La ausencia de propuestas caracteriza la campaña de los panistas para alcanzar la presidencia de su partido a nivel nacional.
Lo cierto es que no hay líder fuerte ni corriente sólida que pueda garantizar que el PAN pudiera volver a ser lo que antes del 1 de julio era.
Los candidatos para dirigir al partido tienen más rencores que propuestas y, la verdad sea dicha, de los dos no se hace uno.
Porque cada uno de los dos parecieran esconder hasta última hora sus propuestas, si es que tienen alguna.
Empezando por Marko Cortés, quien tiene en cada palabra que pronuncia un ataque contra Andrés Manuel López Obrador o sus declaraciones. Pareciera que López Obrador fuera su contrincante por la presidencia del PAN.
Lo cierto es que sabe que Morena dejó inválidos a los panistas en las cámaras, con 78 diputados de 500 y 11 senadores de 128, que es su totalidad. El PAN, como segunda fuerza electoral quedó en la calle y sin siquiera la mitad de la fuerza a la que estaba acostumbrado a mantener en el poder legislativo.
Marko Cortés aseguró que el PAN será una verdadera oposición frente al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y dijo que no están de acuerdo con el debilitamiento de las instituciones o la democracia.
Con conocimientos superficiales de historia nacional, el paisano de Martha Sahagún, ambos zamoranos, confunde la geometría ideológica de su partido con un movimiento social progresista, y en un ataque febril de ignorancia, suelta que la figura de “Maquío” (Manuel J. Clouthier) -quien murió cuando Marko tenía 12 años de edad- y su lucha pacífica de los años 80 para abrir un sistema hegemónico e instaurar a la democracia, deben ser referentes ante el nuevo gobierno de López Obrador. Cuando son directrices que obedecen a tiempos diferentes y posturas políticas e ideológicas antagónicas.
“El gobierno de Andrés Manuel López Obrador va a encontrar en el PAN una oposición responsable, propositiva, un partido que proponga, de hecho, soluciones y que en lo que es correcto apoye, pero también va a encontrar un contrapeso de poder, una clara y fuerte oposición, que diga con claridad las cosas, que señale con fuerza todo aquello en lo que no estemos de acuerdo”, enfatizó el contador público panista.
Marko Cortés Mendoza aseguró que ahora el reto es unificar al panismo y consolidarlo como la principal fuerza de oposición primero apoyando a un candidato de otro partido y en segundo lugar, tomándose fotos con Andrés Manuel López Obrador, tiene en la figura de su contrincante la esencia de su discurso de campaña.
El nieto fundador del Partido Acción Nacional, aprovechó para hablar del proceso interno del pan que se celebrará el domingo 11 de noviembre, acusa a Marco Cortés de recibir un soborno de 70 millones de pesos de manos de empresarios michoacanos para su campaña por la gubernatura de ese estado, motivo por el cual exige suspenderle su candidatura.
Manuel Gómez Morín aseguró que el proyecto al que se enfrenta, encabezado por Marko Cortés, representa a un partido “que compra conciencias, que compra votos, el partido que con despensas quiere ganar elecciones internas”. Además, asocia estrechamente al equipo de Cortés con Ricardo Anaya, por ello cuestionó que si lo que desean los panistas es tener un partido de irresponsables que pierden elecciones y que no dan la cara, como sucede con Ricardo Anaya, o uno que asume responsabilidades y que corrige.
Manuel Gómez Morín, declaró que no renunciará al partido si no gana las elecciones, sino que se convertirá en una piedra en el zapato para Cortés, a quien acusó de ser el favorito de Cecilia Romero, titular de la Comisión Organizadora de la Elección, por lo que se asegura que hay dados cargados en la elección. La verdad es que Romero no ve con buenos ojos a Gómez Morín y ha mostrado simpatías por Anaya, y , por lo tanto, por Marko Cortés.
Gómez Morín señaló que no dejará el partido aún cuando “le echen encima la maquinaria” para evitar que gane la dirigencia nacional.
Como puede apreciarse, ninguno de los dos contrincantes por la dirigencia de Acción Nacional piensa en la reconstrucción, enemigos acérrimos de la autocrítica, se lanzan a una tarea que desde ahora muestra incapacidad.
Hasta el momento, ni el PAN con el remedo de dirigente que ya no sabe qué h hacer al frente de ese partido, ni alguno de los candidatos tiene prioridades o las equivoca.
Por ejemplo, sus 78 diputados protestan por la invitación a Nicolás Maduro en la Cámara, cuando hay en el país verdaderas urgencias por las que deben luchar. La influencia de la televisión extranjera, principalmente la estadounidense, hace de los legisladores panistas auténticos gringos nacidos en México, con consignas superficiales y poco contundentes a la hora de actuar.
Así sucede también con ambos candidatos, quienes en lugar de ver hacia adentro del partido, de proponer un proyecto de unidad, una verdadera plataforma de cohesión entre los pocos panistas que quedan, golpea de frente, y en lugar de unir fuerzas o convocar al debate objetivo, se va a la yugular del otro, como si la contienda fuera en un coliseo y no en un partido que los hermana y los convoca a las coincidencias y las contiendas comunes.
El equilibrio de poderes no puede lograrse con partidos con dirigentes novatos y sin experiencia. Tampoco el PAN puede fortalecerse a partir de contiendas internas donde las descalificaciones tengan que ver con la lealtad y la honorabilidad de sus candidatos, es necesario que el PAN vuelva hacia sí mismo con el objetivo de renacer, no de crecer sobre las ruinas. PEGA Y CORRE.- La ineptitud, la arrogancia y la ineficiencia, se juntan para arrojar como resultado la demanda de juicio político contra el Fiscal General de Veracruz, Jorge Winckler, acusado no sólo de no hacer su trabajo sino de quedarse con los vienes que aseguró en nombre de la Ley. Sara González, del colectivo por la Paz, Xalapa, señaló que ninguno de los 70 casos presentados por esa organización, ante la Fiscalía General del Estado por desaparición de personas ha sido resuelto … Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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