La llama naranja

by Nora Guerrero

Generalmente en el mes de octubre comienzan a vestirse de color naranja algunos muros y enrejados de casas en la ciudad. Según mi observación, este arbusto trepador o planta, a la que conocemos como Llamarada, no es muy conocida aún, tiene escasos años en esta capital Xalapa y va proliferando poco a poco. En la zona en que vivo hay algunos ejemplares que me producen verdadero deleite, desde los días otoñales hasta finales del invierno, pues su color vivo y cálido me reconforte en los días fríos.

Hace un par de días, en la zona de la antigua hacienda de Las Ánimas, me encontré con una barda y un tejado plagado de las encendidas flores y no pude evitar bajarme del auto para tomar fotografías. Es un obsequio a la vista la profusión de las flores, su gran tamaño y su color alegre y llamativo.

Aunque la Llamarada, como le conocemos aquí, es un arbusto que puede llegar a los veinte metros, observo que en esta zona centro del estado de Veracruz, predomina en forma de enredadera, la cual generalmente necesita de valla o tutores, es decir, algún soporte para trepar, por lo que sus hojas vigorosas y espesas contienen un zarcillo (especie de gancho). Sus abundantes flores tienen forma tubular, se dan en racimos y tienen los pétalos vueltos hacia atrás. Son espectaculares, de un rutilante color naranja-mandarina a la que también se le nombra Liana de llama o Flor de San Juan.

Su nombre científico es Pyrostegia venusta o Bignonia de Invierno, también conocida como Trompetero naranja. Ella nos viene de Brasil y el cono sur: Paraguay, Argentina (la tierra de mi maestro de maestros, Alberto Espejo) y Bolivia (la tierra de mis entrañables Renato Prada (+) y Elda Rojas Aldunate). De la lejana sudamérica llegó para quedarse esta planta que se adapta muy bien a las bajas temperaturas, según lo ordena su código genético, a la que, sin embargo, hay que cuidar de los vientos muy fríos y las heladas. Su vegetación se fortalece en los demás meses del año en que aprovecha para trepar bardas y techos y cubrirlos de abundante color verde intenso. Incluso con la Bignonia de Invierno se llegan a formar setos muy tupidos.

Este arbusto trepador se multiplica por acodos, esquejes y semillas, le viene bien el suelo suelto, profundo, fértil y algo ácido. Es de crecimiento rápido, sobre todo si se siembra en primavera y si se expone al sol, aunque sea de manera indirecta. La Llamarada puede sembrarse directamente en el jardín o en macetas de gran tamaño, preferentemente en tiempos cálidos. Este es tiempo, también, de darle forma a la planta. Se le debe proporcionar un riego moderado y la planta agradece el abono orgánico o una “cama” de hojas y flores muertas. El resultado es ¡una abundante floración! ‘El Trompetero naranja’ tiene otra gran cualidad: es bastante resistente a las plagas…¡Pero sensible a las heladas!

Y si usted está pensando que deseo convencerle de que se aventure a sembrarla, tiene razón: En verdad son espectaculares y me encantaría que en la época en que muchas plantas reposan y esperan la primavera para dejarse admirar, los pueblos se inundaran de la Llama naranja que nos alegra y da calidez en los tiempos fríos…

En lo que respecta a mí, me he propuesto sembrar la Llamarada en la fachada de casa, la próxima primavera.

xalapaflorida@hotmail.com

 

 

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