Quién sabe por qué tantos brincos estando el suelo tan parejo.
La semana pasada se desató un tiroteo verbal entre los gobernadores saliente y entrante por el tema del pago de aguinaldos.
Uno trata de evadir la responsabilidad que le toca alegando que será gobernador hasta noviembre y el otro le exige que deje los recursos suficientes para cumplir con el compromiso, ya que de otra manera lo demandará.
Pero una voz autorizada, la del presidente de la Comisión de Hacienda del Estado del Congreso local, Carlos Morales Guevara, se ha pronunciado al respecto para dejar en claro que cuando se aprobó el presupuesto para este año se contempló el pago de aguinaldos.
O sea, da la razón a Cuitláhuac García y desmiente a Miguel Ángel Yunes Linares, quien el jueves pasado durante una gira de trabajo por Tatahuicapan declaró que no pagará lo correspondiente al mes de diciembre (dentro del que se encuadra la mitad del aguinaldo) porque ya no será gobernador y “a mí no me dejaron recursos para pagar aguinaldos en diciembre”.
Dijo que a él le dejaron para cubrir hasta noviembre y que por eso la administración de Cuitláhuac García deberá utilizar los recursos que le lleguen en diciembre para hacer los pagos correspondientes.
El viernes, un día después, Morales Guevara le recordó que la Legislatura le aprobó a finales del año pasado el presupuesto para 2018 por un monto inicial de 732 mil millones de pesos que incluyó el pago de aguinaldos (presencia noticias.com).
Ayer actualizó la información. Recordó también que el Gobierno federal amplió el presupuesto para 2018 en 11 mil millones. Con otros recursos adicionales el monto llegó hasta los 113 mil 654, además de que se logró un ahorro de 700 millones de pesos del pago a bancos por la reestructuración de la deuda (alcalorpolitico.com).
Según declaró, el gobierno a punto de concluir no puede gastarse en once meses lo que estaba previsto para cubrir doce, por lo que si lo hace tendrá consecuencias legales.
Con otra más: el Congreso local le dejó otra partida de 3 mil millones de pesos para que dispusiera libremente de ella, pues la Sefiplan la pidió con el pretexto de prever que hubiera recursos a efecto de que el nuevo gobierno (estaban seguros que iba a ganar el hijo del gobernador) no tuviera problemas como la actual administración cuando entró.
Adicionalmente, apuntó, el dinero de las participaciones correspondientes al ejercicio 2016 no llegó a los municipios para que la administración entrante tuviera liquidez.
Según sus cuentas, hubo recursos no solo para atender el déficit sino hasta para generar un superávit de más de 2 mil millones, como lo llegó a comentar el gobernador Yunes, para hacer frente a las prestaciones de diciembre próximo.
Expresó que por ello tiene que dejar el dinero, e interpretó la negativa del gobernador saliente como una manera dolosa de dejar un problema al gobierno de su sucesor.
Fue contundente: el hecho de que ya no esté en funciones en diciembre no lo exime de su responsabilidad. “Tiene que dejar en caja los recursos que tiene que prever, tener la bolsa necesaria para cubrir las percepciones de todos los trabajadores”.
El presidente de la Comisión de Hacienda expuso que Yunes “nos dice que hubo un aumento en rubros”, que afirma que no fueron necesarios, por lo que “se puede interpretar como una manera dolosa, para dejar sin dinero al próximo gobierno estatal”.
Alertó incluso que se tiene que ver el alcance general de la evasiva del que se va porque se puede afectar también a proveedores “que están realizando un tipo de servicio, y todo tiene que estar liquidado conforme al ejercicio fiscal 2018”.
Es evidente entonces que ante tales testimonios, entonces presuntamente están bailando muchos miles de millones de pesos con los que cubrirían los compromisos de fin de año. La pregunta es: ¿Dónde está ese dinero? ¿A dónde fue a parar?
El 25 de septiembre el Secretario de Finanzas, Guillermo Moreno Chazzarini, informó que dejarán una deuda de 46 mil millones de pesos, pero luego se agregaron 13 mil 695 millones más que se deben al SAT, o sea casi 60 mil millones, a lo que ahora se sumará lo que se haya desviado y que no aparece para los pagos de diciembre.
A reserva de que el gobierno que se va aclare debida y creíblemente el caso, mientras tanto estaríamos ante el desvío de recursos, en un caso parecido al del gobierno de Javier Duarte, aunque este lo habría hecho en seis años mientras que el otro en solo dos. Pero la expectativa a corto plazo es que se siga hablando de Veracruz como sinónimo de corrupción. Qué pena para los veracruzanos.
Quien guarda silencio y quien resultaría implicado por no vigilar el debido manejo de los recursos públicos es el Contralor General del Estado, Ramón Figuerola Piñera. Es evidente que está encubriendo una situación anómala. Llegado el momento, habrá que ver cuál será la actitud del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) del Estado.
Afinan proceso de recepción
Ante la evidencia del desvío de recursos, en el equipo del gobernador entrante, Cuitláhuac García, trabajan ya a todo vapor con los equipos que recibirán las dependencias faltando solo tres quincenas para que les entreguen el gobierno.
En algunas áreas dan por hecho que la tarea se les facilitará porque los mismos empleados inconformes con el gobierno yunista están filtrando información y documentos comprometedores.
La entrega-recepción comenzará en solo 16 días más.
Pese al frío que se pronostica, será una semana caliente
Tormentas y lluvias fuertes a muy fuertes, norte y el primer frío de la temporada azotarán Veracruz en la semana. La masa de aire frío provocará norte prolongado con rachas máximas de 60 a 75 kilómetros por hora, según el meteorológico estatal.
No obstante ello, será una semana caliente en el Estado.
El lunes abre con la presencia del presidente de Notre Dame, reverendo John I. Jenkins, quien celebrará una misa en Colinas de Santa Fe, lugar considerado unas de las fosas clandestinas más grandes en México. Será el obispo de la Diócesis de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, quien presida la Eucaristía. El padre Jenkins cocelebrará.
“Deseamos ofrecer la Eucaristía a nombre de las víctimas y sus familiares, además de rezar por el fin de la violencia”, adelantó el padre Jenkins. “Será un honor orar junto con el obispo, el Colectivo Solecito de Veracruz y las familias de las víctimas que deseen participar en esta liturgia”.
El oficio religioso procede a la ceremonia que tendrá lugar mañana martes 16 en la Ciudad de México donde la Universidad de Notre Dame otorgará el Premio Notre Dame (Notre Dame Award) al Colectivo Solecito de Veracruz.
El sábado 20 cerrará la semana con la megamarcha programada por la Iglesia católica en 29 ciudades de las ocho diócesis del Estado como parte de su campaña a favor de la vida en toda sus etapas. Esperan la participación de al menos 100 mil personas.
Sobre el particular, me llamó la atención un párrafo del comunicado dominical de ayer de la Arquidiócesis de Xalapa: “Se atenta contra la vida de las personas cuando además de leyes se busca implantar un sistema ideológico, antinatural, en contra de la razón y el sentido común. Si no se respetan las leyes de la naturaleza corremos el riesgo de desintegrar al ser humano, de contaminar su interior y aumentar la descomposición social”.
Lo interpreto como el pulso que vamos a ver entre la Iglesia y el gobierno de Morena (Ejecutivo y Legislativo) en los próximos seis años por el tema del aborto.