los que, por cierto, no dejan entrar a Palacio.
En los hechos el mensaje es claro y contundente, el tiempo de volar ha llegado, por lo pronto a los Duartistas “no echen el gozo, al pozo”