Los viejos panistas (no necesariamente de edad sino de militancia), los de verdadera “moronga” (sangre) azul, como dijera López Obrador, pretenden rescatar la dirigencia del Comité Directivo Estatal hoy en manos de la dupla Miguel Ángel Yunes Linares-José Mancha Alarcón.
Consideran que es el momento oportuno luego de que el gobernador y su aliado perdieron la gubernatura, el Senado y la mayoría de las diputaciones federales y locales.
Algunos de ellos hablaron conmigo. Están conscientes de que si no se los quitan de encima ahora difícilmente lo podrán hacer en el futuro y que si ellos retienen la dirigencia, los próximos candidatos a alcaldes y a diputados serán sus incondicionales y seguirán haciendo a un lado a los verdaderos panistas.
Tienen muy fresco que el gobernador impuso a su hijo como candidato a la gubernatura cuando había otros militantes con más méritos (algunos prefirieron renunciar a su militancia) y que Mancha impuso a su mujer como candidata a diputada plurinominal (ya lo es, electa) quitando la oportunidad a quienes han trabajado por años.
Tampoco olvidan que el gobernador pretende que se reelija su incondicional Carlos Alberto Valenzuela González como Secretario General para asegurar la dirigencia estatal pues ascendería a la presidencia cuando se tuviera que ir Mancha.
Asimismo, reprueban que no obstante que perdió la elección como candidato uninominal a diputado local por Xalapa su incondicional Sergio Hernández, ya haya decidido que vuelva a ser el coordinador de la minibancada que tendrán en el Congreso local pues cuidó muy bien que repita al haberlo postulado también como candidato plurinominal.
“Cómo es posible esa sea nuestra representación luego de que Cinthya Lobato lo exhibió en forma vergonzosa siendo ella panista y en la propia oficina de la presidencia de la Jucopo”.
Continúan lamentándose que “en mala hora” el exdirigente estatal y ahora exmilitante Víctor “Pipo” Vázquez Cuevas (en la pasada elección apoyó y trabajó a favor de Cuitláhuac García, de Morena) haya llevado a las filas de su partido a Yunes Linares.
En esas están cuando solo faltan seis semanas para que se renueve la dirigencia estatal.
No ven fácil que logren su objetivo. No pierden de vista que el proceso de cambio (casi de reelección) se da cuando Miguel Ángel todavía es gobernador y no dudan que repetirá el mismo método que utilizó para apuntalar a su hijo: hacer uso de todos los recursos del poder para aplacar (apanicar, dicen ellos) a todo el que se les ponga enfrente.
Pero trabajan en forma apresurada para hacer un frente y convencer a los consejeros estatales que opten por otra opción que rescate a la dirigencia y a su partido en donde, dicen, vuelva a haber democracia para elegir a los candidatos a cargo de elección popular, como era antes, y no que solo dos personas decidan a su antojo.
Y se agarran de donde pueden. Saben que el proceso es local pero dicen que buscarán que los consejeros nacionales de su partido hagan presión para que se renueve la dirigencia, no repita Mancha y no quede un incondicional del gobernador.
Sobre el dirigente estatal interino Omar Miranda Romero, diputado local electo ahora, opinan que se sacó la rifa del tigre pues dicen que si bien lo animan las mejores intenciones, no ven cómo se va a sacudir al gobernador de encima y no creen que lo encare para que saque las manos del proceso. Pero le desean que tenga éxito.
Hay agitación
No obstante, ayer Miranda Romero dejó “claro” que el proceso no los dividirá “como algunos vaticinan” (es que ya están divididos) y que “por el contrario vamos a un proceso interno en unidad y al final el partido estará más fuerte”.
Pero los hechos lo contradicen.
Ayer, de nuevo uno de los militantes que aspira a la dirigencia, Agustín Andrade Murga, confirmó que sigue buscando firmas de apoyo pero dijo que si no las obtiene impulsará “otra propuesta” que no sea la de Mancha.
No se anduvo por las ramas. De acuerdo a una información de XEU Noticias, acusó que algunas familias han secuestrado a su partido en favor de sus intereses “y esto no corresponde a los principios de los fundadores”.
Dijo que: “Los órganos del partido fueron secuestrados por familias, llámense Yunes, llámense Rementería, llámense Guzmán, como se llame y de alguna manera llámense Mancha”.
Él coincide con lo que me dijeron otros militantes: que desea que llegue alguien “que ofrezca el retorno al cause que siempre ha tenido el PAN”.
Otra voz disidente es la del exalcalde del puerto de Veracruz, Francisco Ávila Camberos, quien considera que su partido debe regresar a sus orígenes y a su esencia.
Ayer lanzó de nuevo indirectas para que se “ponga el saco a quien le venga”.
Dijo que en la medida en que su partido ha obtenido cargos relevantes “hay quienes han visto esto como una forma de escalar posiciones políticas y no forzosamente para buscar el bien común”.
Reprobó que algunos panistas “están dispuestos a todo con tal de poder seguir viviendo del erario público”.
Por su parte, el aspirante a la dirigencia nacional Manuel Gómez Morín Martínez del Río, nieto del fundador de ese partido, dijo al llegar ayer al puerto que espera que el gobernador Yunes “no meta las manos” en el proceso.
Aunque se negó a mencionar el nombre de Veracruz, declaró igual a XEU que ha visto en lugares en los que gobierna Acción Nacional en que “hay amenazas hacia los militantes y esto está inhibiendo la participación en el proceso”.
Y pide que se investigue a Mancha
Ya en Xalapa, Gómez Morín dijo que a su partido “le pesan los actos de corrupción”, que en parte atribuyó a la derrota que sufrieron y consideró necesario que se revisen los contratos que se le otorgaron a Mancha (nota de e-consulta.com Veracruz).
Dijo que de comprobársele actos de corrupción la autoridad competente y la Comisión Anticorrupción Interna de Acción Nacional deben proceder en su contra.
Le arman “protesta al “Chapo” Guzmán
Ayer, extrañamente campesinos se manifestaron tanto frente al CDE del PAN como de la Sedarpa en Xalapa para acusar al titular de esta dependencia, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, de “comprar” ciudadanos para que lo apoyen en su intención de llegar a la dirigencia de su partido.
Él ha expresado su aspiración a dirigir el CDE y luego de la “protesta”, en medios panistas ajenos a la actual dirigencia dijeron que el “borlote” lo armaron en el Palacio de Gobierno para sacar de la contienda al tantoyuquense.
Indolentes
Para no variar, una fotografía publicada ayer por El Universal mostró muy orondos a diputados locales panistas de Veracruz encabezados por Sergio Hernández sentados a una mesa con copas de vino tinto, disfrutando de una cena de gala con música en Mazatlán, Sinaloa, mientras la población de once municipios de ese Estado quedaban sumidos en la tragedia debido a intensas lluvias provocadas por la depresión tropical 19-E1 que inundó miles de hogares y rompió carreteras.
La nota respectiva dijo que el ágape tuvo lugar “en un escenario de playa” y que las fotografías que circularon de la fiesta, en redes sociales y medios locales, acarrearon críticas entre los pobladores.
No se puede pedir peras al olmo. Si no han sido ni se han mostrado sensibles con los problemas de los veracruzanos, de cuyos impuestos viven y andan paseando sin ningún provecho para el Estado, menos lo pueden ser con los habitantes de otra entidad.
En la foto se puede observar también a los diputados Marco Antonio Núñez López (saliente), María Graciela Hernández Iñíguez, plurinominal (entrante), Mariely Manterola Sáinz, presidenta de la mesa directiva de la actual Legislatura (saliente) y Enrique Cambranis Torres, plurinominal (entrante).
Pero no fueron los únicos. Con algunas excepciones fueron casi todos los salientes y los electos del PAN, incluyendo a los del PRD, del PRI (se manejó en las redes que fueron hasta algunos suplentes), aunque también algunos electos de Morena a quienes se identificó como cercanos al dirigente estatal y futuro súper delegado federal Manuel Huerta (cuál austeridad).