Las jugadas tenebrosas de la política parecieran ser desconocidas para el senador Ricardo Ahued Bardahuil, quien a pesar de haber estado en todos los partidos políticos habidos y por haber, desconoce las tácticas y las estrategias de quienes practican el misterio del engaño y la manipulación.
Pero a Ahued puede acusársele de todo, menos de ingenuo. Todo lo contrario, conocedor de las triquiñuelas de la grilla, muy lejana a la nobleza y entrega del ejercicio político, se dice nadar con la corriente del poder oscuro del que paga y que lo sostiene y bailar al son que sus intereses le toquen.
Ricardo Ahued Bardahuil no es militante de Morena, sólo utilizó la plataforma de ese partido para hacerse de una senaduría. Claro que sólo valora lo que le conviene, y como muestra de que su interpretación de la realidad es parcial, errónea, anti popular y oportunista, basta con escuchar sus palabras acerca de la elección que lo llevó al cargo que ahora ostenta.
Resulta que Ahued, enamorado de sí mismo y adicto a su propia voz, asegura ser el senador con más votos en la historia de la entidad. Desconoce, porque así le conviene, que esa mayoría aplastante que se volcó en las urnas a su favor se la debe a un fenómeno social y político llamado Andrés Manuel López Obrador. Desconocer esto es estar divorciado de la realidad y distante de su responsabilidad política y social.
Pero la sociedad que representa y la política que practica son propiedad privada de su persona, por lo menos eso cree en su esquizofrenia ideológica.
De esta manera, Ricardo Ahued, descalifica a quien trabaja honestamente, y se coloca de parte de quien tiene la ventaja de ganar. Eso lo ha caracterizado desde hace muchos años, como cuando renegó del PAN al negarle este partido una candidatura y, por ese simple hecho, se fue al PRI.
Porque la desinformación, que es una práctica cotidiana en el país en general, y en particular en Veracruz, tiene como patrocinadores a los más poderosos y deshonestos. Recordemos la prensa que adquirió con el dinero de los veracruzanos Javier Duarte, a través de su funcionario consentido, Alberto Silva Ramos, Coordinador de Comunicación Social del gobierno del estado durante la administración del gobernante más corrupto de la entidad, y que no pudo engañar a los veracruzanos.
Pero este tipo de distorsiones de la realidad sirvió de mucho para fortalecer la conciencia siempre despierta de los veracruzanos, quienes rechazaban la guerra de mentiras que le otorgaba honores y lisonjas a Duarte de Ochoa, porque la percepción del pueblo sobre la realidad coincidía más con la lógica y la coherencia, que las patrañas de algunos medios.
Así también sucedió en Xalapa en el reciente conflicto creado artificialmente por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, cuando la insistencia en sus declaraciones descalificaban la eficiencia del presidente municipal de la ciudad capital del estado, Hipólito Rodríguez Herrero.
Yunes cerró los tiraderos de la basura generada en Xalapa, para desacreditar la administración del presidente municipal de Xalapa.
Los xalapeños apoyaron, con firmeza, al presidente municipal y no porque fuera de Morena, sino porque la maniobra del gobernador era tan evidente que hasta un niño de pecho podía darse cuenta de la manipulación y el engaño.
Un ejemplo claro de que ese problema fue creado desde la casa de gobierno, es el hecho de que todas las bolsas de basura que amanecieron en las calles de Xalapa, eran blancas, de la misma marca, con jareta, del mismo tamaño, es decir, no tuvieron cuidado los sirvientes de Yunes Linares de comprar bolsas diferentes para mentir con mayor inteligencia. Como las adquirieron al mayoreo, para que resultaran más baratas y poderse quedar con unos centavos más, todas las bolsas eran iguales.
Fue precisamente en el momento en que los xalapeños dejaron de sacar la basura a la calle y la dejaron dentro de sus casas para no exhibir el problema. Y, sobre todo, mostrar, en ese momento, su solidaridad con la verdad y la razón.
Pero quien no entiende de razones pero sí de intereses fue el senador Ahued, quien exaltado señaló que todo lo que sucede en Xalapa es de su interés, y que el problema de la basura es un grave error de las autoridades de Morena, a quienes calificó de ineptas, a pesar de saber que el problema había sido creado en los escritorios del palacio de gobierno.
A pesar de que el dirigente de Morena en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, recomendó a Ahued que se informara bien acerca de los problemas de Xalapa, el senador por Morena insistió en que la incapacidad del presidente municipal, del partido que lo llevó a la senaduría, era evidente, y le echó más problemas de su cosecha, como el anuncio irresponsable de que la capital del estado se quedaría sin agua en un futuro próximo.
El dirigente estatal de Morena, señaló: “Alguien compró esas versiones, desinformado, obviamente no es de Morena, el Senador Ahued es parte de la bancada de Morena, pero no es de Morena”.
Añadió el líder morenista en Veracruz: “Yo tengo elementos para decir que vi cómo se hizo un montaje con bolsas de basura y fotografías que se publicaban en algunos medios, porque la verdad es que en las colonias, por ejemplo en la que yo vivo, no ocurrían esos hechos”.
Manuel Huerta, en su afán de reconciliación, recomendó a Ricardo Ahued reordenar sus ideas, informarse bien, leer la buena prensa y no hacer caso a las inquietudes de los que gobiernan mal, “Él tendría muchos elementos para estar criticando al gobierno estatal, o al federal. Que reflexione bien sus actos y sus hechos, y que se preocupe más por eso”.
Ante esta situación cabe destacar que el senador Ahued, debe aplicársele el artículo 3, párrafo J, de los estatutos de su partido, aunque no sea militante, que dice a la letra: “J) El rechazo a la práctica de la denostación o calumnia pública entre miembros o dirigentes de nuestra organización, práctica que suele ser inducida o auspiciada por nuestros adversarios con el propósito de debilitarnos o desprestigiarnos. Si existen presunción o pruebas de faltas graves cometidas por un/a militante o dirigente, quienes pretendan que se investiguen, y en su caso, sancionen, deberán acudir a las Comisiones de Honestidad y Justicia Estatal o Nacional, las que resolverán de acuerdo a los principios y normas de nuestra organización”.
Habrá que hacer un poco de historia sobre Ahued, quien pareciera evitar críticas apostándole a la poca memoria de los veracruzanos.
Durante la gubernatura de Fidel Herrera, Ricardo Ahued Bardahuil, llegó siendo priista a la presidencia municipal de Xalapa en 2005.
Fue diputado federal por el PRI mientras Felipe Calderón era presidente de la República.
Javier Duarte, cuando era gobernador, propuso que el siguiente periodo de gobierno fuera de dos años, Ahued era diputado local priista y, al mismo tiempo representante de la Canaco, quien anunció que votaría contra la propuesta, pero luego, al presentarse a sesión, votó a favor. Fue uno de los integrantes de ese grupo legislativo que le sirvió a Duarte en todo lo que pidió para beneficiarse del estado.
Ahued abandera, junto con Yunes Linares, la manipulación de una realidad que no existe, pero abre las puertas a críticas de los enemigos políticos, como es el caso del dirigente interino del PAN, Omar Miranda Romero, quien criticó a Morena por el deslinde que han hecho del senador Ricardo Ahued tras los señalamientos en contra del alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez.
Con el PAN sólo fue un simpatizante por un tiempo, en 2004 Ricardo Ahued intentó ser candidato por ese partido a la alcaldía de Xalapa, sin embargo, Víctor Alejandro Vázquez Cuevas negoció las candidaturas e hizo que Ahued fuera cobijado por el PRI, lo que impidió que Acción Nacional obtuviera el triunfo en la capital del estado, ya que Ahued ganó con el PRI.
Cuando Ahued fue presidente municipal de Xalapa, conoció problemas de la ciudad que pudo solucionar de manera definitiva.
Nunca hizo nada relevante y nadó de muertito en esa administración. Le faltó voluntad política y le sobró ambición personal. Ahora que puede contribuir con su experiencia a darle al problema un enfoque preciso y realista, se va del lado de la desinformación, haciéndole el juego al gobernador, quien con toda mala intención tiende una trampa informativa contra Morena, con el único fin de respirar por la herida que le dejó la derrota de su hijo por la gubernatura del estado.
Ahued es un cazador de candidaturas, un mercenario, sin importar el partido, carece de ideología y se montó en una oportunidad que lo llevó a la senaduría, pero no por sus simpatías personales ni por su eficacia, y menos aún por su honestidad, sino por la ola electoral que produjo Andrés Manuel López Obrador en todo el país.
No debe extrañarnos que en determinado momento se quiera erigir como candidato a la gubernatura del estado, aunque no haya nacido en Veracruz, o, por qué no, por la misma Presidencia de la República, total, piensa que en el país no hay memoria, ni leyes ni conciencia.
PEGA Y CORRE.- El colectivo Solecito, que realizó una misa en homenaje a los desaparecidos a los pies de una fosa común donde se encontraron 295 restos humanos, recibió el premio “Notre Dame 2018”, que le otorgó la prestigiada universidad francesa por su lucha en la búsqueda de sus seres queridos, y por el ejemplo que dan al exigir el respeto a los derechos humanos.
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